En una época de penurias económicas y desorganización a todos los niveles por parte de los órganos gestores de nuestro fútbol, en la que se pide a gritos una mayor y mejor redistribución de los ingresos derivados de la explotación televisiva, un modelo se distingue de la mediocridad y la usura generalizada.
Y es que, a pesar de las limitaciones financieras, el Levante ha conseguido en cuatro años recuperar su lugar en la Primera División, salir de la Ley Concursal y, a pesar de su escueto presupuesto, saborear las mieles de pasearse por la Europa League. Una hazaña fruto de algo más que la casualidad.
La brillante gestión de Quico Catalán no se explicaría sin Manolo Salvador, director deportivo. La capacidad para encontrar a coste cero jugadores válidos para la Primera División es espectacular, habida cuenta que alguno de ellos había tenido un paso discretísimo por la máxima categoría (Juanlu), se hallaban sin equipo superando la treintena (Juanfran, Del Horno) o se encontraban desahuciados de manera casi irreversible en categorías inferiores, caso de Barkero, quien ha encontrado en la recta final de su carrera la oportunidad de ser protagonista en Primera que siempre mereció y que le fue negada constantemente.
A estos casos hay que unir un altísimo porcentaje de acierto en la solicitud de cesiones, que en los dos últimos veranos han reportado al club unos suculentos ingresos gracias a las ventas de Caicedo y Koné, que llegaron a Valencia de forma eventual y dejaron una gran cantidad de goles y unos réditos económicos que sanearon la entidad.
Pero esta brillante gestión, paradigmática en cuanto a eficacia y humildad, no sería posible sin unos resultados deportivos acordes a la situación del club. Y es que, el gran trabajo realizado por Luis García Plaza queda empequeñecido con la labor de Juan Ignacio Martínez en la última temporada y media. En este tiempo, el Levante ha alcanzado su apogeo a nivel deportivo e institucional en gran parte gracias a este tipo que, como casi todos los fichajes, llegó sin hacer ruido y se ha convertido en todo un referente.
Ha conseguido formar un bloque indivisible en el que todos saben cuál es su función en el campo. Un equipo en el más intrínseco sentido de la palabra. Poderosos en el juego aéreo gracias a Iborra, Navarro y el capitán Ballesteros, es uno de los equipos que mejor aprovecha las acciones a balón parado, y, gracias a su veteranía, domina el tempo de los partidos como nadie. Tácticamente, JIM ha formado un equipo extremadamente ordenado, casi imposible de sorprender a la contra por su rápido repliegue y que es capaz de combinar el juego asociativo con el juego directo a la hora de atacar. Un conjunto pragmático, que conoce a la perfección sus limitaciones y sus virtudes, y las exprime al máximo. Obafemi Martins aporta explosividad y rapidez en los metros finales, y hace adelantar líneas en la presión a los suyos valiéndose de la velocidad que atesora, además de desequilibrar partidos con su definición de cara a gol.
El espectacular trabajo de Juan Ignacio Martínez, todavía infravalorado, acabará por tener el reconocimiento que merece a nivel de afición, clubes y prensa. Su labor, casi sin precedentes en nuestro fútbol, va camino de superar a la ya memorable de la temporada pasada y, será entonces, cuando las evidencias superen a cualquier valoración subjetiva.
Todo un milagro este Levante que se reivindica constantemente y que, como en cualquier lección de fútbol, nos hace aprender una lección de vida, recordándonos, para el que lo pueda haber olvidado, lo grande que es ser pequeño.
7 Comentarios
Pedazo articulo Javi, tienes razón pero sobretodo en que está infravalorado el trabajo de JIM, si fuese extranjero llenaria páginas y páginas de periódicos.
Gracias Pedro, lo cierto es que la bipolaridad de nuestra liga nos ciega. Si continúa en esta línea, a JIM le espera un banquillo grande en un futuro muy cercano.
Gran articulo Javier espero seguir alegrandome la vista con tus articulos. Se demuestra tu vocacion y lo que realmente te gusta, el buen futbol.
Grande JIM. El próximo artículo sobre «el precio del gol» no?
Muchas gracias Jose, un abrazo.
Buen artículo Javi, sigue asi!
Gracias Joseka, un abrazo.