Un lugar en el Olimpo

Pepe Sarria - Hoy no es un día de análisis táctico. Hoy es el día para reconocer el trabajo de un equipo irrepetible y extraordinario. El Barça de Guardiola ha conseguido 6 títulos en un año y eso les hace pasar a la historia del fútbol. Sin embargo, creo que la bandera de este equipo no son los títulos que haya conseguido o pueda conseguir, sino su forma de jugar. Ya se ha discutido muchas veces en este y en otros blogs que no es lo mismo jugar bien que jugar bonito y que para lograr lo primero hay muchos caminos, entre ellos lo segundo. A mí lo que siempre me ha llamado la atención es la gente que defendía que no es posible en el fútbol actual ganar títulos haciendo un fútbol estéticamente brillante y no sólo el Barça sino otros equipos en otras épocas han demostrado que es perfectamente posible combinar ambas cosas.

El origen de este Barça, como todo el mundo sabe, hay que buscarlo a finales de los 80 cuando tras el fichaje de Cruyff como entrenador, se comenzó a implantar una filosofía de fútbol y de cantera que cada vez está dando más y mejores frutos. Jugadores como Puyol, Piqué, Xavi, Iniesta o Messi, complementados con grandes fichajes como Alves, Yaya Touré, Ibrahimovic o Eto’o han logrado formar un equipo que recordaremos durante años. El trabajo de Pep Guardiola desde todos los puntos de vista y destacando, en mi opinión, el psicológico, sólo se puede calificar con una matrícula de honor.

Para pasar a la historia no es necesario hacer el fútbol del Barça, un fútbol colectivo, buscando siempre la portería rival, con estrellas que trabajan en beneficio del equipo y que utilizan todos sus recursos con el único fin de que su equipo gane y sea mejor que el contrario, nunca buscando el lucimiento individual gratuito. Hay muchos equipos que han pasado a la historia y, por eso, creo que lo del Barça es algo más, algo diferente. Yo diría que este Barça, además de pasar a la historia, ha reservado un lugar en el Olimpo, al menos para mí (y aclaro que nunca he sido ni seré culé). Para llegar al Olimpo no basta con ganar títulos (incluso a veces no es necesario ganarlos), la condición que hace falta para llegar ahí es tener la capacidad elevar el fútbol a la categoría de arte y representar algo diferente a lo que ofrecen el resto de los equipos de su época. En el Olimpo están equipos como el Brasil del 70, la Holanda de Cruyff, la Francia de Platini o el Milan de Sacchi, por poner algunos ejemplos. Tengo que reconocer que este Barça para mí ya tenía un lugar junto a ellos allá por el mes de abril, antes incluso de ganar su primer título, y seguiría teniéndolo aunque no hubiesen ganado tantos títulos. Si hay un partido del Barça en la tele, yo no veo otra cosa, si lo dan por un canal que no tengo, me bajo al bar a verlo. Es un equipo que juega para el espectador y eso hoy en día hay que agradecerlo.

Y no quiero destacar a ningún jugador por encima de otros, sería una injusticia hablar de Messi sin hablar de Alves, hablar de Xavi sin hacerlo de Iniesta o mencionar a Piqué y no a Puyol. De hecho, creo que allá por el Olimpo, en el lugar que ocupará este equipo, las letras que están esculpiendo no son otras que El Barça de Guardiola.