A disfrutar de la semana en puesto UEFA

El Deportivo de la Coruña logró una importante victoria en Riazor por la mínima frente al Espanyol de Tintín Marquez en un encuentro muy igualado de principio a fin. Gracias a estos tres puntos, el conjunto gallego se encarama al sexto puesto que da acceso directo a la Copa de la UEFA y podrá disfrutar plácidamente del partido de vuelta de la Copa del Rey, completamente sentenciada tras el 0-2 de la ida.

Como viene siendo habitual en los últimos partidos, Riki repitió en el equipo titular y otra vez llevó mucho peligro sobre el área rival; la confianza de Lotina en el ex del Getafe es máxima y el jugador está recuperando su mejor nivel poco a poco: sus constantes desmarques y apoyos muy útiles a la hora de trenzar jugadas, mientras tanto, va afinando puntería. Ze Castro, duda hasta última hora, finalmente jugó en el centro de la zaga, pero mediada la segunda mitad tendría que retirarse del campo tocado.

Ambos equipos estaban bastante cómodos en el terreno de juego, se veía venir que el encuentro se decidiría en los pequeños detalles y o en algún destello de calidad. No llegaban las ocasiones claras, pero si se pudo disfrutar de buen fútbol a lo largo de los primeros 45 minutos; los porteros estaban muy seguros en sus intervenciones y las defensas no se complicaban a la hora de despejar el esférico. Verdú no encontraba los tres palos, Sergio sorprendía llegando desde atrás… pero el punto de mira estaba desviado. Hasta que llegó Andrés Guardado: Lafita ponía un buen balón para Riki, que al intentar controlar con el pecho dejó una ocasión perfecta para que el futbolista mexicano del Deportivo enganchara un volea fortísima que Kameni no pudo rechazar. Ventaja local al descanso y muchas dudas en el bando visitante, ya que tocaba pasar al ataque para conseguir algo positivo.

Expectación en la segunda mitad por ver como reaccionaban Tamudo y compañía, la verdad es que decepcionaron bastante. El Deportivo seguía dominando como antes del tiempo del bocadillo o más cómodo todavía ante un Espanyol que intentaba tocar, pero que no era capaz merced a la presión deportivista. Riki creando peligro en todo momento hasta que fue cambiado, salía un hombre fresco para dar velocidad a las posibles contras: Rodolfo Bodipo. Como siempre, Aranzubía dejando su gran parada de todos sus partidos, un pequeño susto dentro del festival gallego que acabaría con un balón a la madera del recién entrado Bodipo y con un mano a mano del propio delantero que salvaría de forma magistral Kameni. La última ocasión fue para los visitantes, un córner en el minuto 93 que no creó peligro pese a la subida masiva de los jugadores y el portero del Espanyol.