Ucrania y Polonia: la última oportunidad

Como cada 2 años por estas fechas nos encontramos con unas eliminatorias de repesca en Europa verdaderamente apasionantes. Algunas de las selecciones que se juegan el pase a la Eurocopa en los próximos días han decepcionado profundamente en la liguilla y otras, en cambio, ven como un premio ya solo el haber llegado hasta aquí.

Para mí la eliminatoria que, en conjunto, tiene más nivel es la que enfrenta a Portugal con Bosnia. Repetición de la que vivimos hace 2 años con triunfo luso, en este caso serán los bosnios quienes jueguen primero en casa. Hasta 3 bajas importantes presentan los balcánicos (Papac, Pandza y Mujdza) a las que deberán sobreponerse frente a un rival, hombre por hombre, superior. Portugal es un equipo que habitualmente sabe sacar oficio en este tipo de partidos si bien los problemas en la relación del técnico Paulo Bento con algunos de sus futbolistas parecen haber creado un ambiente un tanto turbio, algo en lo que imagino habrán trabajado estos días para que no se note en el campo. Aun así para mí son favoritos, el objetivo claro para el partido de ida será hacer al menos un gol. Mientras, los bosnios aspiran a repetir su primera parte del mes pasado contra Francia pero durante 90 minutos, si logran mantener su portería a cero el viernes habrán dado un paso de gigante.

Totalmente diferente veo el choque entre Turquía y Croacia. Comprensible que los otomanos jueguen este play-off al tener a Alemania en su grupo, pese a lo cual creo que su liguilla ha sido francamente mediocre. No hay ningún tipo de excusa, en cambio, para que los croatas no hayan sellado ya por la vía rápida el pase a la fase final, para mí han sido la gran decepción hasta el momento porque creo que tienen muchas más condiciones para despuntar en la euro que Grecia, el rival que los ha superado. De hecho creo que Turquía es un rival más peligroso que la propia Grecia, dicho lo cual no me queda más remedio que declararme fan de los Modric y compañía y esperar que puedan resolver una eliminatoria ciertamente equilibrada y que seguramente se resolverá por pequeños detalles.

Ocasión de oro, mientras, la que se le presenta a la República de Irlanda. Absolutamente nadie da opciones a Estonia, seguramente porque ni ellos mismos hubieran imaginado hace un año el poder llegar a jugar esta eliminatoria. Pero la realidad nos dice que los estonios han sido un equipo muy fuerte a domicilio, ganando en Serbia o Eslovenia, de lo que podemos deducir que si en el partido de ida de Tallinn son capaces de sacar un empate quizá puedan dar un susto a los irlandeses quienes, por otra parte, no juegan una fase final de Eurocopa desde 1988. Está claro que cualquiera de ellas que lo consiga lo celebrará por todo lo alto, sería bonito que lo lograra Estonia pero yo prefiero que sean los de verde los elegidos, serán un enemigo correoso para cualquiera en la fase final.

Otra debutante en partidos con este nivel de tensión es Montenegro. Creo que han sido muy afortunados en el sorteo, la República Checa es probablemente el único de los cuatro equipos que les podía tocar al que creo que son superiores hoy en día. Los checos en la actualidad tienen más nombre que otra cosa y, honestamente, veo a los montenegrinos favoritos pese a su condición de novatos. Su espíritu de equipo, su nivel de motivación, la presencia de hombres determinantes en ataque, su bloque defensivo… En todo, absolutamente todo, creo que son mejores actualmente. Solo hay una cosa que les perjudica bajo mi punto de vista que es comenzar la eliminatoria a domicilio. Está muy bien jugar el partido de vuelta delante de tu público pero esto a veces te hace conformarte demasiado en la ida, sobre todo si eres inexperto en situaciones como esta. Creo que sería un error que los montenegrinos se contentasen con el 0-0 y dejasen correr los minutos alegremente, hacer al menos un gol a domicilio es vital en estas eliminatorias. Mirko Vucinic tiene que ser el hombre clave, su equipo le necesita como guía para lograr el objetivo y estoy seguro de que él sabe que ha llegado su momento.

Los partidos de ida se juegan el viernes y los de vuelta el martes, todo está preparado para que los amantes del fútbol de selecciones disfrutemos de unos niveles de intensidad elevadísimos (seguramente no tan altos en cuanto a nivel futbolístico). En juego nada más y nada menos que los cuatro últimos billetes para el próximo verano.