En medio de la euforia, en el centro de las celebración, siempre tiene que aparecer un aguafiestas. Una persona que, por maldad o puro escepticismo, deja abierto algún interrogante y pone en evidencia que en la vida nunca, o casi nunca, es todo perfecto. Esa persona soy yo, y mientras Bilbao festeja la mera posibilidad de que el chileno Marcelo Bielsa sea entrenador del Athletic la próxima temporada, me pregunto: ¿Qué ha hecho Bielsa?
No soy nadie para entrar a valorar su persona. Es más, el hecho de rechazar al Inter de Milán para poder llegar a España denotan que Marcelo Bielsa es un romántico, un entrenador que no busca títulos, fama ni dinero, sino ser feliz haciendo lo que más le gusta, lo cual es admirable. Sin embargo, su faceta profesional me deja algunas dudas. Conviene admitir, ya desde el principio, que el fútbol actual es resultadista, y la alegría de gran parte de las aficiones depende de un desenlace positivo de la temporada. Y Bielsa no asegura esto.
Además, la propuesta del técnico argentino difiere bastante de la filosofía del Athletic. El fútbol es un arte que admite distintos estilos, sin que ninguno tenga que ser necesariamente mejor que otro, pero las intenciones de Bielsa -fútbol de toque- se alejan bastante de una parroquia bilbaina acostumbrada a un fútbol más directo, más «clásico».
La llegada de Ander Herrera, un mediocentro técnicamente excelente, propicia e invitar a jugar con el balón a ras de cesped y evitar los balones largos. Sin embargo, esto implica renunciar a una de las mayores virtudes de Fernando Llorente, así como sentar en el banquillo a un jugador emblemático para dar entrada al exjugador zaragozano.
Las alternativas para dejar un hueco en el once, presuponiendo que Gurpegui sea desplazado hacia la banda derecha, son: Toquero, la personificación del espíritu de San Mamés, o el navarro Orbaiz, capitán del equipo y dueño del centro del campo. A priori, no parecen cambios demasiado convincentes.
El Athletic disputará la próxima temporada tres competiciones: Liga, Copa del Rey («su» competición, en la que probablemente sean el equipo más ambicioso) y la Europa League. La plantilla de los rojiblancos, plagada de canteranos y jugadores sin mucha experiencia, no es demasiado larga, y puede acusar el desgaste de un año muy largo.
Por todo esto, y pese al más que probable enfado de mis amigos hinchas del Athletic, los pies deben mantenerse en el suelo. Existen varias razones para ilusionarse, pero también para desconfiar del proyecto de Marcelo Bielsa, porque finalmente, solo el tiempo coloca las cosas en su justo lugar.
4 Comentarios
Hola Marcos, Bielsa es argentino. Dirigio a Chile, pero es Argentino.
Tienes toda la razón Gustavo, he cometido un error bastante común, ya está corregido. Gracias.
El futbol de Bielsa esta lejos de ser futbol de toque, es un futbol completamente vertical, de presion, que concentra los avances principalmente por las orillas.(en Argentina, sus detractores, le criticaban precisamente esta verticalidad)
Y creeme que esta fue una desicion sumamente meditada y estudiada por el argentino, que no deja detalle al azar.
Yo soy seguidor del Athletic y se ve que tu no. De primeras decirte que Orbaiz hace mucho tiempo que no tiene sitio en el 11 del Athletic que al jugar con dos mediocentros estos son Javi Martinez y Gurpegui.