Análisis Mallorca – Temporada 2009/2010

Enrique Mas Cassel, aporellosoee - Tras una revuelta pretemporada, con cambio de propiedad y fichajes que sólo llegaron a última hora, afronta el Mallorca su 13ª temporada consecutiva en la élite del fútbol español, en la que intentará conseguir la permanencia con mayor prontitud y sin tantos sobresaltos como en las últimas campañas nos tiene acostumbrados. Una vez más, la política y necesidades del Club obligaron a deshacerse de gran parte de la columna vertebral del equipo aunque la vuelta de algún añorado, la recuperación de algún cedido y un par de incorporaciones, cuanto menos esperanzadoras, hacen albergar una importante dosis de ilusión.

Porteros: Dudú Aouate y Germán Lux.
Defensas: Josemi, Mattioni, Ramis, Nunes, Rubén, Ayoze y Corrales.
Mediocampistas: Varela, Óscar, Julio Álvarez, Martí, Mario, Bruno China, Borja, Pezzolano, Castro y Tuni.
Delanteros: Aduriz, Víctor, Keita y Webó.

En resumen, Gregorio Manzano, el entrenador que lleva más tiempo entrenando al mismo equipo de la Primera División, tendrá a su disposición a 23 jugadores aunque parece ser que contará antes con algún jugador del filial que con el interior derecho Óscar Díaz. Vistos los fichajes y los planteamientos de los inicios de la temporada, parece ser que el de Bailén se decantará, sin más probaturas, por el 4-4-1-1 o 4-2-3-1 con el que viene finalizando las últimas temporadas, si bien las últimas incorporaciones y la abundancia de delanteros centros (4) pueden deparar alguna sorpresa.

A continuación, un breve comentario de cada una de las líneas del R.C.D. Mallorca:

Portería: El fichaje de emergencias del pasado mercado invernal, el israelí Dudú Aouate, no está dejando resquicio alguno ni para que entre el balón en su portería ni para que Germán Lux pueda disfrutar de cierta continuidad. Determinación en los balones aéreos, excelentes reflejos, saque potente y mando sobre la defensa, hacen de Aouate un digno sucesor de Moyá y un seguro bajo los palos mallorquinistas, con un repuesto de garantías, presto y dispuesto para reemplazarlo, si fuera necesario.
Nota: 8/10.

Defensa: Bajo las ordenes del luso y nuevo capitán Nunes, la defensa viene planteando más dudas de las que serían de desear, costándole cada año cierto tiempo alcanzar el nivel de compenetración deseado. La llegada de Mattioni debe servir para no echar de menos la marcha de Scaloni, la incorporación de Rubén ofrece dos posibles compañeros para Nunes aunque parece que falta un segundo central de garantías, mientras que el lateral izquierdo, sin grandes alardes, parece bien cubierto.
Nota: 6/10.

Medio campo: Mientras que los dos pivotes defensivos reciben la ayuda del recién incorporado Bruno China y prometen dominar su zona, la banda derecha parece la más débil a la espera de que alguno de los nuevos fichajes pueda hacerse cargo de ese pasillo y aumentar las variaciones en el ataque bermellón. La creatividad y el último pase serán total responsabilidad del deseado Borja Valero y en la banda izquierda, que ha abandonado su titular a lo largo de las últimas temporadas, Arango, espera explotar el Chori Castro a quien no le faltará competencia.
Nota: 7/10.

Delantera: Contando con que a Tuni se le puede ubicar más en la media, aunque teóricamente actúe como extremo izquierdo, el ataque cuenta con 4 opciones para el centro de la delantera que sospechamos que será una isla a lo largo de toda la temporada. Aduriz será la referencia y si su entendimiento con Borja es bueno, fácilmente puede lograr entre 15 y 20 goles en el campeonato liguero y nada sería de extrañar que fuera el máximo goleador nacional, con permiso de Villa. La vuelta de Víctor y la ratonería de Keita, complementarán esta primera opción, bien como apoyos de última hora, bien como sustituciones.
Nota: 7,5/10.

En resumen, este año el Mallorca tiene una plantilla bastante compensada y si logra mejorar la banda derecha, acoplar rápidamente a las nuevas incorporaciones y evitar los despistes defensivos, a buen seguro que no tendrán problemas para conseguir la permanencia e incluso, si la “suerte” acompaña, aspirar a alguna meta superior.