‘Leo’, ‘Carlitos’ y el último tango en Berlín
Los dos son las principales figuras de sus equipos, Barcelona y Juventus. Los dos son argentinos. Han compartido triunfos y derrotas en la selección argentina. A nivel de club nunca han estado en el mismo equipo; por el contrario, se han enfrentado un par de veces en la Champions League, con un triunfo para cada uno. Lionel Messi y Carlos Tévez. ‘Leo’ y ‘Carlitos’. “La Pulga” y “el Apache”. Este 6 de junio se volverán a enfrentar una vez más en el ultimo partido de la temporada, el más importante de todos: la final de la Champions League 2015, en un último tango en Berlín.
Ambos han tenido una temporada de colección. ‘Leo’ ha alcanzado en los últimos meses un nivel en donde todo el mundo se ha rendido a sus pies reconociendo su calidad de mejor jugador en la actualidad. Aún sus más fervientes detractores prefieren guardar silencio antes que negar la realidad; cuando a sus 27 años parece que no puede hacer más de lo que ha hecho, Messi nunca deja de sorprender: 58 goles entre Liga, Copa y Champions, con joyas inolvidables como el segundo gol al Bayern de Múnich en el Camp Nou, o el hermoso primer gol en la final de la Copa del Rey ante el Athletic Club, son testimonio de una temporada en la que, añadiendo sus 30 asistencias, refleja la madurez y el constante perfeccionamiento de su juego, siendo vital en los 120 goles que ha convertido en esta temporada el trío delantero del ‘Barça’, junto a Neymar Jr. y Luis Suárez.
‘Carlitos’, por su parte, tuvo una temporada de consolidación en una Juventus en donde es ídolo total. Anotó 29 goles: 20 de ellos en la Liga, y 7 en la Champions League, con actuaciones decisivas como ante el Borussia Dortmund, al que le anotó 3 de los 5 goles con los que la Juventus pasó por encima al equipo alemán, y como ante el Real Madrid en el partido de ida de las semifinales, en donde anotó uno de los goles y fue el asistente en el otro. Un Tévez que, a sus 31 años, se encuentra en el que probablemente es el mejor nivel de su carrera y que invita a pensar que aún queda “Apache” para rato.
‘Leo’ siempre vuelve a su Rosario natal cada vez que puede, y nunca ha negado su condición de “leproso” como exjugador en infantiles y aficionado de toda la vida a su Newell’s Old Boys, pero no cabe duda que Barcelona es su lugar en el mundo. En lo personal y en lo futbolístico, lo de Barcelona con Messi y lo de ‘Leo’ con la Ciudad Condal es una relación en donde ambos se han dado todo y, aunque los vaivenes del fútbol son impredecibles, parecen bendecidos y condenados a seguir juntos durante su carrera. Tras llegar de Rosario, ha realizado toda su carrera en Barcelona. Su relación con la afición ha sido siempre cordial, y no pocas veces casi de culto. Quienes gustan de buscar la sinrazón a cualquier cosa sugieren que lo de Messi ha sido fácil por estar en el club en el que está, y acompañado de los jugadores que han compartido vestuario con él. Parecen obviar que, desde su debut, la expectativa por Messi ha sido total, y tiene casi diez años llevando a sus espaldas la condición de mejor jugador del mundo. Rendir al nivel que sigue rindiendo con toda esa presión detrás no debe ser tan sencillo como los detractores sugieren.
‘Carlitos’ ha jugado en Argentina, Brasil, en Inglaterra. Lo hace ahora en Italia, pero en realidad no es que vuelva a su Buenos Aires querido (cuando yo te vuelva a ver no habrá más pena ni olvido). En realidad, Carlitos nunca se ha ido; tiene sus raíces selladas en el Fuerte Apache, y su corazón atrapado en La Boca azul y oro a la que tantas alegrías dio y con la que comparte el sueño recíproco de una vuelta antes del retiro. Luego de brillar en su Boca Juniors que cada día lo quiere más, Tévez se fue al Corinthians, donde supo ser héroe y villano en un club que adora a sus estrellas con la misma ferocidad con la que los hostiga cuando surge algún inconveniente. Luego, junto a Javier Mascherano —otro argentino presente en la final del sábado en Berlín— comenzó la experiencia europea en el West Ham United inglés, donde aún lo recuerdan con gratitud por haber sido decisivo en mantener la categoría, con aquel gol en la última fecha contra el Manchester United, a la postre su nuevo club. En Manchester triunfó tanto con los “Diablos Rojos” como con los “citizens” del City, logrando incluso una Champions League en el 2008. En la ciudad de The Smiths, Happy Mondays y los Oasis, ‘Carlitos’ no escapó a su particular designio: fue amado y odiado en su debido momento. Tras una temporada conflictiva con el técnico italiano Roberto Mancini, llegó a la Juventus en el 2013, y a partir de ahí la historia es por todos conocida: en Turín pareció encontrar la paz necesaria para llevar a cabo dos temporadas en permanente ascenso, hasta el punto de ser querido por toda la hinchada y ser el jugador más importante de un equipo donde tiene por compañeros a históricos como Buffon y Pirlo, y jovenes prometedores como Pogba, Vidal y Morata. Un detalle no menor: Tévez ha logrado campeonatos con todos los clubes en los que ha jugado, a excepción del West Ham, con quienes, de todos modos, conseguir la permanencia fue celebrado casi como otro campeonato.
En Argentina los aman, a cada cual a su manera; pósters, tatuajes, canciones en las que más allá de gustar o no el particular ritmo de la cumbia, se descubren detalles de como se les quiere a ambos. A Messi le cantan que es el mejor, que es el más grande, que no se ha visto nada igual y “haciendo memoria es el mejor de toda la historia”; a Tévez, al que “nació en un barrio muy popular, el Fuerte Apache se hace llamar”, le destacan que tras mucho luchar pudo llegar, y ahora el pibe tira sus caños y disfruta mientras “lo quieren de todos lados”. La cumbia dedicada a ‘Leo’ es un halago permanente; la de ‘Carlitos’, un relato de rebeldía, de lucha desde abajo. En cierta forma es el reflejo de una percepción constante: ‘Leo’ es el mejor jugador del mundo, y nada se compara al hecho que “D10s” sea argentino; ‘Carlitos’ por su parte, es querido por su fútbol pero también por su historia: por su camino desde un barrio peligroso en el que, de no ser por el fútbol, pudo haber terminado mal, hasta los equipos más importantes de Europa donde se ha convertido en uno de los mejores jugadores del mundo. Por eso Tévez es el “jugador del pueblo”.
Tatuajes: un gusto en común de ambos. ‘Carlitos’ tiene a sus hijas en el brazo y un impresionante tatuaje en la espalda de la resurrección de los muertos tal como está en la Capilla Sixtina. ‘Leo’ ya tenía el rostro de su madre en la espalda y las manos de su hijo en la pantorrilla izquierda; ahora esa pierna luce tatuada completa con un 10 incluido, y en el brazo derecho, una serie de detalles con significado puntual, como el Rosario símbolo de su fe y su ciudad natal, y el vitral de la Sagrada Familia, reflejo de su vínculo sentimental con Barcelona.
‘Carlitos’ fue testigo presencial de la frustración de un bisoño ‘Leo’ que, con sus 18 años vio. desde el banco de suplentes, rumiando sin poder disimular su rabia por no poder ingresar, como Alemania eliminaba a Argentina en el Mundial 2006. En el 2014 vio por televisión cómo el rosarino pasaba cerca de la Copa FIFA, con la mirada extraviada llena de la decepción de quedarse tan cerca de darle el campeonato mundial a su país después de 28 años. Aunque suena ventajista, nadie termina de entender cómo Tévez no integró un equipo que tenía a un ‘Kun’ Agüero limitado por las lesiones, y a Higuaín y Lavezzi en un nivel inferior al que el “Apache” había mostrado en la Juventus. Algunos sugirieron que la relación de Tévez con la selección se desgastó, especialmente tras el fracaso en la Copa América 2011. Otros responsabilizaron a Messi de la decision del técnico Sabella. Al final, la verdad solamente la conocen ellos.
De todos modos, con el “Tata” Martino a la cabeza, ‘Carlitos’ ha vuelto a la albiceleste y la relación con ‘Leo’ parece normal, la adecuada para dos compañeros de un equipo que los necesitará entendiéndose en su mejor versión. En menos de dos semanas estarán juntos de nuevo vistiendo la misma camiseta, la de la selección argentina, para intentar conseguir la Copa América que le es esquiva al país rioplatense desde hace más de 20 años; casi sin descanso tras la desgastante temporada europea, esperan ser decisivos en la consecución de ese logro. Pero antes, en Berlín, ‘Carlitos’ y ‘Leo’ tratarán de terminar una temporada brillante para ambos y para sus clubes, levantando el máximo trofeo a nivel de clubes de Europa. Su temporada ya ha sido brillante. pero sólo para uno de ellos será un éxito total. Sólo uno de ellos sonreirá al final, celebrando el triplete tras bailar un último tango en Berlín.
Pedro Ramírez