Socceroos: En las antípodas de Madrid

Pepe Sarria - Fue a finales de 1993 cuando por primera vez situé a Australia en el mapa futbolístico internacional. Por entonces jugaban una eliminatoria contra la Argentina de Maradona que decidiría cuál de las dos selecciones estaría en el mundial USA 94. Como seguramente recordaréis ganó Argentina y los socceroos se quedaron a las puertas de jugar su segundo mundial, después de Alemania 74. A día de hoy, en cambio, si repasamos la situación en los 5 continentes, podemos ver que es la selección que está más cerca de clasificarse para el mundial de Sudáfrica 2010.

Tras su fallida experiencia en Alemania 74 y su magnífica actuación en Alemania 2006 (curioso que sus 2 únicas fases finales hayan sido en Alemania) la selección que dirige el holandés Pim Verbeek (ex ayudante de Hiddink en Corea 2002 y ex seleccionador de Corea del Sur previamente a su incorporación a los aussies) está dispuesta a seguir entre las 32 mejores, lo cual no es poco si echamos la vista atrás y vemos anteriores fases clasificatorias. Y es que el fútbol es injusto… a veces. Con los socceroos ha sido especialmente cruel en las eliminatorias sucesivas que les enfrentaron como campeones de Oceanía a Argentina (ya comentada antes, global 1-2 para la albiceleste), a Irán (la más dolorosa, sin duda, en la previa de Francia 98 tras empatar 1-1 en Teherán e ir ganando 2-0 en Melbourne, 2 goles encajados en 5 minutos impidieron el pase a la fase final) y a Uruguay (previa Corea-Japón 2002, global 1-3 para los uruguayos). La mala racha acabó cuatro años después, también contra la Celeste, con John Aloisi y Mark Schwarzer como héroes en una tanda de penaltis taquicárdica.

La principal clave de que Australia esté a día de hoy tan cerca de Sudáfrica no es deportiva: desde el 1 de enero de 2006 pertenecen a la Confederación Asiática, por lo que tienen la opción de conseguir plazas de acceso directo al mundial, cosa de la que no podían disfrutar en Oceanía, donde habitualmente aplastaban a sus rivales pero nunca superaban la eliminatoria final. Sin embargo hay que reconocer que es una selección que ha mejorado su grado de competitividad en los últimos años, algo en lo que ha influido decisivamente la aportación de Guus Hiddink, seleccionador de los socceroos durante el tramo final de la fase previa y durante la fase final de Alemania 2006.

Actualmente yo sitúo a Australia en las antípodas de Madrid, no sólo geográficamente sino también futbolísticamente, y me explico. Australia es, ante todo, un equipo. Sus jugadores más determinantes pueden ser Harry Kewell (Galatasaray), que en la selección actúa como un obrero más que suele rematar las jugadas (en muchas ocasiones de cabeza) más que buscar centros con su destacada zurda (lástima de sus continuas lesiones), Mark Bresciano (Palermo), buena pierna derecha, habitual en el lanzamiento directo de faltas y muy participativo en el ataque o Tim Cahill (Everton), gran rematador de cabeza y pieza fundamental en este equipo. Los tres suelen intercambiar sus posiciones y es muy frecuente ver a Bresciano y a Kewell jugando a pierna cambiada, de forma similar a Henry y Messi en el Barça. Sin embargo el resto del equipo conforman un bloque de jugadores rocosos y físicamente muy fuertes que sabe a lo que juega y, sobre todo, juega a lo que sabe, lo que les permite habitualmente esconder sus miserias futbolísticas, que no son pocas. Son jugadores con un espíritu de sacrificio y una calidad colectiva que les hace ser un rival complicado incluso contra selecciones claramente superiores en el apartado técnico (lo demostraron en Alemania 2006). Creo que son la antítesis de lo que pueden ser un Atlético de Madrid o un Real Madrid actuales, equipos con una calidad individual estratosférica pero que como colectivo no funcionan. Es bastante extraño ver una acción individual brillante de los socceroos, sin embargo cometen pocos errores defensivos y colectivamente tienen una buena coordinación. Utilizan un sistema 4-2-3-1 muy elástico exceptuando los 2 pivotes, que son absolutamente destructivos y conforman el eje alrededor del que se mueven los demás jugadores. Suelen buscar pases cortos, al compañero más cercano y tratan de llegar por banda para poner centros a la cabeza del punta o bien de Tim Cahill o Harry Kewell, ya sea para remate directo o provocando segundas jugadas. Las subidas de los laterales suelen ser muy frecuentes gracias al relevo de los centrocampistas. Un solo pero les pongo, al menos en lo que he visto últimamente, se vuelven tremendamente reservones con el marcador a favor (en Bahrein consiguieron una victoria afortunadísima y en Japón buscaron amarrar el 0-0 con descaro, contra Uzbekistán hicieron un buen partido hasta el gol, después también cedieron metros).

Individualmente comienzo por la portería. Todos conocemos al eterno Mark Schwarzer (Fulham), que pese a sus 36 años sigue siendo indiscutible. Sus alternativas a medio plazo podrían ser Brad Jones (Middlesbrough) o Adam Federici (Reading) pero Verbeek sigue confiando en él y, salvo lesión, lo veremos de titular en Sudáfrica. El centro de la zaga también sigue gobernado por la vieja guardia, Craig Moore (Queensland Roar) y Lucas Neill (West Ham), centrales con capacidad de liderazgo y tácticamente correctos, van muy bien de cabeza y acumulan mucha experiencia en las islas británicas. Especialmente destacable el caso de Craig Moore, recientemente tratado de un cáncer de testículos, a sus 33 años sigue siendo pieza fundamental para la zaga aussie. Junto a ellos otro habitual es Chris Coyne, central que perteneció muchos años al Luton y hoy en día juega en el Colchester. Llamados a ocupar su sitio en breve están Jade North (primer capitán aborigen en la historia de los socceroos, juega actualmente en el Incheon de Corea del Sur), Michael Beauchamp (Aalborg) y los más jóvenes como Mark Milligan (Shanghai) o Matthew Spiranovic (Nuremberg).

En el lateral izquierdo alternan Scott Chipperfield (Basilea) y David Carney (Sheffield Utd con cesión al Norwich). Este último, dada la edad de Chipperfield (33) será indiscutible en breve, ya que el esfuerzo físico de los laterales en el equipo de Verbeek es enorme, tiene una buena zurda y le gusta probar el disparo a puerta desde lejos. El lateral derecho, sin duda, es la posición donde el seleccionador aussie sufre más. No hay un titular indiscutible ni un jugador específico para ese puesto, puede jugar Neill (en funciones defensivas), o bien jugadores con vocación más de centrocampista como Brett Emerton (Blackburn), Jason Culina (PSV) o Luke Wilkshire (Dinamo Moscu). Me parece alucinante la versatilidad de todos ellos, especialmente la de Culina, que prácticamente puede jugar en cualquier puesto que se le ocurra al entrenador, incluso de delantero centro. Emerton suele llegar también al remate (16 goles con los socceroos) mientras que Wilkshire se distingue más por sus centros con la derecha, quizá sea el más técnico de los tres.

El doble pivote es una seña de identidad de Pim Verbeek. En esta posición permanece consolidado Vince Grella (Blackburn) y, junto a él, una de las pocas novedades resaltables que ha incorporado el seleccionador australiano, Carl Valeri, mediocentro que juega en la serie B italiana (Grossetto), jugador con muy buena colocación y defensivo 100%. Otros centrocampistas que pueden jugar en esa parcela central son los polivalentes Emerton o Culina, mientras que en el futuro pueden ir entrando Mile Jedinak (Genclerbirligi) o incluso James Holland (AZ Alkmaar) de sólo 19 años.

Llegamos a la zona ofensiva, donde el tridente que precede al único punta debería estar formado habitualmente por los ya mencionados antes Harry Kewell, Mark Bresciano y Tim Cahill. No es extraño, sin embargo, que al menos uno de los tres esté lesionado, lo que da paso a innumerables combinaciones que vuelven a incluir a los versátiles Emerton, Wilkshire, Culina o Chipperfield, así como a Mile Sterjovski (Derby County). En la posición de delantero centro, tantos años ocupada por Mark Viduka (Newcastle), no se puede descartar en absoluto que recupere la titularidad pese a sus problemas físicos, tras un período de semirretirada de la selección. De todas formas hay alternativas francamente interesantes, aunque por lo que he visto en los últimos partidos a Verbeek la que más le convence es la de Brett Holman (AZ Alkmaar), delantero de 24 años. A mí, en cambio, me atrae más Josh Kennedy (Karlsruher), delantero que va fenomenal de cabeza y muy peleón. También está la opción de Scott McDonald (Celtic), jugador de características diametralmente opuestas a los anteriores, pequeñito y bullicioso, tiene el problema de que el sistema de un solo punta le margina bastante por sus condiciones físicas. Es, en cambio, una opción interesante cuando el partido se pone cuesta arriba. No podemos descartar tampoco a John Aloisi, que actualmente juega en Shanghai y el futuro lo tienen el delantero del Hull Richard García o el olyroo Bruce Djite (Genclerbirligi).

En fin, personalmente es un equipo que me gusta porque son conscientes de sus limitaciones y exprimen al máximo sus virtudes. Está claro que contra equipos realmente potentes presentan carencias importantes en su ataque pero son un bloque solidario y comprometido y desde luego me transmiten algo. Ojalá que puedan repetir su actuación del 2006, me encantará verles ganar partidos siempre que no se enfrenten a esos bajitos de rojo que nos maravillaron en Austria el verano pasado.