Tras el derribo de San Mamés el pasado Junio, se abría un nuevo período en la historia del club vasco de Bilbao. Cien años de vida de un estadio casi tan mítico como el equipo rojiblanco. La Catedral, un templo sagrado del fútbol por tradición, alimentaba su leyenda siendo la pieza en torno a la que giraban equipo y afición. Campo temido para los visitantes y motivo de orgullo para los locales.
Con la construcción del nuevo San Mamés -aún inconcluso- y el derribo del antiguo, parecía que se nos escapaba, a los más románticos de este deporte, un trozo de historia y sobre todo, un poco del aura que este estadio desprendía. Sin embargo, visto lo visto a la conclusión de la primera vuelta en el campeonato nacional, podemos convencernos de que el nuevo sigue conservando toda la magia que atesoraba el antiguo.
Y es que el nuevo San Mamés, que se encuentra situado en terrenos contiguos a dónde se hallaba el antiguo, se ha convertido en un bastión inexpugnable para los equipos que tienen que visitarlo, y parece heredar (quizás por cercanía) todo el halo de majestuosidad que se le ha atribuido desde siempre a su predecesor. Durante toda la primera vuelta ha sido un hervidero rojiblanco, donde todos los equipos han mermado su rendimiento ante el rugido de una afición que sabe que su estadio sin ellos sería un estadio grande y bonito sin más, con ellos es La Catedral del fútbol español. Porque el aficionado del Athletic aprieta y, bajo ningún concepto, hinca la rodilla. Eso también se ha visto reflejado en el terreno de juego y ha tenido consecuencias directas: se han mantenido invictos como locales durante toda la primera vuelta. Sólo dos equipos pueden presumir de haber sacado algo del fortín de los leones, Valencia y Elche con sendos empates.
Para el recuerdo queda la victoria ante un Barça que se mantuvo invencible en liga hasta ese momento; o ante el Villarreal, que llegaba a San Mamés lanzado tras las primeras jornadas de liga; o el partido inaugural del recinto, ante el Celta, con una remontada que puso en pié por primera vez al nuevo estadio.
Porque si hay algo que se ha convertido en costumbre durante esta primera mitad de la temporada en el coliseo rojiblanco, sin duda, han sido las remontadas. Desde esa primera ya mencionada ante el conjunto de Luis Enrique, hasta la del Rayo la semana pasada -deshaciendo un empate a falta de 15 minutos- hemos vibrado con la forma de sobreponerse de un resultado adverso al equipo bilbaíno y casi lo hemos tomado por costumbre. La remontada ante el Betis, marcando dos goles en los minutos finales (guión casi repetido más tarde ante el Levante de Caparrós). Los dos empates ante Valencia y Elche, conseguidos ambos partiendo de la desventaja (peor aún en el caso del Elche, ya que perdía por dos goles a cero). Todas vibrantes, tanto para el aficionado como para el espectador.
Cuando uno se toma una pausa para pensar en esto, sin duda tiende a encontrar más que razonable todas estas remontadas, todas estas victorias conseguidas y esta lucha por no caer. Parece que el azar o la suerte no tienen lugar para el equipo de Ernesto Valverde, menos cuando el escenario es este mágico templo de fútbol.
Mientras exista un verde rodeado de gargantas tan fieles y de fé tan ciega en un equipo, existirá el fútbol que a todos nos gusta. El fútbol en el que el aficionado lleva en volandas a su equipo, en el que la comunión de la gente con los jugadores se hace total entre los ladrillos de un estadio. San Mamés es la Catedral por algo, y el Athletic, con su particular política, es tan grande gracias a lo que sucede al calor de su fría piedra y bajo el aliento de su gente.
Veremos hasta cuándo se alarga la racha y quién es el conjunto afortunado de poder decir que fue el primero en ganar en la Nueva Catedral. Los resultados están ahí, y, de momento, nadie ha vencido al león dentro de su jaula.
1 Comentario
Buen artículo Javier.
El estadio inconcluso es una maravilla, me puedo imaginar la olla a presión que será cuando se complete.
Como amante del fútbol y simpatizante del Athletic por herencia, me encantaría poder visitar el estadio en el futuro. Mientras te agradezco que nos lo hayas acercado a los seguidores de El Fútbol es Injusto.