Ramon Velázquez, @rvelazquez19 – Todo en esta vida tiene fecha de caducidad. El tiempo pasa, y hay que adaptarse a los últimos avances para estar a la última, o simplemente por necesidad. Este es el caso del mítico estadio del Galatasaray, uno de los emblemas del fútbol turco, y que siempre ha jugado un factor enorme en los partidos que el equipo ha disputado como local, siempre caracterizado por la actitud radical de su acérrima hinchada.
El Ali Sami Yen Stadyumu, llamado así debido al nombre de su fundador, Ali Sami Yen, que presidió el club de 1905 a 1918, y de forma esporádica en 1925, es comúnmente conocido como «el Infierno» debido a, en gran parte, al uso de bengalas con los colores del equipo (rojo y amarillo), antorchas, que junto a los cánticos de su público, ha creado una atmósfera difícil de encontrar en otro estadio.
Este estadio fue construido en 1945 para sustituir el hasta entonces feudo llamado Taksim Stadium, donde cohabitaban Besiktas, Fenerbahçe y Galatasaray, pero hasta 1964 no se convierte en el terreno oficial del equipo, cuando se inaugura con la disputa entre las selecciones de Turquía y Bulgaria, en el que hubo una incidencia en una de las gradas, que causó que gran parte del publico, debido al derrumbamiento de la misma, cayera al terreno de juego, sin contar con ningún fallecimiento.
Pese a haberse a pasar a ser estadio oficial en 1964, el estadio ha pasado clausurado durante el 1972 y 1980 debido al mal estado del césped. Poco después, de 1984 a 1986, la grada llamada Yeni Açik fue clausurada por la instalación de un puente para la autopista, que pasaba justo por detrás de dicha grada. Finalmente, en 1986 volvió a ser habilitada para el disfrute de su hinchada.
Contando con una capacidad de 24.000 espectadores (aproximadamente), se han llegado a anotar entradas de hasta 40.000, cifra que duplica casi la permitida, que en ocasiones ha causado grandes caos para la seguridad, sobretodo en los derbis con el otro equipo de Estambul, el Fenerbahçe, equipo con el que mantiene una fuente rivalidad, y en la que cada derbi es un peligro asistir al estadio, ya que ambas aficiones se encuentran muy enfrentadas, y dan rienda suelta a su agresividad en estos partidos.
Durante este tiempo, el Ali Sami Yen ha sido un autentico fortín para los locales, en los que han conseguido grandes e importantísimas victorias contra rivales de, en teoría, mayor entidad, tales como Real Madrid, F.C. Barcelona, Manchester United, A.C. Milan, … entre otros. No obstante, su mejor época fue en la temporada 1999-2000 donde el Galatasaray jugó la baza del estadio a su favor para conseguir una sufrida Copa de la UEFA, en la que perdió ni un solo partido, competición en la que venció al Arsenal a la final, que llegó a los penaltis.
De este modo, y debido a la necesidad de albergar mas aficionados, el 12 de Enero de 2011 el Galatasaray jugó su último encuentro en dicho estadio, que les enfrentó contra el Seker SK, partido en el que los locales vencieron por un contundente 3-1. Con este partido, el equipo ponía fin a su presencia en uno de los estadios mas emblemáticos del fútbol mundial, para emigrar al nuevo Turk Telekom Stadium, con capacidad para 53.000 espectadores, con el objetivo de convertir dicho emplazamiento en uno de los mayores infiernos del fútbol europeo, como se consiguió con el Ali Sami Yen. La tarea será difícil, pero los aficionados lucharán para tratar de conseguirlo.
2 Comentarios
Es una pena que desaparezcan estos estadios míticos. Aún tengo en el recuerdo Atocha o Highbury. Pero como en todo hay que renovarse o morir. Mientras no les hagan esas pistas de atletismo alrededor, como en Anoeta, todo va bien.
LA modernidad vuelve a poder con lo clásico. Con sus ventajas y sus inconvenientes, .buen articulo, que lo recomiendo esta semana en mi blog!Un saludo de nuevowww.tocaladecara.blogspot.com