Dani Navedo - Hoy me ha dado por irme a lo exótico, en plan Áxel Torres, pasando de equipos como Arsenal, Fiorentina y Stuttgart, para ver el partido entre el Apoel Nicosia y el Kobenhavn, más conocido como Copenhague por estos lares. El equipo danés llegaba al Estadio GSP con la ventaja adquirida en la ida al ganar por un tanto a cero y con la intención de entrar en la fase final de la UEFA Champions League por segunda vez en su historia tras su participación en la edición 2006/2007, pero había un equipo chipriota que no estaba por la labor y, como me encantan los equipos modestos, supongo que como a muchos, iba con la idea de ver al Apoel en acción.
Ivan Jovanović, míster del Apoel, optó por un 4-4-2 o 4-4-1-1 según las circunstancias. Para los balones largos la primera de las formaciones citadas, para el juego por bajo, el segundo sistema con Zewlakow más retrasado. Por otro lado, la primera impresión que me dio la defensa no fue muy buen, pues tienen serios problemas para coordinarse a la hora de fijar los marcajes y tan solo Christos Kontis daba sensación de seguridad. También cabe destacar la presencia en punta de Mirosavljevic, al que la afición del Cádiz recordará por el apodo de «Mortadelo».
Comenzaba el choque y, que buena suerte la mía al escoger este partido, la primera llegada acaba en gol. Gran desmarque de Kosowski bien visto por Charalambides y definición perfecta ante la salida de Jesper Christiansen. Pero no había sido un gol cualquiera aunque en un primer momento pareciese lo más sencillo del mundo. En la repetición se observaba como el número 21, Kamil Kosowski, le indicaba a la perfección a su compañero el lugar al que tenía que mandar el balón y como controla el esférico con el pecho, colocándoselo también de maravilla para la volea final. Desde ese momento, ya tenía claro a que jugador iba a seguir en todo momento a lo largo de este partido, pues tengo que admitir que no conocía de nada a este internacional polaco que me asombró a las primeras de cambio.
Pero sigamos con el encuentro, porque la primera mitad daría para mucho. Con el 1-0 en el marcador y la eliminatoria igualada, los locales no aflojan y siguen tocando con criterio el balón. A los 20 minutos, penalti tan tonto como claro de Pospech sobre el lateral izquierdo de los locales, Elía; pena máxima que se encargaría de transformar Chrysis Michael engañando al guardameta visitante. Pero no duraría mucho la fiesta que ya se había montado en la grada, porque tan solo dos minutos después, fallo de la defensa y un centro desde la banda acaba en la cabeza del N´Doye y, tras contactar con esta, en las redes locales.
Pasa la media hora y el buen juego a ras de suelo mostrado por los locales, combinando el juego por alto y por bajo, cambió radicalmente y pasó a ser un constante pelotazo largo en busca de una cabeza amiga, quizás por el ansia que les producía verse por detrás en la eliminatoria pese a ser claramente superiores a su rival en el choque de hoy. A cinco minutos para cumplir el tiempo reglamentario, Zewlakow pone el centro perfecto a la cabeza de Michael, que entra como un obús por el punto de penalti y remata a puerta de cabeza en plancha haciendo el segundo tanto en su cuenta particular. 3-1 en el marcador y, por si fuese poco lo que había pasado, un defensa local tiene que despejar el balón de cabeza bajo palos y a los visitantes les anulaban un tanto de forma correcta. Por fin, descanso.
Sin cambios en la segunda mitad. Salen los mismos jugadores pero equipos diferentes: es el Copenhage el que ataca y el Apoel el que defiende con todo. Lo que se había visto al final de los primeros cuarenta y cinco minutos, no era un espejismo, sino un reflejo de lo que nos esperaba tras el paso por el vestuario. En pocos minutos los visitantes crean más ocasiones que en los anteriores compases, pero ahí ejerce un nuevo héroe: Chiotis, el portero del Apoel Nicosia. En una demostración de reflejos y seguridad, salva a su equipo una y otra vez. Poco a poco el arranque del equipo danés se va apagando y con no tener grandes fallos defensivos, los chipriotas no sufren en exceso.
Como curiosidad, apuntar que sobre el minuto 80 se confirmó mi sospecha: Kosowski es todo un ídolo en el Apoel. Se marchaba del campo sustituido y la ovación fue tremenda, cual Messi retirándose del Nou Camp, pero vestido de azul y amarillo. Y no es para menos, pues dio una lección dirigiendo a su equipo en ataque y sacrificándose en el aspecto defensivo cuando fue necesario. También sería sustituido Aílton por parte de los visitantes, sin duda, el mejor por parte de su equipo, rompiendo una y otra vez la defensa rival. De ahí al final, con un poco de tiempo perdido por aquí y un par de faltas con amarilla incluida por allí, se llegó al final y el Copenhage no dispuso de más ocasiones claras.
Pitido final y todo el mundo llorando. Algunos no se lo creen y tienen cara de estar esperando todavía a que acabe el partido, otros se derrumban sobre el césped, los de un color por haberlo logrado y los del lado contrario por haber perdido una gran oportunidad para entrar en la máxima competición europea; las cámaras enfocan a Chiotis, protagonista indiscutible del partido, que también se tira sobre el campo… la fiesta puede empezar, el Apoel Nicosia jugará la UEFA Champions League.
11 Comentarios
Es una verguenza que Platini, haga este tipo de cosas el Celtic elimindado y el Apoel pase increible.
@Marc
Comentaba el otro día Áxel Torres, al que precisamente cito hoy en el artículo, que este nuevo sistema que había impuesto Platini es mejor.
Desde luego, para alguien como él, al que le encanta todo tipo de fútbol, no hay duda, si que es mejor; pero el perder a equipo míticos como el Celtic… ¿Vale la pena?
Sería un debate interesante.
Saludos compañero!
No es por nada pero luego esos equipos quitan espectaculo en la maxima competicion europea.
Pues yo creo que está bien dar oportunidades a equipos más "exóticos", porque no se les dio antes. Qué hubiera pasado si el Apoel hubiese jugado Champions casi cada temporada desde los años 60, que ahora sería un grande y que sería más popular y por lo tanto tendría mejor plantilla. Con esto se intentan reducir diferencias entre los más grandes y los más pequeños, aunque egoísticamente uno prefiere ver un Celtic – Arsenal en los grupos que un Arsenal – Apoel sin duda, pero esto beneficia a los grandes equipos, y los que no pasan van a la Europa League y así sube el nivel de la 2ª competición continental.
Pues el sentido común me dice que hay que darles oportunidades a equipos de ligas menores, aunque prefiero ver un Celtic – Arsenal que un Copenhague – Apoel.
Un saludo.
@Marc
Veremos lo que pasa, quizás algún equipo de la sorpresa, como pasó la anterior campaña con el Anorthosis.
@Helion
No está mal cambiar de vez en cuando, pero veremos cual es la reacción del público. Desde luego que en cuanto a nombre, suena mejor un "Celtic – Arsenal" que un "Apoel – Arsenal", pero, como dices, tampoco es malo darle oportunidades a este tipo de equipos.
@Deportivista
Lo interesante ahora será ver a donde llegan equipo como el Debrecen o el mismo Apoel, desde luego, que pasen la primera ronda, sería una sorpresa, pero no es descartable.
Saludos a todos!
El Apoel sigue el camino del Anorthosis , que tan buen sabor de boca dejó la temporada pasada aunque el final no lograra meterse ni en la Uefa al quedar cuarto .
Un saludo
@futbollium
Lo malo de este tipo de equipos es que en último momento se ponen muy nerviosos.
Siempre los grandes, los más acostumbrados a la tensión de la Champions, acaban pasando, salvo excepciones.
Saludos!
@ Marc Calduch
Es que precisamente si montásemos una competición con los 32 mejores del continente sería una competición totalmente elitista. Si hablamos de competitivad, te puede asegurar que habría que hacer una Champions League con 7 u 8 equipos españoles, 8 ó 9 ingleses, 6 ó 7 italianos, 5 ó 6 equipos alemanes y poco más.
Te quejas de que no esté Celtic, pero tampoco están equipazos como Villarreal, Valencia, Genoa o Aston Villa, etc.
Lo tengo muy claro, este debe ser el formato. El día que cambie -que esperemos que no llegue- será para formar la Superliga Europa y entonces los equipos pequeños de toda Europa dejarán de tener muchos alicientes, sería pan para unos cuantos ricos y poderosos; pobreza, misera y decadencia para otros.
Yo disfruto viendo al Supercampeón de Europa '08 sufrir con el Bate Borisov o al Inter sufriendo con el Anorthosis.
Saludos!
Por una parte, es cierto que de esta forma se premian a las ligas menos potentes, expandiendo el fútbol. Pero por otro lado, piensas en lo atractivo que sería el Sporting de Lisboa en lugar del Debreceni, el Celtic en lugar del Apoel, etc… y da un poco de pena.
Y si los modestos se lo ganan ante los mejores (El año pasado en Anatorhis elimino al Olympiacos) pues vale, pero si les facilitan la entrada de esa manera y se la dificultan a otros mejores, mola menos.
La verdad es que me sorprendió la remontada y más habiendo visto el partido de ida. Ahora se tendrá que ver como actua el equipo en la fase de grupos donde se verán las caras con el Atlético de Madrid.
Saludos