Marco Ruben, aquel náufrago del submarino amarillo
Existen varios tipos de jugador según su percepción por parte del aficionado: los habituales, los fetiche, los inadvertidos… y luego están esos futbolistas que dejan en tu memoria un recuerdo leve, tenue, pero lo suficientemente intenso como para para enarcar tus cejas y dilatar tus pupilas al leer algo relacionado con ellos, años después de haberles perdido el rastro.
Marco Ruben es un delantero argentino nacido en la provincia de Santa Fe el 26 de octubre de 1986. Su club actual es Rosario Central (Primera División Argentina) donde comenzó su carrera profesional en 2004. Allí juega cedido por el Dinamo de Kiev, el líder de la liga ucraniana y clasificado para los cuartos de la actual edición de Europa League.
No sería hasta 2006 cuando, tras un notable Torneo Apertura en el que siete goles en 17 encuentros le llevaron a ser el máximo goleador de su equipo en el campeonato, llamaría la atención de medio continente americano y europeo. El desenlace fue su marcha a River Plate por siete millones y medio de dólares, junto a sus compañeros rosarinos, el guardameta Juan Ojeda, que formó parte de aquel River campeón del Clausura 2008 sin disputar ni un minuto; y Cristian Villagra, lateral izquierdo que, como Marco Ruben, probó suerte en Ucrania antes de volver a Rosario en 2015, donde empezó todo.
Pero su carrera en Argentina terminaría pronto: el 1 de enero de 2008 firmó en el mercado invernal español por el Villarreal de Manuel Pellegrini, que le cedió ipso facto al Recreativo de Huelva por dos temporadas, y nunca llegó a confiar en él. Tras sus siete goles en 43 apariciones con el honorable club más antiguo de España, volvió al Villarreal y fue relegado a la segunda plantilla, que acababa de ascender a Segunda División. Allí, Marco Ruben logró el mejor ratio goleador de su carrera hasta entonces, con 17 tantos en 31 partidos. Ante tal evidencia, Juan Carlos Garrido —técnico del Villarreal por aquel entonces, que sustituyó a Pellegrini cuando el chileno dejó el submarino por el trasatlántico merengue— le hizo debutar en el club del Madrigal, donde su balance final fue un escaso ratio de 0,23 goles por partido (21 tantos en 89 apariciones), quedando claramente eclipsado en la temporada 10-11 por aquella excelsa delantera formada por el Giuseppe Rossi de los 18 goles ligueros (que no volvió a igualar en toda su carrera debido a las graves lesiones) y un Nilmar que le acompañó con sus 11 tantos, clasificando al equipo para la Champions con un meritorio cuarto lugar.
La 2011-12 fue la campaña del desastre en el Villarreal. Nilmar y Rossi bajaron notablemente sus registros goleadores, alzando al propio Marco Ruben, con sólo nueve dianas, como pichichi de aquel equipo, que terminaría descendiendo ese mismo año. Tras la catástrofe, se produjo la usual migración de jugadores que dejan un club que acaba de descender porque se niegan a jugar en categorías menores, o simplemente porque el equipo necesita el apoyo económico de sus ventas. Nilmar, Rossi y Marco Ruben (el tercero delantero en discordia de aquel dúo dinamico) dejaron el Madrigal con destinos dispares.
El submarino se hundió y, desde entonces, algunos futbolistas que lo abandonaron vagaron como náufragos barbudos por las costas de playas extranjeras, y muchos (como Rossi o Nilmar, que sólo rindió en su primera temporada en la liga qatarí) no volvieron a encontrar su sitio. Otros, como Marco Ruben, tras ese impávido paso por Ucrania, donde firmó para cinco temporadas anotando un solo gol en 11 partidos; otro paso por el Evian francés donde sólo llegó a celebrar un gol en sus 25 apariciones; y por el Tigres mexicano, donde ni llegó a marcar; otros, decía, pensaron que era el momento de volver a casa. Tras dos cesiones, la tercera debía ser la vencida: el Dinamo de Kiev acordó su cesión (con opción de compra) por un año y seis meses con Rosario Central. Actualmente, el club rosarino lidera la tabla de la Primera División argentina con un pleno de victorias en sus cinco partidos. ¿Y Marco Ruben? Aquel náufrago de mirada existencial ha marcado cinco goles en esos cinco encuentros (hat-trick incluido) y está en el mejor promedio goleador de su carrera a los 28 años de edad. Los rotativos argentinos alaban su rendimiento, y algunos como el diario Olé incluso juegan con la gramática con habilidad similar a la del Capitán Bermúdez defininiendo en el área, renombrando a aquel atacante que nunca destacó por mandar porteros a recoger el balón del fondo de la red como ‘Marcó’ Ruben.
Sergio G. Arias
Un comentario en “Marco Ruben, aquel náufrago del submarino amarillo”
Muy buen artículo! A ver no era el mejor delantero, ni el mejor ejemplo. Si es cierto que era un delantero resultón, sacrificado, y aunque fallaba las poca que tenía, aunque le guardo grato recuerdo de cuando lo tenía en el Comunio, hacia por el equipo, un delantero perfecto para un equipo de media tabla, seguro.