Lyon y Burdeos, trayectorias antagónicas

Dani Navedo - Noche de miércoles sin ligas de las llamadas grandes, a excepción de una, la Ligue 1. No es mi preferida, aunque tampoco la odio, sin embargo, debo reconocer que últimamente la tenía demasiado abandonada. Gol TV en esta ocasión nos ofrecía una doble sesión más que interesante de esta competición: un Lyon – Montpellier para abrir boca y un Toulouse – Burdeos para cerrar la noche.

A las 19:00 empezaba el primero de los partidos y yo tenía un favorito: el Montpellier. Equipo recién ascendido sin otra competición además de la liga, pues ya ha caído en la copa, que visita a un grande en horas bajas que está pensando en otros asuntos. La combinación suele ser peligrosa y los despistes se suelen pagar con puntos. La primera parte fue de tanteo y aunque la posesión la dominaba el Lyon, los visitantes no dejaban espacios en defensa y Jourdren no tendría apenas trabajo. Sin embargo, la segunda mitad sería diferente.

En los segundos cuarenta y cinco minutos el Montpellier salió decidido a por la victoria y enseguida se puso por delante. Un gran disparo de Víctor Montaño ante la dejadez de la defensa lionesa, deja sin opción a Lloris y pone el 0-1 en el electrónico. A partir de ahí, los visitante podían centrarse en su auténtica arma, el contragolpe, comandado por Camara. Pero ni una cosa ni otra. El Lyon no combinada, pero tampoco dejaba suficientes espacios en el medio campo como para poder salir a la contra con facilidad. Al más mínimo despiste, ahí aparecían Cris y Toulalan para repararlo.

Se acabó la paciencia de los hombres de Claude Puel y tocaba recurrir a la heroica. La táctica, «balones al área», el resultado, inmejorable. El segundo balón colgado, llega a la cabeza de Gomís, un hombre que incomprensiblemente no está teniendo demasiados minutos, que cabecea a la red. Pero el Montpellier parecía tener el partido controlado en todo momento y eso que el empate debería haber sido un mazazo allá por el minuto 80.

Tras el saque de centro, la posesión la tenían los de René Girard sin demasiada dificultad. El Lyon no era capaz ni de dar dos pases seguidos. En una falta desde un lateral, la defensa de los locales demuestra que es un desastre. Una pasividad asombrosa de la zaga lionesa deja completamente solo a Marveaux para fusilar desde el área pequeña a Lloris. Increíble la nefasta compenetración entre los hombres de Puel, dejando hasta a dos hombres libres de marca en el área pequeña. Ya en los primeros compases, el Montpellier había marcado un tanto similar, pero fue anulado por fuera de juego. En esa zaga hay un grave problema y quizás ya sea demasiado tarde para intentar arreglarlo.

Se habla de posibles refuerzos en el Lyon, pero, por lo que tengo entendido, lo mejor en este caso es un cambio de entrenador, ya que hay recursos más que suficientes a nivel deportivo y no hay muchos recursos a nivel económico. El principal problema es que Puel no está sabiendo aprovechar su plantilla y cesar a este entrenador significaría para Jean-Michel Aulas, presidente de este club, reconocer su error, ya que ha sido una apuesta personal. Que Gomis no goce de minutos habla muy mal de este técnico y acabar sextos el año a trece puntos del líder, con semejantes jugadores, es un desastre. Se avecinan cambios, pero veremos de que tipo.

El último choque de la noche también era muy interesante. El Toulouse, un equipo rocoso y siempre bien plantado, sobretodo en casa, frente al actual campeón y líder de la competición, el Girondins de Burdeos. En este caso, no tenía claro el favorito, pues tanto la consistencia de unos en casa como la calidad de los otros, me obligaban a quedarme imparcial en un inicio y a esperar cualquier tipo de sorpresa.

Y así empezó el partido. A los tres minutos ya se ponían por delante los locales merced a un gol del eléctrico Machado. Un Machado que no pararía de correr y chutar a lo largo de todo el partido, siempre muy activo el jugador portugués. ¿Nervios en el campeón porque el asunto no iba bien? Ni mucho menos. Cuatro minutos tardó Chamakh en cazar un centro y colocarlo en la base del poste con un gran cabezazo para hacer el empate. Aquí no ha pasado nada, vuelta al comienzo.

Se relajaron ambos equipos y cada uno puso sus cartas sobre la mesa. El Toulouse ponía todos los obstáculos posibles en las triangulaciones de los futbolistas visitantes. Muchos juego de medio campo y poca profundidad en ambos bandos; el resultado, descanso sin más goles. Ambos equipos parecían tener miedo de encajar otro gol que no fuese tan fácil de remontar y se mostraron quizás demasiado cautos por momentos. Estaba claro que el resultado se iba a decidir en un pequeño detalle, si es que alguien conseguía inclinar la balanza.

Un pequeño detalle puede conllevar a varias ideas grandes. Detrás de los pequeños detalles suelen estar grandes jugadores con una enorme calidad para decidir un partido. Cuando el juego estaba completamente trabado y el Burdeos estaba empezando a recurrir al balón largo, un balón de los más normal llega a los pies de Gourcuff, que se saca un pase de la nada gracias a una semiruleta y deja solo a Chamakh, quien es derribado en la frontal del área. Consecuencias: el zaguero expulsado, falta al borde del área que acaba en gol. De rebote, pero acaba en gol. El partido estaba acabado.

Una victoria más para el equipo de Laurent Blanc, que está imparable. Acaba el año más líder que nunca, venciendo en un campo muy complicado y demostrando una vez más que su clasificación en el complicado grupo de Champions en el que había sido encuadrado, no fue casualidad. Coordinación tanto en ataque como en defensa, algo que el ex-dominador de esta liga ya no posee, hacen de este equipo un auténtico peligro. En liga están arrasando, pero la Champions es otra historia…