Volvió la fiesta europea

Primera jornada de Champions y de sensaciones encontradas, Pellegrini daba entrada a Diarrá en el once, ciertos síntomas de o no fiarse de la pareja de centrales o de querer que Ramos estuviera liberado para tirar ayudas a Marcelo.

La sorpresa fue ver al brasileño en el once y de lateral, la premisa es clara, atacar a Marcelo, muere en el 1×1 defensivo y aún encima sufre también con balones a la espalda. No era Navas, no era Messi, pero Govou supo hacer de sus defectos sus virtudes, muchas revoluciones, volver loco a Marcelo para llegar sin problemas a portería, la primera parte fue un recital del francés, el mejor sin duda. El Olympique salió a ser el Madrid, esperaban y lanzaban una contra mortal, un 3 para 3 en el que la pareja de centrales del Madrid más el lateral casi siempre tenían las de perder.

Delgado al espacio, diagonal interior para penalizar a un Sergio Ramos que como lateral sufre sin Lass para cuidarle la ropa cuando sube, Lisandro López como antaño con Hulk, el trazaba el desmarque de ruptura, algún invitado a la causa Pjanic o Makoun, más bien este segundo arrastraban un central y la ocasión tenía lugar. El gol llegó en el momento más decisivo del partido, el Madrid había dejado de ser equipo para convertirse en un grupo de estrellas contra un Lyon resuelto a deslumbrar…

Volvieron los fantasmas del pasado en ataque al Real, nadie rompe, nadie corre al espacio, todos se afanan por tirarse hacia el centro dejando las bandas despobladas, el mejor madridista sin duda fue Kaka’ se vio desplazado una vez más por un Granero que juega en el mismo espacio que el brasileño, pero Kaka’ en la segunda hizo una buena lectura del choque, busco mucho 1×1 contra Revelleire, para terminar viendo como nadie fijaba a los centrales adversarios y debía hacer la guerra por su cuenta. Xabi Alonso es un gran pasador en larga distancia, pero nada más, si partes de estático se ahoga, si nadie se desmarca en ruptura o la pide al espacio el vasco solo queda para hacer cambios de orientaciones y de ritmos. Higuaín fijado, caídas a banda y salidas al centro para hacer mucho más patente el atasco… Ronaldo fue el gran perjudicado, se quedó para hacer lindezas y jogo bonito, pero nunca un peligro, nunca ese puñal de las grandes citas, falta definirse en el Real, ¿9, 7 o 10? Pellegrini…

Sensación de perdón absoluto por parte del Lyon, estas cosas se pagan y el Madrid pudo haber sido goleado en el estadio de Gerland, estas cosas en Champion se acaban pagando.

El otro choque fue mucho más bonito y emocionante, el Milan buscaba machacar, calidad diferencial para hacer de la pausa su virtud. No se engañen, Ronaldinho no ha vuelto, volverá cuando sea el jugador que se pasaba el partido corriendo, tomando decisiones con el ácido láctico disparado, rompiendo al rival en el 1×1 para terminar con pases y jugadas imposibles, el de ahora se parece mucho más a un Riquelme que a al jugador que recibió el balón de oro y parecía no tener fin…

Gol rápido, Leonardo decidió seguir apretando, quizás con un Pato en plenas facultades hubiera sido otra cosa, pero el United es perro viejo, ataque por banda cuando Antonini estaba fuera a punto de ser sustituido y gol de carambola del inmortal Scholes. Comenzaba de nuevo el partido, Rooney la pedía, bregaba y marcaba el ritmo en ataque, pero no dejaban de ser los invitados a un partido que el Milan parecía dominar andando…

El segundo gol acabó con las fuerzas de un equipo acostumbrad a jugar 80 minutos andando y 10 corriendo, la intensidad Premier está muy por encima de la del Calcio, donde cada jornada se reúnen viejas glorias como en el Indoor. Rooney sigue demostrando en el estado de forma en el que está, ahora mismo el mejor en Europa, 1-3 para acabar recortando distancias con roja incluida para Carrick, tonta pero merecida, un 2-3 que en la primera parte sería excesivo castigo, pero vista la segundo de los chicos de Ferguson, lo justo hubiera sigo un empate, la vuelta… El Milan con un pie y medio fuera.

Un abrazo.