Decanos del fútbol, catedrales, estadios cinco estrellas, construcciones gigantescas que albergan cien mil espectadores. Son muchos los tópicos y alusiones repetidas hasta la saciedad para resaltar determinados hechos de instituciones o lugares.
El Molinón es un verdadero desconocido para mucha gente en ese aspecto. Ni se ha escuchado el himno de la Champions ni se ha levantado ningún título, pero tiene otras cosas peculiares que le hacen destacar o sobresalir sobre la inmensidad de estadios que se distribuyen por la geografía de nuestro país.
Rescataremos algunas de esas peculiaridades que, posiblemente, los más jóvenes y no tan jóvenes desconozcan.
Nos encontramos ante el estadio más antiguo del fútbol español. Es el vigésimo octavo más veterano del mundo, pero si exceptuamos los campos de las islas británicas, podemos asegurar que sólo existen en el planeta cinco estadios más vetustos que el gijonés, lo cual no deja de ser un hecho excepcional y sobresaliente teniendo en cuenta los orígenes del fútbol.
Existe constancia de que el 20 de mayo de 1908 se disputó un partido en aquellos terrenos. El diario local El Comercio así lo acredita. La normalidad y la ausencia de excepcionalidad en aquel relato hace pensar que no era la primera vez que se desarrollaba aquella actividad, por lo que posiblemente su uso fuese anterior. Un molino hidráulico de gran tamaño que se erigía en la zona dio nombre al estadio. El Real Sporting Club Gijonés lo empezaría a utilizar en 1915 y el primer partido oficial nacional se celebraría en 1917 ya bajo el nombre de Real Sporting de Gijón. En 1920 acoge la final de Copa del Rey entre el Athletic y el Barcelona. En 1969 se convierte en el primer estadio de España completamente cubierto.
Toda esta cronología nos hace imaginarnos la cantidad de nombres ilustres que han pisado el cesped gijonés, como los locales Churruca, Herrerita, Miera, Cundi, Joaquín, Ablanedo, Maceda, Lediakhov, Fernando Gomes, Enzo Ferrero, Cunningham, Eloy, Luis Enrique, Abelardo, Julio Salinas, David Villa o el propio Quini, con 5 trofeos pichichi a sus espaldas (siete, si sumamos los de segunda división), o las estrellas de talla mundial como Di Stefano, Puskás, Kubala, Cruyff, Maradona, Ronaldo, Romario, Zidane, Ronaldinho, Cristiano o Messi.
El 25 de noviembre de 1979 se escuchó de forma espontánea por primera vez el “Así, así, así gana el Madrid”, tras una polémica decisión del árbitro Ansocúa Sanz por la que el argentino Enzo Ferrero fue expulsado. Era el mejor Sporting de su historia y existía el antecedente de la temporada anterior, donde otra sanción al propio Ferrero no le había permitido disputar el partido decisivo ante el Real Madrid, que acabaría decidiendo el campeonato. Probablemente estemos ante la frase más cantada y utilizada del fútbol español, tanto por unos como por otros.
También fue sede en el Mundial de 1982 celebrado en España, donde disputaron partidos las selecciónes de Alemania Federal, Austria, Argelia y Chile.
El 25 de junio de 1982 la República Federal Alemana y Austria disputaban el último partido del grupo B que decidiría qué dos selecciones pasarían a la siguiente fase. Los alemanes necesitaban la victoria para continuar y a los austriacos les servía igualmente con la derrota. A los 12 minutos, Hrubesch marcaba el gol alemán que sentenciaba a los argelinos. “Que se besen, que se besen” gritaba la grada, mientras los futbolistas se dedicaban a pasarse el balón en el centro del campo en lo que se bautizó para la historia como “el partido de la vergüenza”.
En 1983, la película Volver a Empezar conseguía para el cine español el primer Óscar de toda su historia. El Molinón y el Real Sporting de Gijón formaban una parte importante del hilo argumental de la misma.
En este estadio se presentaron un mes de septiembre de 1987 unos italianos más o menos desconocidos en nuestro país. Berlusconi acababa de desembarcar en el AC Milán y, a golpe de talonario, pretendía construir un equipo dominador en Italia. Sacchi en el banquillo y Tassotti, Ancelotti, Donadoni, Baresi (ausente) Massaro y unos jovencísimos Gullit y Van Basten en el campo. Ese Milán caería en el Molinón, aunque remontaría en la vuelta. Aquel año ganarían el Scudetto y los dos siguientes la Copa de Europa, pasando a constituir uno de los ciclos hegemónicos más recordados en el viejo continente.
Tras su última reforma, nos encontramos ante un campo moderno y coqueto. Similitudes a estadio británico, especialmente en la grada principal, apodada “la tribunona” por los aficionados locales. Lejos quedan aquellos barrizales entre los que Jesús Mari Zamora le dio una liga agónica a la Real Sociedad, aunque la lluvia siga siendo habitual acompañante en cualquier tarde de fútbol.
Hoy, el aficionado que visita El Molinón, sufre más que disfruta. Las cláusulas de rescisión y la Ley Bosman facilitan la fuga de talentos e invitan al propio club a buscar fuera lo que debería encontrar dentro.
Generaciones de aficionados gritarán, se emocionarán, se enfadarán y disfrutarán en el asiento donde lo hacían sus padres o abuelos, aquellos que un día les llevaron por primera vez a un estadio centenario a descubrir la magia del fútbol y que les produjo tal impacto que decidieron no abandonarlo jamás. Hoy son ellos quienes llevan a sus hijos y les responden sobre los nombres de los jugadores.
Tiempos difíciles se intuyen, pero el Molinón, impasible al paso del tiempo, volverá a sucumbir al embrujo de un balón dando vueltas, porque ha sido, es, y será fútbol. Larga vida al Molinón.
3 Comentarios
Me encantó esta publicación. Muchas cosas no las sabía y me parecen muy interesantes. Os dejo que enseguida me preparo para mi peregrinaje al MOLINÓN. Hoy tenemos que ganar SÍ ó SÍ.
PUXA SPORTING
El estadio más bonito y con más personalidad de España.
Amén de ser un equipo muy querido por mí, por la gente que aportó a mi equipo, el Barça, como los Quini, Abelardo, Iván, Luis Enrique o Villa, siempre me pareció un estadio muy inglés, muy coqueto y con personalidad. Además, en los 80, me hacía mucha gracia sus porterías, con esa red cogida por dos partes. Puxa Sporting!!!