Hoy había muchos temas sobre los que escribir, la convincente goleada de Portugal sobre Bosnia, la victoria de Argentina en Barranquilla (con el inevitable duelo de fondo Messi-Cristiano), selecciones eliminadas en su carrera hacia el mundial cuando faltan todavía casi 3 años para la fase final (Corea del Norte, China o Trinidad y Tobago son las más destacadas). Pero lo que os voy a contar es simplemente mi opinión acerca de los partidos amistosos de selecciones, sobre todo los que viene jugando últimamente la selección española. Y es que yo creo, y mucho, en los partidos amistosos. Solo hay una cosa que considero que no debe servir absolutamente para nada en ellos: el marcador final.
A mi, como espectador, me interesan porque me enseñan a conocer las inquietudes del seleccionador de turno, en qué puestos tiene dudas, los jugadores nuevos a los que sigue, las soluciones y alternativas que busca a problemas que pueda tener su equipo. Desde el punto de vista del técnico su utilidad está clara, puedes hacer todo tipo de probaturas, integrar a gente nueva a la que sigues en sus clubes pero que no conoce las interioridades del vestuario nacional. Me encantó por ejemplo el amistoso que jugó el pasado viernes Alemania en Ucrania, donde Joachim Low probó una defensa con 3 centrales y 2 carrileros que, dicho sea de paso, hizo aguas ante Ucrania. Pero eso es lo de menos, Alemania siempre juega con defensa de 4 y este partido sirvió como experiencia, que es de lo que se trata.
Mirándolo desde la óptica del jugador la cosa ya se complica un poco. No puede ser lo mismo un amistoso para Nacho Monreal que para Carles Puyol, por poner un ejemplo. Es obvio que por muy profesional que seas, cuando tienes el recorrido que tienen los jugadores del Barça llega un punto en que es imposible mantener el nivel de tensión en un mínimo exigible si lo que vas a jugar solo se puede calificar como pachanga.
Comprendo que la Federación Española necesita hacer caja, y más ahora que somos campeones del mundo, pero entiendo que a la hora de sellar compromisos para jugar amistosos en otros países debería flexibilizarse el hecho de que deban jugar obligatoriamente cierto número de jugadores “titulares”. Me resulta casi grimoso ver a Xavi Hernández jugando estos partidos, ¿qué se le pierde al pobre Xavi en Costa Rica o en Venezuela a estas alturas? ¿Un viaje de 11 horas para, encima, jugar un bolo y arriesgarte a una lesión?
Y eso por no hablar del papelón de Del Bosque, amistoso tras amistoso sacando un once prácticamente de gala que juega (de forma totalmente comprensible, eso sí) a 2 por hora y más pendiente de que pasen los minutos cuanto antes que de jugarse el físico. Francamente, la única evolución relevante que yo he visto en la selección últimamente es la aparición de Jordi Alba como lateral, que ha surgido más por la necesidad de reemplazar a Capdevila que otra cosa. Porque lo de Ramos de central y Thiago en el mediocampo ya venía medio cocinado de sus clubes. Estoy convencido de que Vicente preferiría plantear los amistosos de otra forma y quiero pensar que los onces que coloca de salida vienen marcados casi por contrato, la verdad es que no encuentro ninguna utilidad (exceptuando la económica) a lo que estamos haciendo en estos partidos desde que ganamos el mundial.
Hace más o menos un año que no veo en directo un amistoso de la selección, reconozco que solo con ver los resúmenes me pongo enfermo. Quizá haya que esperar a que dejemos de ser campeones del mundo para que estos partidos nos vuelvan a resultar provechosos, mientras tanto me dedicaré a ver partidos de otras selecciones de los que podamos sacar algo interesante que llevarnos a la boca.
1 Comentario
Llevas razón en todo lo que llevas, pero el dinero es el dinero. Y ahora mismo la campeona del mundo mueve mucho…
Saludos desde La Escuadra de Mago