Un Dépor muy serio asalta Mestalla

Dani Navedo - Gran entrada en Mestalla para presenciar el choque entre el equipo local, el Valencia, y el Deportivo de la Coruña. Octavos de la Copa del Rey con mucho morbo, siempre presente cuando estos dos equipos se enfrentan. El resultado del partido refleja la poca profundidad de un equipo y la eficacia de otros, que, aunque no golea habitualmente, hoy ha tenido la puntería suficiente como para salir victorioso.

Nada más salir el equipo local dejó claras sus intenciones, pues la presión muy adelantada del Valencia sorprendió a los gallegos, que no conseguían salir de su propio campo. Tanto era así, que a los tres minutos Marchena lograba un tanto que el árbitro anularía por fuera de juego, una acción ilegal que en este caso no existía. El Deportivo fue asentándose poco a poco y creando cierto peligro, sobretodo atacando por la banda; el Valencia empezaba a tener problemas a la hora de crear e incluso los de Lotina se atrevían a presionar la salida del balón, como en un comienzo habían hecho los locales; pero pronto volvía la normalidad y la táctica, para defender como un bloque.

Miguel Ángel Lotina intentó sorprender colocando a Pablo Álvarez en la media punta, por detrás de Riki, en lugar de a Juan Rodríguez, quien estaba jugando últimamente en este puesto. Así, en la banda derecha podría tener más seguridad con un hombre más defensivo como el malagueño, mientras que Pablo Álvarez aportó mucha movilidad a esa zona sin dueño fijo de detrás del delantero. A los 20 minutos un duro golpe a la ya de por si maltrecha delantera deportivista: Riki sufría un nuevo pinchazo y no podía seguir, por lo que saltó al campo en su lugar Adrián López, el esquema no cambiaría, pero si las piezas.

Poco o nada tenía que ver este partido con el de liga que hace escasas fechas habían disputado ambos equipos. Mucho más abierto, más espacios, más imprecisiones y, sobretodo, más ocasiones. Aquel empate a cero había sido incluso lógico visto el partido, en el día de hoy fue un milagro aguantar más de un cuarto de hora con el resultado inicial. Distintas fases y muy diversas, algo bastante curioso con técnicos tan perfeccionistas como los de estos equipos. Rachas de presión del Valencia, donde los cuatro zagueros deportivistas no conseguían frenar a los tres atacantes locales, ya que Mata se unía a la perfección a los delanteros para crear superioridad; y rachas de presión del Dépor, donde el balón se mantenía en los pies de los visitantes, aunque sin demasiado peligro. En las jugadas a balón parado, donde Moyá no parecía muy seguro de si mismo, fue donde los blanquiazules se pudieron poner por delante, pero tampoco llegó el gol. Antes del descanso, Adrián López no conseguiría batir a Moyá en un mano a mano en el que el delantero asturiano intentó pasar el balón por debajo de las piernas del portero local, pero el guardameta del Valencia esta vez si que logró tapar todos los huecos.

Comenzaba la segunda parte y el Dépor si saltaba enchufado esta vez. Tanto, que un saque de banda de Laure hacia Juan Rodríguez, acaba en un centro que Guardado intuye bien y desvía a la perfección para introducirlo suavemente en la red de Moyá. El panorama había cambiado, pues el 0-1 suponía que el Valencia tuviese que buscar como fuese un tanto, algo que dejaría aunque fuese de forma involuntaria más espacios en la zaga ché. Guardado, Pablo Álvarez y Adrián López podrían aprovechar las contras y así fue. Un pase sin mirar de Zé Castro acaba en los pies de Pablo Álvarez, quien tras diblar a su par, la pone con la zurda en la red colocando el 0-2 en el electrónico. Mestalla se enfadaba y el Dépor tenía por delante 30 minutos para demostrar porqué no había encajado ningún tanto en sus dos partidos anteriores; media hora, de resistir.

El Valencia estaba en estaba en estado de Shock y el Dépor intentaba rematar la faena. Juan Rodríguez intentaba un 1 contra 2, Laure probaba la de Maradona, Filipe hacía cambios de juego a lo Xavi… los visitantes se atrevían ahora con todo y no renunciaban al tercer tanto. Emery intentaba cambiar el rumbo metiendo a Silva y a Fernandes por Zigic y Marchena. La vuelta de David Silva, sin duda una gran noticia para el Valencia en una mala noche. El Valencia no encontraba huecos en el entramado defensivo del Deportivo y Unay acababa de sacar del campo al único jugador que podía darle ventaja en los balones colgados, la cosa no pintaba nada bien para los locales. Era curioso observar como una defensa muy poco habitual y que había empezado el partido bastante dubitativa, era ahora un muro casi infranqueable para unos chés un tanto perdidos.

En una jugada aislada o, más bien, una genialidad de David Silva, el Valencia se metió de nuevo en el partido. El canario desviaría de espuela un disparo de un compañero desde la frontal del área y dejaría sin opción a Manu, el hoy guardameta del Deportivo. Animado por su público, el equipo de Emery llegaba y llegaba a tres cuartos de cancha, pero el portero deportivista no tenía demasiado trabajo. El cansancio empezaba a pesar en los hombres blanquiazules, incluso en Adrián, que aunque no había salido de inicio, ya empezaba a notar tanta presión a la defensa local. El Deportivo no pasaría mayores apuros, a excepción de un cabezazo por parte de Bruno, que acabaría saliedo rozando el poste tras una salida algo defectuosa de Manu. Los cuatro minutos de descuento no traerían mayor emoción y el partido acabaría con el resultado de 1-2. Ahora la eliminatoria viajará a Riazor, donde el Valencia debe anotar como mínimo dos tantos, algo realmente complicado ante una defensa tan sólida como la deportivista… pero ya sabemos, que en el fútbol no hay nada imposible.