Sevilla FC, rey de la UEFA
Eindhoven, Glasgow y Turín: tres grandes ciudades europeas que, desde hace un tiempo son una especie de santuario para toda la hinchada sevillista, pues son los lugares en los que los de Nervión se han proclamado Campeones de UEFA y Europa League. Esta noche, Varsovia podría pasar a engrosar ese listado tan especial si el Sevilla consigue doblegar a los ucranianos del Dnipro. Pero hasta que llegue la hora del pitido inicial, os dejamos un repaso de las tres finales en las que el club hispalense se alzó con la segunda competición continental.
Eindhoven 2005/06
Sin lugar a dudas, el 10 de mayo de 2006 pasó a la historia del sevillismo como la fecha en la que se escribió con letras doradas el capítulo más importante en la historia del club. De la mano de ‘Juande’ Ramos y con un equipo en el que figuraban auténticas leyendas de la entidad como Kanouté, Jesús Navas o Palop, el Sevilla se plantó en su primera final europea tras superar en la semifinal al Schalke con un recordado gol del malogrado Puerta en la prórroga. Enfrente, un Middlesbrough repleto de jugadores veteranos y experimentados como Schwarzer, Southgate, Viduka y Hasselbaink, que le situaban un peldaño por encima en el favoritismo para alzarse con el campeonato.
Sin embargo, los hispalenses salieron a por todas desde el minuto uno e hicieron ver a todo el continente que la Copa de la UEFA 2006 sólo iba a tener un color: el blanco de sus zamarras. Luis Fabiano se encargó de abrir la la cuenta goleadora con un asombroso testarazo desde la frontal del área; tanto, que dejó noqueado a unos jugadores ingleses que se vieron totalmente desbordados por el vendaval de juego sevillista. Ya en la segunda parte, Palop se encargó de sofocar la tímida reacción británica con una excelente parada a bocajarro, y acto seguido el hombre del partido, el italiano Maresca, anotaría un doblete que aseguraba que el trofeo viajaría rumbo al sur de España. Al filo del tiempo reglamentario, Kanouté, que había ingresado en el campo en la segunda parte sustituyendo a Saviola, iba a poner el colofón cerrando la histórica goleada, tras aprovechar un rechace del cancerbero rival.
El Sevilla hacía historia en un Philips Stadion que fue testigo del primer título europeo de los nervionenses y que servía para poner el broche de oro al centenario del club. En las calles de Eindhoven aún resuenan los ecos del maravilloso himno de El Arrebato encarnado a capella por millares de gargantas desgarradas por la emoción.
Glasgow 2006/07
Épica, legendaria, gloriosa… Pocos son los adjetivos de semejante calado que se le pueden poner al título de la UEFA logrado por el Sevilla en 2007. Y es que la consecución del segundo entorchado consecutivo estuvo repleto de momentos emocionantes, como aquella semifinal a cara de perro ante Osasuna; remontadas con goles inverosímiles, como aquel de Palop en Donetsk cuando los hispalenses ya preparaban las maletas; o los nervios de la tanda de penaltis decisiva.
En Glasgow tuvimos la suerte de disfrutar de un duelo español en el encuentro por el título, y Espanyol y Sevilla se enfrentaron en una de las finales más apasionantes de los últimos tiempos en Europa. El partido fue un constante intercambio de golpes, en el que hispalenses golpeaban primero y periquitos respondían al instante; Adriano ponía por delante al cuadro andaluz y Riera igualaba el marcador para los catalanes en una primera parte muy intensa. La segunda mitad fue dominada por el conjunto dirigido por ‘Juande’ Ramos, pero los pupilos de Ernesto Valverde resistieron todas las acometidas sevillistas a pesar de contar con un hombre menos por la expulsión de Moisés, y consiguieron llevar el encuentro hasta la prórroga.
El tiempo extra fueron 30 minutos de infarto: el Sevilla era consciente de que, si apretaba, tendría muchas posibilidades de dañar a un rival al borde de la extenuación, y así lo hizo cuando Kanouté adelantó a los suyos. Pero los espanyolistas sacaron fuerzas de la flaqueza y consiguieron enviar el encuentro a la tanda de penaltis gracias a un excelente zapatazo de Jônatas.
Desde los 11 metros, Andrés Palop fue el auténtico héroe al detener el último lanzamiento de Torrejón, y hacer buenos los aciertos de Kanouté, Dragutinovic y, de nuevo decisivo, Puerta. El Sevilla hizo historia al conseguir el título por segundo año consecutivo (algo que sólo ellos y Real Madrid han conseguido), y se colocaba, por méritos propios, entre los mejores clubes del mundo.
Turín 2013/14
Los tiempos habían cambiado mucho; los héroes del pasado se habían ido marchando a otros clubes, y el Sevilla hacía tiempo que no era un equipo temible en el viejo continente. Sin embargo, y pese a todos los cambios, el sevillismo iba a reverdecer sus laureles de una forma muy similar a la que se obtuvo la anterior UEFA: a la heroica. Y es que el camino a la final estuvo repleto de obstáculos que sólo pudieron ser salvados a través de remontadas imposibles. Primero, en octavos, ante un eterno rival que les derrotó en el Benito Villamarín por 2-0, resultado que igualarían los sevillistas en el Sánchez Pizjuán, sellando el pase a la siguiente fase tras superar una agónica tanda de penaltis. Y en semifinales, el sufrimiento fue extremo ante un Valencia que en Mestalla levantó un 2-0 en la ida para colocarse a un paso de la final, algo que tan sólo pudo evitar el salvador tanto de M’Bia en el último suspiro del descuento.
En Turín, el Benfica iba a ser el rival en una final que también se iba a resolver de una forma tremendamente emocionante. Resultó absolutamente increíble que el marcador permaneciese inmóvil durante los 120 minutos de juego que se disputaron, ya que ambos conjuntos gozaron de una gran cantidad de ocasiones, pero la mala puntería de los atacantes y algunas intervenciones inverosímiles de Beto y Oblak hicieron que el título se tuviera que decidir desde los 12 pasos.
7 años después, de nuevo un portero iba a erigirse en el héroe de la afición hispalense: Beto desviaba los lanzamientos de Cardozo y Rodrigo, y Gameiro anotaba el penalti decisivo que alargaba la particular maldición del club lisboeta y que devolvía al sevillismo a la primera plana del fútbol europeo y mundial.
Con este título, además, el Sevilla volvía a hacer historia al igualar con 3 a Inter, Juventus, y Liverpool como los equipos con más entorchados en historia de la competición.
Pablo Ortega