Asia, un largo camino hacia el 2018
Cuando el pasado 12 de marzo Timor Oriental y Mongolia inauguraban oficialmente el Mundial de Rusia 2018, se iniciaba un camino de más de dos años y medio para conocer a los participantes de la fase final. Tras las eliminatorias que implicaban a los equipos con peor ranking FIFA, Asia se prepara para comenzar la segunda fase previa, en la que entran en competición todas las selecciones del continente, incluidas las más potentes.
El sistema clasificatorio asiático ha sufrido algunas modificaciones con respecto al que se venía desarrollando en anteriores ocasiones. En este caso, se suprime la segunda tanda de eliminatorias y se pasa directamente a un formato de liguilla; en el caso de Brasil 2014, ésta llegaba en la tercera ronda, en la cual participaban exactamente la mitad de equipos de los que lo harán a partir de este mes. Concretamente son 40 las selecciones que tomarán parte en el clasificatorio que se iniciará el próximo día 24 de mayo, repartidas en un total de ocho grupos. Se clasificarán para la tercera fase las campeonas y las cuatro mejores segundas, las cuales se distribuirán en dos nuevos grupos que repartirán las cuatro plazas directas y una de repesca que se ponen en juego de cara a Rusia. Estas doce selecciones obtendrán, asimismo, el pasaporte para la fase final de la Copa de Asia que se disputará en los Emiratos Árabes en 2019.
El nuevo sistema parece beneficiar a los equipos más modestos, poco acostumbrados a disputar liguillas con un número tan elevado de partidos, y todavía menos a enfrentar a las grandes potencias continentales. Para Bután, Guam, Timor Oriental, China Taipei o Myanmar resulta un auténtico lujo saber que dispondrán de un doble enfrentamiento con equipos del nivel de Corea del Sur, Irán, Irak o China. Por el contrario, para las grandes potencias el peligro puede encontrarse en la más que posible relajación. A priori ninguna debería tener problemas para imponerse a sus rivales, aunque cualquier distracción podría enviarlas a una traicionera segunda plaza. Serán ocho partidos en los que no convendrá despistarse, pues las selecciones modestas —sin apenas opciones para clasificarse— buscarán su momento de gloria.
En el grupo A hay que señalar como gran favorito a los Emiratos Árabes de Omar Abdulrahman: la frescura que ofrecieron en la pasada Copa de Asia les coloca un peldaño por encima de Arabia Saudí y Palestina. Los saudíes se encuentran lejos del nivel que les llevó a participar en cuatro fases finales consecutivas, y su objetivo real pasa por lograr una segunda plaza que les permita alcanzar la tercera ronda. Palestina, por su parte y tras haber debutado en una fase final continental, busca continuar haciendo progresos pese a las enormes dificultades a las que está condenada a enfrentarse. Malasia y la sorprendente Timor Oriental de los brasileños completan el grupo, con el objetivo de aprender y crecer en la medida de sus posibilidades.
El grupo B es, probablemente, uno de los que ofrece un nivel más pobre. Australia, vigente campeona continental, debería pasearse camino de la siguiente fase; ‘Ange’ Postecoglou tendrá la oportunidad de moldear el equipo camino de Rusia con ocho encuentros que no deberían suponer una gran dificultad. La segunda plaza también parece clara, en este caso para Jordania. Los jordanos conforman una selección que ya sabe lo que es disputar un play-off intercontinental aunque no parezcan encontrarse en su mejor momento. Bangladesh, Kirguistán y Tayikistán buscarán sorprender, aunque ninguna apunta a alternativa seria.
Llegando al grupo C se adivina el primer duelo interesante por la primera plaza. China y Qatar ofrecen un nivel muy parejo, pese a los indudables progresos que ha mostrado el equipo de Alain Perrin últimamente. Los anfitriones del Mundial 2022 son habituales en las rondas finales asiáticas y no se lo pondrán nada fácil a los ‘dragones’; lo lógico sería que ambas avanzasen a la siguiente ronda. Bután, Hong Kong y las Islas Maldivas se pelearán por la tercera plaza, que en cualquiera de los tres casos habría que calificar como éxito.
En el grupo D, Irán parte como favorito por delante de Omán. Carlos Queiroz ha conformado un equipo sólido aunque con problemas de cara al gol; el portugués debe afrontar la retirada de Javad Nekounam, ahora asistente suyo en el banquillo. Por su parte Omán es una selección que ha crecido en los últimos años y no debería tener problemas para lograr la segunda plaza. Mientras tanto, Turkmenistán, India y Guam representan un nivel futbolístico netamente inferior y no deberían incomodar a las dos favoritas.
Japón será la selección que marque la pauta en el grupo E. Tras el fiasco de Javier Aguirre, Vahid Halilhodžić inicia el camino hacia Rusia con la obligación absoluta de lograr la clasificación. Para empezar, el nivel del grupo que le ha caído en suerte es bajísimo, con Siria como rival con más opciones de cara a la segunda plaza. Singapur, Camboya y Afganistán buscarán un punto de evolución en su fútbol.
El grupo F cuenta con Irak como única candidata a la primera plaza, mientras que la segunda promete encontrarse más abierta que en otros grupos —lo que podría suponer la eliminación para el que la consiga—. Tailandia, Vietnam e Indonesia buscarán el milagro de alcanzar la siguiente ronda, con China Taipei tratando de dar algún susto.
La República de Corea encabeza el grupo G, seguramente el que ofrece un mayor nivel de los ocho. Kuwait y Líbano no son rivales despreciables, aunque su papel debería ceñirse a la lucha por el segundo puesto. Laos y Myanmar completan un grupo en el que no será fácil que el subcampeón siga adelante, ya que existen muchas posibilidades de que los tres primeros se roben puntos entre sí.
Finalmente, en el grupo H destaca por encima de todas la selección de Uzbekistán. Los uzbekos llevan varios años quedándose a las puertas de la fase final y quizá haya llegado su momento. Para comenzar su andadura hacia Rusia no tendrán contendientes sencillos, con Bahrein y Corea del Norte como principales piedras en el camino. Al igual que en el caso del grupo anterior, se espera que el segundo clasificado no sume demasiados puntos, por lo que podría quedarse fuera. Filipinas y Yemen buscarán ejercer el papel de jueces, aunque no será fácil que logren competir.
Ya está todo listo para que Asia ponga en marcha su segunda fase previa. El domingo 24 de mayo se juega un Tailandia-Vietnam, y a partir del 11 de junio lo harán el resto de enfrentamientos. La liguilla se prolongará hasta el mes de marzo de 2016, momento en que se conocerán las doce selecciones clasificadas para la tercera fase. No se esperan grandes sorpresas entre las favoritas, aunque sí se prevé una dura batalla por las cuatro plazas de mejor segundo. Lo que parece claro es que el fútbol de selecciones volverá a centrar la atención del continente asiático durante los próximos nueve meses.
José Luis Rodríguez