En la Champions League no todo lo que reluce es fútbol
En la liga de campeones no todo lo que reluce es fútbol, sino que también nos encontramos relucientes millones que entran y salen a placer. Por lo tanto, una vez dejado atrás los tripletes del Barcelona, toca cuantificar o, al menos, intentar computar el trasiego de dinero que supone una cita tan mítica como la champions.
Desde luego, la Champions League goza de una salud de hierro y no precisa de rescate alguno por parte de Europa a juzgar por los números que maneja que, para colmo, no cesan de crecer.
De este modo, en la reciente edición que culminó el mes pasado, el vencedor de la contienda europea -el Barcelona- se llevó a casa un botín de 15 millones de euros. Por su parte, el subcampeón -la Juventus de Turín- se consoló con unos suculentos 10,5 millones. Así da gusto ser un perdedor, ¿verdad?
Además, una vez que se pisa el campo de juego de la final, esos dos equipos supervivientes disfrutarán de cierta holgura económica durante unos años gracias a la proyección y prestigio ante el mundo que les otorga disputar una final.
En este sentido, el Bayern de Munich, vencedor en 2014, firmó un acuerdo de patrocinio con Philips y su caché por jugar partidos amistosos se revalorizó como un Picasso, pues pasó de 1 a 2,5 millones.¿Cómo se hace semejante truco de magia? Pues ganando una increíble final.
Sin embargo, esos 15 millones de premio mencionados anteriormente por ganar la competición son únicamente la puntita de un iceberg tremendo. No en vano, son legión los millones que mudan de casa con ocasión de la liga de campeones que se ha revelado como una auténtica “máquina de dinero” y es un artefacto de las buenos porque no tiene visos de que su engranaje se estropee.
Pero somos conscientes de que necesitamos una ayuda, y de las grandes, para estar al cabo de las piezas y tornillos que se emplean para construir semejante monstruo. Para la clase magistral nos viene de perlas una web -el juego del billón- cuya finalidad es arrojar luz sobre el dinero que arrastra la Champions League y las herramientas que hacen falta para ensamblar esta máquina sacaperras.
Tirando mano de datos extraídos de la mencionada web nos topamos con que Messi conjura los millones con su sola presencia, dado que atesora 20’4 millones de dólares en patrocinios gracias a marcas como Gillette o Samsung. Otros, como Gianluigi Buffon, tampoco lo hacen mal con sus 1,5 millones con Pepsi o Fiat.
De hecho, se estima que durante la afamada competición se reparten más de 900 millones, pues no solo repercute en el bolsillo el montante del premio, sino también se embolsan -como decíamos- patrocinios, derechos de televisión o imagen, entre otros.
Para entender el quid de la cuestión únicamente necesitaremos hablar la audiencia, dado que más de 165 millones de personas estuvieron atentas a los goles de la final de 2014 entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid, además de retransmitirse en 200 países. Con este número explicamos de un plumazo el secreto de la potencia de la liga de campeones y su poder de convicción ante los millones.
Desde luego muchos hacen magia con el balón, pero la abrumadora multitud que sigue el deporte rey hace posible otra clase de sortilegio: el de los negocios millonarios como la Champions League.
Redacción EFEI