Ramon Velázquez, @rvelazquez19 – En el fútbol hay varios caminos para llegar a ser un profesional: El convencional, que es el que se da en la mayoría de los casos, en el que ya desde niño, se consigue acceder a la cantera de un club de renombre, donde se van quemando las etapas correspondientes hasta llegar a debutar en el primer equipo, o en el peor de los casos, ser transferido a otro club de la misma división. No obstante, existe otra forma de llegar a ser un deportista de elite. Cuando el trayecto no es tan accesible como el indicado anteriormente, solo queda que buscarse la vida en otro sitio, luchando por intentar lograr el sueño de ser profesional. Muchos se quedan en el intento, pero otros, tras el sacrificio realizado, completan su meta. Este es el caso del jugador al que va dedicado este artículo, que no es otro que el argentino Alberto Costa, mas conocido como “Tino”.
Normalmente, con 17 años, un jugador prometedor hace sus primeras incursiones del equipo en el que se está formando. Participa en los amistosos, en los partidos de Copa y con suerte puede disputar los últimos minutos de algunos partidos. Muchas veces, con esta edad, si no estás en una de estas situaciones es mejor dejar el fútbol, puesto que es la edad en la que los equipos se acostumbran a interesar en futuras promesas. Tino Costa, por aquellos tiempos, entrenaba en un equipo llamado «La Terraza», equipo del barrio de Las Flores, Buenos Aires. Seguramente, como amante del fútbol, Costa se entrenaba con el objetivo de, por lo menos, practicar su deporte favorito. Entonces, y ante todo pronóstico, al argentino le llegó una oferta para poder jugar en el Racing Club Basse-Terre, equipo que disputa, actualmente, la segunda división de Guadalupe, Isla Caribeña que compone una de las 26 regiones francesas. Tino estuvo allí de 2002 a 2004, logrando en este último año el titulo nacional de Guadalupe, correspondiente a la primera división. En toda su historia, el Racing Clube Basse-Terre solo lo ha ganado en tres ocasiones (1968, 1999 y 2004).
La actuación de Costa en el equipo fue esencial, hecho que provocó que algunos equipos de las últimas divisiones francesas se fijaran en él. Finalmente, el Racing Clube de France Football, comúnmente conocido como RC Paris, se hizo con los servicios del argentino. En este equipo solo estuvo una temporada (2004-2005), en la que en 28 partidos disputados, logró 3 goles. El nivel mostrado por Tino llamó la atención del Pau Football Club, que lo fichó para el siguiente año. Con este equipo, disputó un total de dos temporadas (2005-2007), donde en 62 partidos anotó 4 goles. Tras su periplo en el Pau, el Sète, que había descendido de la Ligue 2 a la Division 3, lo contrató para intentar lograr el ascenso de nuevo a la Ligue 2. Tras una temporada (2007-2008), en la que marcó 3 goles en 29 partidos, le llega una gran oportunidad a Tino: jugar en el Montpellier HSC, que disputaba la Ligue 2. A partir de ahí cambia todo.
Nacido en 1985, con 22 años le llega la opción de jugar en un equipo con opciones de futuro. En su primera temporada, Tino ayudó al equipo a conseguir el ascenso a la Ligue 1, siendo nominado para el mejor jugador de la temporada en el Ligue 2, que terminó ganando el camerunés Paul Alo’o. Sus números esa temporada fueron muy buenos, lo que le permitió erigirse como líder indiscutible del Montpellier con 12 asistencias y 8 goles. En ese momento, y viendo el valor de su jugador estrella, el club prorrogó su contrato con la intención de convertirlo en el baluarte del equipo. Algunos equipos pusieron sus miradas en él, un jugador que con su depurada técnica en su pierna zurda, logró conducir al Montpellier a la primera división. Además, el argentino proporcionó cohesión al equipo, que sumándolo a su condición de excelente ejecutor de tiros libres, le hicieron un jugador imprescindible en la plantilla. La puntilla a su genial estado de forma llegó en la segunda temporada en el Montepellier, donde, como equipo recién ascendido, lograron quedar en quinta posición, consiguiendo la clasificación para la Europa League, un gran acontecimiento teniendo en cuenta la situación de la que procedía el club.
Después del periodo en el Montpellier, y pese a haber renovado hasta el 2013, equipos como el Valencia y el Girondins de Burdeos (ante la marcha de Gourcuff al Lyon) se interesan por contratarlo para la siguiente temporada para reforzar sus plantillas. Finalmente, Tino se decide por el Valencia, confiando en que, bajo las ordenes de Unai Emery, pueda encontrar un hueco en la plantilla «che».
Actualmente, y con 25 años, está registrando grandes actuaciones, mezclando la claridad que aporta al juego valencianista con la certera calidad de su magnifica zurda, que le ha permitido, entre otras cosas, lograr el gol 4000 para el Valencia en la Liga. Esa zurda, de la que estamos disfrutando ahora en la Liga BBVA, lleva muchos años forjándose. Lo intentó en su localidad natal, pero vistas las dificultades y las pocas oportunidades, decidió buscar fortuna en el exilio, concretamente en Guadalupe. Allí le surgió la oportunidad de trasladarse a Francia, donde, desde abajo, ha ido adquiriendo las etapas necesarias que le han permitido ser ahora quien es. Este es Alberto Costa, mejor conocido como Tino, el mayor ejemplo de que a base de esfuerzo, sacrificio y, sobretodo, nunca tirar la toalla, se puede lograr aquello con lo que uno siempre ha soñado.
3 Comentarios
Buen jugador, buena zurdita que tiene…! La historia la había oído en el Plus creo, algún reportaje había visto antes de Tino Costa! Realmente, es curiosa! Espero que estés recuperado del barapalo del Lunes en Old Trafford… aún estais cerca!Ya aniré passant!@ArnauSta
Le ha costado llegar, pero lo ha conseguido, que al final y al cabo, es lo importante.Saludos desde La Escuadra de Mago
Es un jugador que se ha ganado a pulso el derecho a estar ahí,Grande Tino!!!Saludos desde Fútbol de Etiqueta