Esta Copa embriaga

Damián - Los partidos del miércoles fueron un excelente comienzo de la jornada copera correspondiente a los cuartos de final. Primero Villarreal y Sevilla ofrecieron un encuentro trepidante y lleno de alternativas que finalizó con un espectacular empate a tres goles. Los amarillos gozaron de dos ventajas (2-0 y 3-1) de dos goles que no supieron mantener. El coraje y el empuje de los nervionenses, su orgullo de vigente campeón, logró dejar una eliminatoria que se había puesto muy cuesta arriba inclinada a su favor con el empate final.

Esta claro que la vuelta de Jesús Navas le ha sentado muy bien al equipo de Goyo Manzano. Si consiguen dotar de más calidad a su medio campo pueden volver a ser un rival durísimo de pelar y que pueda seguir luchando por títulos y por meterse en la Champions. Aún así la eliminatoria no está para nada decidida. El Villarreal, quizás después del Barcelona el equipo que practica un fútbol más refinado, puede ganar en el Sánchez Pizjuán. Argumentos tiene para ello a pesar de las bajas que le azotan últimamente.

Después llegó la eliminatoria teóricamente más desequilibrada. El Barcelona, ahora mismo el equipo más en forma del planeta fútbol, frente al Betis, líder de la segunda división. El que no viera el partido y sólo se enterara del 5-0 final seguramente pensaría que fue un partido facilón para los azulgrana. Estaría muy equivocado. El Betis de Pepe Mel planteó un partido valiente. Se lanzó a presionarle la salida del balón poniendo en muchas dificultades a los de Guardiola. Los verdiblancos llegaron al área azulgrana mucho más que casi todos los rivales de primera división que pisan el Nou Camp. Eso no quiere decir que el Barcelona jugase mal, en mi opinión jugaron un buen partido creando numerosas ocasiones de gol que un gran Casto desbarató.

Después, sobre todo a partir del minuto 60, al Betis el partido se le hizo eterno. Es agotador física y mentalmente jugar a ese ritmo 90 minutos y los azulgrana se aprovecharon anotando cinco goles (con triplete del Balón de Oro Messi). Quizás el resultado más justo hubiese sido un 7-2 o un 8-2, pero se quedó en un 5-0 que deja igualmente sentenciada la eliminatoria.

Ayer jueves se disputaron los dos encuentros restantes. Bajó el nivel de estos cuartos el partido entre Almería y Deportivo de A Coruña. Por muchos cuartos de final que sean ver el estadio prácticamente vacío baja ya los niveles de adrenalina a los pies. El ambiente más bien parecía el propio de un bolo de verano que de una eliminatoria que da acceso a disputar una semifinal de Copa. Dejando el ambiente a un lado, que es tema para otro artículo, el partido me defraudó bastante.

El Almería puso más empeño, pero anduvo escaso de acierto, mientras que el Dépor sigue demostrando una falta de ambición total. Desde luego que no podemos esperar unas prestaciones como las del Superdépor, pero si más ganas, decisión y ambición. Al menos las mismas que demostró el Betis ante el todopoderoso Barcelona. Al final 1-0 para los locales, que pudieron irse con una mayor renta a Riazor, que deja abierta la eliminatoria. Aunque si los blanquiazules quieren meterse en las semifinales tendrán que demostrar mucho más de lo visto ayer.

Y por último cerró la jornada un derby muy atractivo, Real Madrid frente al Atlético de Madrid. Y como suele ser habitual, no ya en las últimas temporadas, sino desde el siglo pasado, el Atlético volvió a naufragar ante un rival, que es superior sí, pero que le tiene comida la moral de tal forma que salen prácticamente derrotados al campo. Ni adelantándose en el marcador en los primeros minutos como ayer consiguen derrotar a los blancos. Otra vez les ganaron y además con un gol absurdo en el último minuto del partido que dejó el marcador en 3-1. Un resultado que será muy difícil de remontar en el Vicente Calderón viendo las prestaciones colchoneras ante su eterno rival. El 2-1 sería otra cosa pero ahora…

Fue un partido loco, electrizante, sin pausa; como suelen ser los del Real Madrid. En el primer tiempo jugó mejor y mereció más goles, pero sólo pudo irse con 1-1 al vestuario. En el segundo tiempo ambos equipos acusaron el cansancio y ya no llegaban con tanta claridad a las áreas, sobre todo los blancos. Ojo que si siguen a este ritmo contando con tan sólo 13 ó 14 jugadores pueden llegar muy justos al final de la temporada, cuando todo se decide. Ahora los blancos tienen bien encarrilada la eliminatoria, aunque es de suponer que los rojiblancos saldrán ante su afición a buscar la remontada, eso sino se inmolan ya en los primeros minutos como les suele pasar, sobre todo a orillas del Manzanares.