Al norte de Turquía y al sur de Rusia

Pepe Sarria - Ahí exactamente es donde se ubica Georgia, país que perteneció en su día a la desaparecida Unión Soviética. Hoy me apetece escribir unas líneas sobre esta modestísima selección, que está realizando la mejor campaña clasificatoria para una gran competición desde que se independizó allá por 1990. Por supuesto, nunca han participado en ninguna fase final de mundiales o eurocopas y si lograsen la clasificación para Ucrania y Polonia, algo que a día de hoy tienen al alcance de la mano, sería una gesta de muy difícil explicación y de un mérito con muy pocos precedentes en la historia del fútbol europeo. Para situaros os diré que llegaban al pasado mes de marzo habiendo sumado 6 puntos en 4 partidos y sin haber encajado ninguna derrota contra rivales supuestamente superiores a ellos como Israel, Letonia o Grecia.

Pero era el momento de afrontar un choque contra un equipo de un nivel todavía más alto, llegaba a Tbilisi una Croacia con jugadores de la talla de Luka Modric o Niko Kranjcar, situada como líder del grupo e indiscutible favorita a conseguir la plaza que da acceso directo a la Eurocopa. El partido comenzó con el guión previsto, Croacia tenía el balón y, aunque las ocasiones de gol brillaban por su ausencia, parecía que en algún momento los croatas aportarían algo de chispa a ese dominio insulso y estéril y se llevarían los 3 puntos. Nada más lejos de la realidad, conforme avanzaban los minutos se veía a los georgianos mejor plantados en el campo y dificultando cada vez más los avances rivales. La sensación que me dio fue de que Croacia no puso en el campo la actitud necesaria para llevarse la victoria y de que incluso dio por bueno el empate, dejando pasar los minutos con un conformismo que les hizo ir cavando poco a poco su tumba. Estoy convencido de que si los croatas hubiesen salido de verdad a por el partido se lo hubiesen llevado de calle, como no puede ser de otra forma vista la enorme diferencia de calidad entre ambas selecciones. Parecía lógico que los georgianos se conformasen también con el empate pero para mi sorpresa esto no sucedió y la confianza que fueron ganando con el paso de los minutos les llevó a mostrar una ambición y un descaro en el último cuarto de hora que para mí los hizo justos vencedores. Su seleccionador Ketsbaia metió gente de refresco en el tramo final de partido, en concreto a los dos jugadores del Volga Otar Martsvaladze y Gogita Gogua, que en esos últimos minutos revitalizaron el ataque y generaron mucho peligro, con llegadas por banda izquierda y por la espalda de los defensores croatas. Precisamente así llegó el gol, ya en el minuto 90, con Martsvaladze ganando la espalda de los centrales y dejando un balón que remató a la red el zurdo Kobiashvili. No acabó ahí el partido, de hecho resultó muy curioso que la selección croata dispuso en los 3 minutos de añadido de más ocasiones de gol que en todo el resto del partido, lo que da una idea de la poca intención que mostraron en los primeros 90 minutos de juego. Y claro, cuando dejas los deberes para el final puede pasar que no te llegue el tiempo, la fiesta se desató en el estadio de Tbilisi y los de Slaven Bilic deberán aprender de este traspiés.

Un auténtico éxito para los ex soviéticos que sólo 3 días después veían cómo llegaba su primera derrota en Israel, la cual complicaba sus opciones y dificultaba bastante el acabar entre las dos primeras del grupo. La posterior derrota este viernes en territorio croata por la mínima, lejos de ser un varapalo, reafirmaba a Georgia como una selección competitiva aunque el sumar 0 puntos implica que será necesario probablemente lograr un pleno en las 3 jornadas pendientes para alcanzar la plaza de repesca. Que nadie piense que es imposible, ganar a Letonia en casa y a Malta fuera se puede conseguir, quizás entonces hablemos de una final contra Grecia el último día para lograr ese segundo puesto.

Lo consigan o no, al menos podemos ir situando ya a Georgia en el mapa futbolístico y saber que son un equipo que ha mejorado mucho en cuanto a su disposición táctica, lo que les permite rentabilizar los pocos goles que marcan. Presionan bien en mediocampo y el contrario tiene dificultades para crearles peligro, algo que no había sucedido en los anteriores 20 años. Obviamente les falta nivel en ataque, resulta complicado que aparezcan futbolistas de auténtica categoría en este tipo de países pero el salto de calidad que han dado es muy destacable y yo me alegro de que aporten un poco de aire fresco a esta fase previa de la Eurocopa.