El equipo de mis sueños

He leído innumerables veces eso de “el once ideal de tal” o “el mejor equipo de la historia según fulanito”. También lo típico de “ojalá hiciesen unos All Stars en el fútbol y viésemos a todos los cracks jugando juntos”. Yo, como todos, también tengo ese once de ensueño, de fantasía. Yo también tengo el equipo de mis sueños. Pero es distinto: en él no están —quizás— todos los mejores jugadores que he visto jugar, sino los que más me han hecho vibrar; los que me han hecho disfrutar y sentir sensaciones que otros, quizás mejores, no han logrado.

En El Fútbol es Soñar no podía faltar esto: un equipo que solo puede existir ahí, en los mayores sueños. Un once dónde el portero no sería otro que el gran Edwin Van der Sar, custodiado con una línea de cuatro en defensa: Branislav Ivanović, Carles Puyol, Éric Abidal y John Arne Riise. Por mucho que pienso no se me ocurre una línea defensiva mejor; ni ‘Cafús’, ni ‘Maldinis’ ni leches.

En en el centro del campo, un pivote repartiendo juego y a la vez recuperando: Edgar Davids; único, no hubo nadie como él. Estaría custodiado en el centro del campo por dos auténticos jugones: ‘Ronaldinho’ y Juan Carlos Valerón. (Sí: en mi equipo también reciclo mediapuntas a interiores). Me duele tener que dejar fuera a Zidane, pero es que ‘Ronnie’ y Valerón son demasiado únicos.

Arriba, no hay dudas: Pavel Nedvěd por la izquierda, Lionel Messi por la derecha, y arriba, en punta, Didier Drogba. El checo siempre ha sido uno de mis referentes desde pequeño; Drogba es, para mí, el delantero centro más completo que ha existido nunca, y Messi es… en fin, es Leo Messi, mi mayor ídolo desde que jugaba en el ‘Barça’ C, y porque no lo conocí antes.

Mi 11 ideal (Foto: footballuser.com)

Algunos dirán que algunos jugadores sobran, que otros son mainstreams, o quizás directamente que este equipo es una mierda. Pero yo, si fuese entrenador, me iría hasta el fin del mundo con estos jugadores. Ídolos. Mitos. Leyendas. Ahora, os invito a que todos dejéis volar vuestra imaginación y soñéis con vuestro once, a que creéis ese equipo ideal de vuestros sueños. Seguramente saldrán onces espectaculares y, sobre todo, únicos. Que viva el fútbol.