Triunfo del trabajo y fracaso del dinero

El domingo a las 7 de la tarde comenzaban los tres partidos en los que seis equipos se jugaban la temporada y hasta un total de cuatro, la vida; dos peleando por entrar en UEFA y cuatro por evitar el descenso a la tan temida segunda división. Recreativo – Valladolid, Racing – Osasuna y Mallorca – Zaragoza eran los encuentros en los que se decidiría todo. Nadie en Mallorca y Santander se podía imaginar a principio de temporada que pelearían por entrar en puestos de competición europea, al igual que nadie en se habría imaginado en Zaragoza y Pamplona que se jugarían el descenso.

Recreativo y Valladolid empataron, consiguiendo ambos la permanencia gracias a que el Zaragoza no consiguió el triunfo en Mallorca; lo mismo que el Osasuna, que pese a perder mantiene la categoría. El Racing cumplió e hizo que la victoria del Mallorca sobre el Zaragoza que abocaba a los maños al descenso no sirviese para nada.

Mucha gente se pregunta hoy: ¿Es justo que el Zaragoza haya descendido con el equipazo que tiene? Mi respuesta es si. El fútbol no es fichar buenos jugadores y ya está. El fútbol es ser un equipo, es estrategia, es trabajar a diario… y si tienes dinero para fichar grandes jugadores, mejor. Pero el primer deber de un presidente es preocuparse de que su equipo tenga al personal necesario para que su equipo sea eso, un equipo; y no muchas estrellas juntas sin orden ninguno.

En cambio, el Racing de Santander es todo lo contrario. Un equipo que a base de trabajo ha logrado llegar por primera vez a la copa de la UEFA. Sin grandes estrellas, pero con grandes jugadores y un técnico que sabe mucho del oficio, el conjunto cantabro ha hecho la mejor temporada de toda su historia, con el premio de la competición internacional. Mucha culpa tiene Francisco Pernía, presidente del Racing, que ha sabido contratar al personal adecuado para su equipo y fichar a los jugadores (que no estrellas) que sus ayudantes le aconsejaron.

Otro ejemplo de trabajo y buena gestión por parte del presidente es el del Deportivo, que se ha metido en la copa Intertoto tras acabar la primera vuelta en descenso. Lendoiro supo mantener la calma y lo mas importante, mantener a Lotina. El presidente del Deportivo demostró su experiencia confiando en el entrenador cuando muchos otros lo habrían destituido. Lotina cambió de sistema y el equipo reaccionó. Gracias a la estrategia de tres centrales y a la cantidad de goles marcados a balón parado (que hablan mucho del trabajo del técnico vasco) el Deportivo pasó de ser el tercer peor equipo de la liga a ser el mejor equipo de la segunda vuelta.

Una vez mas, queda demostrado que no se puede ganar con los nombres. El fútbol fue injusto con un Zaragoza, con el de las últimas jornadas, que jugó muy bien y mereció ganar sus partidos; pero fue justo con un equipo desordenado y sin mando y con su presidente, que no supo hacer su trabajo. También le dio su premio al Racing y al Deportivo por el trabajo de sus jugadores y por el trabajo de sus directivos.