Los viejos roqueros
La edad, temida y admirada dependiendo de la causa que lo pregunta y de quien deba responder a dicha cuestión. Los años, que aúnan experiencia y tiempo en una persona forjada y formada por el paso de los mismos; lo que le hace ser quien es en realidad. Pero dicho paso del tiempo también deteriora infatigablemente al cuerpo; lo transforma en el mismo recipiente, pero con menos vitalidad y respuesta que la temprana edad otorga al sujeto. Sin embargo, en muchos casos no llega a ser así.
Pongamos en lista a The Rolling Stones, una banda británica de rock fundada en 1962. Es decir, a tiempo presente ya hace más de cinco décadas desde que dieran sus primeros pasos, y siguen en pie. El año pasado, sin ir más lejos, estuvieron haciendo un tour llamado “14 On Fire” por Europa, Asia, Oceanía, Medio Oriente y Estados Unidos. Sir Michael Philip ‘Mick’ Jagger, su cofundador, vocalista, compositor y ganador de un Globo de Oro, realizó esta gesta con 70 años a sus espaldas; es decir, con siete décadas en el cuerpo, y cinco de ellas en lo alto de los escenarios de medio mundo.
Pues algo similar se traduce en ciertas personalidades del mundo del balompié. El fútbol, como deporte, es un juego de desgaste físico y que precisa de ciertas condiciones para su realización, condiciones que con el tiempo se van desgastando inexorablemente y sin pausa, como la velocidad, los reflejos, la fuerza o, en determinados casos, incluso las ganas y motivación.
Hay jugadores que a la treintena de edad están colgando las botas, o puede que antes; y ya sea por falta de motivación o porque su cuerpo no les deja avanzar como antaño, prefieren retirarse del mundo balompédico a dar tumbos por los terrenos de juego.
Y luego están los viejos roqueros: jugadores que rezuman eternidad por los poros, para los cuales parece haberse detenido el tiempo o haber hecho un pacto con el mismísimo Diablo para mantener su vitalidad. En la mayoría de los casos, fieles a unos colores, y en otras, unos trotamundos con la maleta en la puerta siempre lista, y que se resignan a dejar de saltar al campo cada día de partido.
Gianluigi Buffon es un ejemplo claro de los primeros, los fieles. El portero por el que más se ha pagado en un traspaso, cuando la Juventus F. C. pagó en el 2001 una cantidad que ascendió a 52,88 millones al Parma F.C., ha luchado por el equipo turinés desde entonces, luciendo el dorsal número uno a la espalda, y guardando la portería incluso cuando el equipo fue descendido a la Serie B en los despachos.
En su palmarés con la Juventus F.C. se muestran seis títulos de la Serie A, uno de la Serie B — que sirvió de ascenso— y cuatro Supercopas de Italia, en un total de 756 partidos disputados con el equipo bianconero. Líder de club y de selección, con la que resulto campeona en la Copa Mundial de Fútbol de 2006 disputada en Alemania, Buffon ha estado rodeado de multitud de jugadores a lo largo de su carrera, pero su tesón e importancia en el equipo, sumado a que ya tiene 37 años, lo hacen parecer eterno, y uno de los pocos futbolistas que nos hacen llorar a todos los amantes de este deporte cuando cuelgan las botas.
Algo, por cierto, que se asemeja bastante a lo que representa Francesco Totti para el equipo de la capital de Italia. A sus 38 años de edad, este delantero lleva defendiendo los colores de la A. S. Roma desde la temporada 1992-93, y subiendo. Un total de 739 partidos disputados con el equipo de su vida, con 298 goles en su haber, le confieren el estatus de leyenda viva; el capitán por el cual el equipo rema, y que se muestra como líder dentro y fuera del campo. En total, su palmarés asciende a un título de la Serie A, dos Copas de Italia y otras tantas Supercopas de Italia, lo que demuestra todavía más el amor que profesa Totti al equipo que le vio crecer, madurar, y convertirse en un ídolo para las masas.
Viajando un poco, desde la bella Italia hasta la apasionada Inglaterra, el nombre de Steven Gerrard golpea la mente de todo aquel amante del deporte rey. El Liverpool F. C. no pasa por una de las mejores épocas de su historia, pero tiene en sus filas a ‘Mr. Liverpool’, un mediocentro de 34 años que lleva vistiendo de rojo toda su carrera.
Debutó en la temporada 1998-99 sustituyendo a Vegard Heggem, y hasta el día de hoy, el club del “You’ll never walk alone” ha disfrutado de un jugador total y entregado al escudo que porta con orgullo en el pecho, y que si bien ha sido pretendido a lo largo de toda su carrera por clubes de primerísimo nivel, él se ha mantenido fiel, para ayudar y guiar al club de su vida a conquistar dos FA Cup, dos Football League Cup, una Carling Cup y una Community Shield, una copa de la UEFA Champions League y dos Supercopas de Europa. Títulos que saben a poco para todo aficionado que haya seguido a este jugador, pero cuyo amor por el club de Londres no le ha dejado salir jamás de Anfield. El dorsal 8 tiene dueño para la historia ‘Red’.
En España el ritmo futbolístico desgasta, sobre todo en aquellos equipos que alcanzan los dos o tres partidos semanales. Pero entre todo ello, surge la imagen de Raúl González Blanco a la memoria. Conocido mundialmente simplemente como “Raúl”, es y será para el recuerdo de todo madridista el verdadero capitán y portador del dorsal 7 a la espalda. Un incansable delantero que mezclaba sus aptitudes con una inteligencia pocas veces vista en el área. Posee el récord de más partidos disputados en la historia del Real Madrid, con 741 jugados, gracias a los cuales atesora 323 goles.
El 29 de octubre de 1994 surgió por primera vez su figura en el Santiago Bernabéu, y los momentos para el recuerdo no dejaron de sucederse hasta que puso rumbo a otras ligas y experiencias. El tres veces vencedor de la UEFA Champions League hizo la maleta rumbo a la liga alemana, donde se ganó el cariño de los aficionados e integrantes del FC Gelsenkirchen-Schalke 04 e.V. en tan solo dos temporadas. Tras este periplo europeo, tocaba probar otras culturas y países, y así llego al Al-Sadd Sports Club de la ciudad de Doha, en Catar. Allí pasa otras dos temporadas hasta que, con 37 años, recala en el New York Cosmos de Estados Unidos para seguir disfrutando de lo que mejor sabe hacer: jugar al fútbol.
Muchos, muchísimos son los jugadores que dejamos en el tintero al incluir sólo estos ejemplos. Jugadores como Andrea Pirlo, ‘Xavi’ Hernández, Frank Lampard y otros tantos que nos vienen a la mente. Pero el mundo del fútbol es tan amplio que, si nos quisiésemos mencionar todos los ejemplos, no habría manera de terminar un artículo.
Lo que está claro, es que este tipo de jugadores nos regalan emotividad y pasión, y siempre pertenecerán a una clase de futbolistas a la que muy pocos se acercan: los viejos roqueros.
Y que el rock nunca cese.
Jaime García