Cuando una buena defensa es el mejor ataque

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Dani Navedo - Venganza. Esa era la consigna que llevaban las 21.000 personas que llenaban Riazor esta tarde de sábado. Todavía presente en la mente del aficionado blanquiazul las cuatro victorias de los hispalenses en ídem partidos de la pasada campaña, pero había llegado el momento de saldar cuentas.

El Deportivo saltaría al césped con un 1-4-4-2 flexible. En fase defensiva, Juan Rodríguez, acompañante en la delantera de Riki, se incrustaba entre los dos medio centros prestando ayudas como el que más, formando así un 1-4-5-1 muy compacto. Sin duda la clave del encuentro ha sido este esquema de repliegue, ya que ha anulado por completo a un desorientado Sevilla. Seguro que Jiménez pensaría en más de una ocasión a lo largo del encuentro en Luis Fabiano, ya que con sus caídas a banda podría haber hecho mucho más daño que la dupla Kanouté-Negredo, hoy desaparecida gracias al magnífico trabajo tanto de los centrales como de los medio campistas.

Cual lobo acechando a su presa, el Deportivo había cavado perfectamente su trinchera alrededor de Aranzubía y el Sevilla no era capaz de perforar la primera línea de presión. Siempre atentos Iván Pérez, Guardado y Riki a cualquier balón suelto del que pudiera surgir un contragolpe. Sin embargo, sería Juan Rodríguez el que enviaría un misil a la escuadra derecha de la meta sevillista, haciendo inútil la estirada de Javi Varas y abriendo el marcador cuando el partido se acercaba al descanso.

Poco podían hacer Jesús Navas y Perotti ante, un partido más, las constantes ayudas que recibían los laterales del Deportivo. Encontrar un hueco para colocar el centro era realmente complicado e intentar driblar, una auténtica quimera. Negredo y Kanouté eran dos náufragos en medio de la marea blanquiazul. Saldría Capel en busca de más profundidad por las bandas y meter a alguien fresco que pudiese contrarrestar a los ya visiblemente cansados jugadores deportivistas, pero el par de centros que logró enviar, no llegaron a buen puerto.

Finalizó el partido con el 1-0 favorable al equipo de Riazor. Trabajo impecable en el aspecto defensivo del Deportivo, con todos sus jugadores comprometidos a la hora de ayudar en tareas menos vistosas de cara al gran público. El punto a mejorar, el contragolpe; aunque contra un equipo como el Sevilla, salir con demasiados hombres, puede ocasionar una «re-contra». Lotina dio toda una lección de como frenar al equipo hispalense y sus futbolistas la plasmaron a la perfección. Aunque sea solo durante una semana más, Coruña tiene derecho a soñar.