Arshavin y Wenger, ansioso y enfadado

Dani Navedo - Interesante partido entre Arsenal y Tottenham en el Emirates Stadium. Derbi por todo lo alto y no es un decir, ya que los Gunners eran terceros y los Spurs cuartos antes de este choque. A destacar, las bajas importantes tanto de Walcott por los locales como de Lennon por los visitantes. Esta última si cabe más importante, ya que el fondo de armario del que dispone Harry Redknapp no es demasiado extenso.

El encuentro podría haber cambiado por completo si el árbitro hubiese aplicado el reglamento. Una cosa es ser permisivo con las pequeñas faltas y otro asunto muy distinto es no sancionar con amarilla ni una mano voluntaria que corta una contra, ni una entrada brutal a destiempo que podría haber hecho mucho daño a Vermaelen. Si tenemos en cuenta que ambas amonestaciones serían para Bentley, el Tottenham debería haber jugado con 10 durante 82 minutos más el descuento.

Las primeras impresiones eran esperanzadoras para el Arsenal, pero los Spurs también tenían motivos para pensar en sacar una victoria contra un «top-four» muchos años después. Los locales tenían la posesión del balón y poco a poco iban creando cada vez más peligro con un Arshavin quizás algo individualista de más, pero los visitantes no le perdían la cara al partido y, pese a la baja de Lennon, el recurso de mandar balones a Crouch estaba haciendo mucho daño a Gallas y Vermaelen, aunque en ningún momento llegó a crear peligro real sobre la portería de Almunia.

Volviendo al Zar ruso y recordando lo que en su día comentó Ramón Velázquez sobre este crack, no me gusta la posición que Wenger le ha asignado. Es más, me parece que no se adapta al actual 1-4-3-3 del Arsenal. Andrey necesita arrancar desde atrás, desde la posición de Cesc Fábregas, para poder aprovechar su velocidad con el balón pegado al pie y su excelente visión de juego. Sin embargo, en el actual esquema de Arsene, Arshavin juega escorado en una banda y demasiado adelantado, perdiendo así gran parte de su peligro, ya que se nota a la legua que no se sabe manejar tan pegado a la línea de cal, tiende a ir hacia el centro, y al jugar tan cerca de la portería rival, no aprovecha por completo su gran precisión en los pases. Al bueno de Arshavin se le ve muy ansioso por demostrar su calidad. Es un futbolista un tanto egocéntrico y cuando las cosas no le salen bien, puede pasarle factura esa obsesión por regatear y ser el protagonista.

A todo esto, mientras escribía mi opinión sobre porque Arshavin no acaba de destacar, los visitantes la habían pifiado y los locales ya vencían por 2-0 al descanso. El segundo de los goles, una gran jugada de Cesc Fábregas al aprovecharse de la «empanada» colectiva de los «Spurs». Siempre atento el media punta español. El choque se había quedado sin emoción, pues era prácticamente imposible que el Tottenham remontase con el estilo improvisado que estaban usando hoy y en el banquillo no había recursos suficientes para practicar el fútbol veloz de bandas que los de Redknapp suelen desplegar.

En la segunda parte, de no ser por Gomes, la goleada podría haber sido de escándalo. Entre rarezas y jugadas un tanto insólitas, el Arsenal se llevó una victoria fácil ante una de las revelaciones de la Premier League. Tal y como había comentado en aquella victoria del United sobre los «Spurs» a mediados de Septiembre, el Tottenham sin Modric, pierde gran parte de su potencial y, sin Lennon, todavía más. Mención especial también para Van Persie, autor de dos tantos que le acercan a los más alto de la tabla de goleadores.

Gran imagen de unos Gunners que, una vez más, se presentan como candidatos al título y, esto es una opinión, tienen potencial para jugar todavía mejor, pero Wenger tendría que buscar un esquema que se adaptase a todos sus jugadores, que hiciese que todas las piezas rindieran al 100%. Visible enfado del técnico francés aún con el 3-0 a favor… ¿Estará pensando ya en darle una vuelta de tuerca a este equipo?