Damián – En los últimos días he apreciado una gran cantidad de comentarios en los medios de comunicación sobre el Real Madrid que no le dejan bien parado. Me refiero por ejemplo a los comentarios de Pandiani, delantero de Osasuna, recomendándole a Preciado llamar a Mourinho para preguntarle por qué se dejó ganar en el Camp Nou; o del presidente del Sevilla, José Mª del Nido, diciendo que el Madrid pagó en el Camp Nou querer despotenciar al resto de la liga; o de Juande Ramos, ex técnico blanco, criticando la política deportiva blanca.
Todo ello sin olvidarnos de que cada partido que el Real Madrid juega fuera de su estadio se convierte en una pesadilla para ellos con una afición y un equipo contrario totalmente revolucionados contra los blancos.
Sin duda que estamos asistiendo a una creciente corriente antimadridista que para mi tiene varias causas. De un lado el giro radical que han dado varios medios de comunicación convirtiéndose en defensores a ultranza de los blancos atacando frontalmente, muchas veces con un pésimo gusto, a todos los demás (sobre todo al Barcelona por razones obvias) con campañas de villaratos, canguelos y demás zarandajas. Ejemplo paradigmático el diario deportivo Marca que desde la llegada de su director Eduardo Inda ha dejado de lado toda objetividad para convertirse en la guardia pretoriana del madridismo, defendiendo hasta el delirio todo lo que acontece en la casa blanca y atacando el mínimo detalle que ocurre en Barcelona. Ha pasado de ser un periódico serio a un panfleto digno del más zafio programa de prensa rosa.
La apoteósica vuelta de Florentino Pérez (el ser superior), a lomos de la prensa deportiva de la capital, con sus megafichajes y sus empalagosas presentaciones proyectando una imagen de prepotencia y endiosamiento con las que nos bombardearon en todos los informativos supuso otro empujón para que los aficionados de los demás equipos se hastiaran un poco más del club blanco.
La llegada de Cristiano Ronaldo elevó en gran medida el grado de antimadridismo. El extraordinario jugador portugués se ha labrado una imagen de chulería y prepotencia a la que las aficiones y jugadores contrarios responden con insultos y dureza. Una mezcla que acaba por eclipsar los excelentes partidos que acostumbra a realizar el crack portugués.
Y para acabar de completar el cuadro la llegada de José Mourinho ha destruido cualquier atisbo de imagen positiva que todavía le quedara al club merengue. El extraordinario técnico no deja pasar la ocasión de mostrar su lado más provocador, soberbio y chulesco, situándose por encima de los demás mortales, lo que provoca el hartazgo de rivales y neutrales.
Este cóctel está siendo muy dañino para el Real Madrid. Le puede proporcionar títulos, está por ver, pero será a un precio altísimo, destruyendo su imagen y coleccionando antipatías por donde pasa. Desde cierta prensa de Madrid y desde el propio club deberían replantearse su forma de comportarse y volver al viejo estilo de señorío y buenos modales que tantos triunfos y reconocimiento popular le reportó en el pasado. Aunque me pregunto si con los actuales dirigentes, algún que otro jugador y entrenador es posible este cambio de rumbo o por el contrario lo seguirán potenciando hasta quedarse totalmente solos.
3 Comentarios
Completamente de acuerdo. Cuánta envidia se le tiene al club más grande de toda España…Saludos desde La Escuadra de Mago
supongo que debe subir el odiometro al mismo ritmo que alaban el juego del barcelona, pero creo que haciendo gala de tu titulo, el futbol es injusto a veces, cuanta envidia, un saludo
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