Dani Navedo – Sorprendente sorpresa, valga la redundancia, tras el partido entre México y Francia. Las reacciones tras el choque que deja con pie y medio fuera del Mundial a los galos hablan del primer gran batacazo de este torneo, cuando la realidad es que la selección de Raymond Domenech no debería aparecer de inicio en ninguna quiniela ni siquiera para pasar de ronda. Solo hay que recordar la forma en la que lograron clasificarse para este Mundial de Sudáfrica, con aquella famosa mano de Henry. Irlanda en el día de ayer seguro que celebró el tanto del Chicharito Hernández como si fuese un tanto de su propia selección.
En las sombras, una figura que destaca por su falta de coherencia. Gracias a los amigos de Virus Mundial, me enteré de un dato que hasta ayer desconocía: Domenech no convoca a jugadores del signo Escorpio. Por lo visto es solo una de las muchas excentricidades del hasta ayer seleccionador galo (ya era algo anunciado que el maestro Blanc se ocupará de los Blues a partir de ya). Así pues, alguien que parece saber más de tarot que de fútbol, ha llevado a Francia a no tener un estilo propio, a carecer de una defensa coordinada y a ser más inofensivos que San Marino pese a contar con delanteros consagrados como Ribery, Henry, Govou, Anelka, Malouda o el suplente Benzema.
Ya lo avisó mi compañero Alejandro Ramos cuando analizó este grupo y yo en un comentario decía que sería una gran sorpresa que esta Francia sin carácter personalizado pasase de ronda. Por ello me extraña tantas palabras como «batacazo» o «fracaso» y sinónimos relacionados tanto en la prensa como en el mundo blog, cuando esta eliminación casi segura no es más que una caída esperada.
2 Comentarios
Es la crónica de una muerte anunciada, aunque Domenech parece tener 7 vidas espero que de esta no pase. La selección francesa hoy en día carece de alma y de personalidad para codearse con las mejores y se necesita empezar un nuevo proyecto con alguien que inyecte frescura. Veremos lo que opina Laurent Blanc.
Un saludo
Una de las principales premisas de todo entrenador es saber realizar una buena gestión del vestuario. La salida de tono de Nicolas Anelka demuestra que el entrenador no ha sabido mantener un orden dentro y fuera del terreno de juego.
Un saludo desde Panorama Fútbol