Anoche vimos todo el potencial ofensivo del Real Madrid aniquilar al peor Bayern de la historia. Hoy veremos la otra cara de la moneda, las dos mejores defensas de Europa frente a frente: Chelsea vs Atlético Madrid.
Las semifinales de la Champions League culminan esta noche con un duelo espectacular en Stamford Bridge luego del ridículo que hizo anoche el Bayern en el Allianz, pero antes de entrar de lleno en el partido de hoy debo dedicarle unas palabras al equipo alemán, y especialmente a Guardiola, quien, en palabras de nuestro disparatado Javier Ferrer (@disparatedejavi) relata en su texto, ha perdido la cabeza por amor.
Sí, el de anoche fue el peor Bayern München de la historia. Nunca antes había perdido en casa ante el Real Madrid y nunca había recibido tantos goles en su feudo el gigante bávaro. La ironía del caso es que, hace pocos meses eran todavía el mejor equipo del mundo y seguramente el mejor Bayern de la historia (el de Heynckes), campeones del Triplete y del mundial de clubes. Cuánto daño le ha hecho Josep Guardiola a este club. Usando las palabras de Miguel Mandías (@Mandifutbol), el gen teutón ha sido borrado por completo. Nunca imaginé semejante ridículo de un equipo, y semejante testarudez de un entrenador tan laureado y tan bien pagado. Me da pena y me indigna tanto porque era evidente para mí que Guardiola tenía en las manos un trabajo fácil. No estoy de acuerdo con el argumento ese de “mejorar lo del año pasado era imposible” y que Pep llegó al Bayern en el peor momento posible. Al contrario, ojalá tuviese yo un equipo ya hecho campeón, bastaba no reparar lo que no estaba roto.
Siempre he tenido una concepción muy particular del fútbol como deporte de competencia. Su principio base no es anotar un gol, ese es el objetivo final. El principio de todo, el concepto que sostiene toda la estructura, es que la pelota no la puedes nunca controlar con las manos, y en consecuencia no la podrás controlar por completo, jamás. Todo el juego del fútbol se basa en una serie de golpes y contactos erráticos que empujan la esférica en todas las direcciones, esperando que en algún momento se pueda dirigir hacia la puerta contraria. Pero aun así, enviar la pelota hacia la puerta contraria de forma directa es inútil pues ahí se encuentra la única persona que sí controla la pelota con las manos. El truco está en distraer, desconcentrar, desequilibrar y molestar al rival hasta lograr que el portero no la pueda controlar con las manos. El fútbol en su esencia es un juego de errores.
No es necesario hacer tantas cosas en un partido para ganar. No hay que complicar nada. Basta con hacer que el contrario se equivoque y listo, ahí tienes la oportunidad que necesitabas. Luego, si no la aprovechas, empezamos de nuevo, y si se te acaba el tiempo pues quedamos 0-0 y decidimos en los penales, los cuales tampoco son una lotería, pues requieren temple y puntería. Cuando dos equipos hacen bien las cosas y se molestan mutuamente, es posible un empate o una victoria estrecha, lo que quiere decir que uno de los dos aprovechó mejor los errores del rival, pero en general ambos se molestaron. Hubo competencia, hubo partido y no se supo quién sería el ganador hasta el final. Eso es entretenido.
Otra cosa es cuando un equipo golea al otro y lo humilla como anoche, lo cual no quiere decir que el ganador sea el supremo dominador del deporte o que sea de otro planeta. Simplemente quiere decir que uno de los dos equipos no hizo NADA bien, mientras el otro continuamente molestó al rival y provocó que cometiera una infinidad de errores. Hubo un solo equipo en el campo, y el resultado no refleja una competencia sino un entrenamiento. En ese sentido, en una goleada el perdedor simplemente no estuvo al nivel del rival, pero no sabemos realmente cuál es ese nivel. No sabemos cuán grande o cuán bueno es el ganador porque no tuvo una medida. Se valora mucho más una victoria 1-0 que un 5-0 pues sabes con certeza lo que sufriste para lograrla, entiendes que no te la regalaron, te la ganaste. Hubo competencia.
Lo del Bayern anoche fue un ridículo, no porque la solución o el camino a la victoria estuviese escrito en las nubes, sino porque estaba anunciado todo lo que NO DEBÍAN HACER para perder. Si el Madrid ganaba nuevamente por un gol o incluso si el Bayern ganaba el partido por un gol y caía eliminado, hubiese sido una perfecta expresión del deporte rey: un partido, dos equipos, un ganador, pero nada más. Perder de la forma que perdió el Bayern demuestra que, a pesar de ser un gran entrenador con ideas interesantes, Josep Guardiola y su filosofía son completamente incompatibles con el Bayern. El plan A fracasó desde su inicio y no existió nunca un plan B.
No existe ninguna regla que dicte cómo debes llevar la pelota al arco contrario, ni tampoco de cómo debes evitar que entre en tu propia puerta. El fútbol es un deporte con 10 jugadores y un portero por equipo. Luego, lo que hagan para ganar es todo válido siempre que no rompa las reglas (sin violencia, sin insultos, sin manos, etc.). Guardiola dice entender el fútbol de una sola manera y no me canso de gritarle al mundo lo ridículo de esa afirmación. Le funcionó en el Barça porque las jugadas eran finalizadas por un delantero formidable que no existe en el Bayern, pero principalmente porque el mundo no estaba preparado para esa estrategia, y aun así le bastó un año al Inter de Mourinho encontrarle el truco y eliminar a los blaugrana de la Champions, igual que luego lo hizo el Chelsea de Di Matteo que el mismo Mourinho había creado, y esta vez el Madrid que, casualidades, también Mourinho había dejado en herencia a Ancelotti. Siempre el mismo portugués. Pep, querido, ¿aprenderás algún día la lección?
Pues luego de esta inquisición de Santpedor me toca centrarme en lo que nos interesa, la otra semifinal, o lo que es lo mismo, una “oda al Cholismo”. No espero ver otra cosa que eso esta noche, un guión repetido y aburrido para muchos, pero interesantísimo para mí. Me basta con decirles que lo de anoche sí me aburrió hasta el punto de ponerme a preparar la previa de hoy durante el segundo tiempo. A mí no me aburre un 0-0 cuando es el resultado que ambos entrenadores quieren. Si es tan fácil, ¿por qué no lo hacen todos los entrenadores? Realmente requiere mucho trabajo durante la semana preparando estrategias, coordinando movimientos y anticipando al rival para enfrentarse a varios escenarios posibles. Es un trabajo completo y complejo, y el resultado es admirable.
Tanto Mourinho como Simeone han trabajado toda la temporada con un equipo que no cuenta con el mismo potencial ofensivo de los rivales a los que se enfrentan en el campeonato local y en Europa. Sin embargo, el orden defensivo y la coordinación de la transición defensa-ataque ha sido la base del éxito para ambos y sólo el crecimiento individual de algunos jugadores que aun no llegan al nivel deseado ha mermado, si bien poco, la progresión tanto de Atlético como de Chelsea. Esta noche veremos dos equipos tan similares en su planteamiento colectivo que la igualdad es simplemente el resultado más probable y lógico. Por lo menos lo era en la ida. Hoy, el mismo guión se repetirá al inicio, pero con el pasar de los minutos es probable que finalmente encontremos esas pequeñas diferencias entre Colchoneros y Blues, y no tiene que ver con nada táctico. Lo único que puede desequilibrar el orden colectivo es el error individual.
El Atlético Madrid posee la mejor defensa de toda Europa con 22 goles recibidos en 35 partidos de Liga y 5 en 11 partidos de Champions (total 27), el único equipo invicto en el torneo continental. Por su parte, Chelsea tiene la tercera defensa de Europa con 26 goles en 36 partidos de Premier y 7 en 11 partidos de Champions (total 33), superados solo por el PSG (total 29) que participa en un torneo de dificultad inferior al inglés, con menos equipos, y que además fue eliminado de Europa por el mismo Chelsea. El Madrid, para ilustrar el panorama, ha recibido un total de 43 goles esta temporada entre Liga y Champions pero tiene el mejor ataque de Europa con 98 goles en Liga y 35 en Champions (total 133) por 97 totales del Atleti y 81 del Chelsea. Estos números no hacen más que reflejar lo que llevo rato diciendo acerca de la fortaleza colectiva de ambos conjuntos y sus similitudes.
El once de Simeone y Mourinho está prácticamente anunciado. El Atleti deberá jugar con su habitual 4-4-1-1: Courtois en la puerta; Juanfran, Miranda, Godín y Filipe en defensa; Koke, Tiago, Mario Suárez y Arda en la media; Raúl García en la media punta y Diego Costa arriba. La única baja es la del capitán Gabi por acumulación de tarjetas, pero la recuperación de Arda en el once es una excelente noticia para Simeone. Además, el portugués Tiago podrá suplir muy bien al capitán, tanto a nivel deportivo como anímico.
Por su parte, el once del Chelsea deberá ser un 4-2-3-1: Schwarzer en la puerta; Ivanović, Cahill, Terry y Azpilicueta en defensa; Ramires y David Luiz en el doble pivote; Willian o Schürrle, Oscar y Hazard en la media punta; arriba Eto’o en el ataque. La duda está la condición física de Samuel Eto’o, pero apuesto por su recuperación para el partido. Existe además la posibilidad de que Schürrle ocupe la banda derecha del ataque en lugar de Willian, aunque el brasileño se ha mostrado bastante más desequilibrante que el alemán e incluso disciplinado en tareas defensivas como se vio en el Calderón.
Como dije, el desequilibrio llegará por parte de algún error individual. Simeone podrá cómodamente desplegar a su equipo cerca de Courtois y buscar la contra, cediendo el protagonismo de la pelota al Chelsea. Los de Mou, por su parte, jugando en casa suelen proponer algo más de posesión pero no creo que se arriesguen demasiado ante este Atleti, por lo que mantendrán su propia línea defensiva también cerca de Schwarzer. La batalla del centro del campo será, evidentemente, el centro de atención, donde habrá un duelo maravilloso por ver quién molesta más al rival. Oscar será el encargado de llevar la iniciativa y distribuir balones mientras Raúl García será su sombra y tratará de obstruir su juego. Del mismo modo, el brasileño buscará molestar a quien lleve la pelota en el centro del campo colchonero, sea Tiago, Mario o el mismo Raúl García cuando baje. El objetivo es crear una pérdida de balón en la zona caliente y dar dos pases al área para fulminar al portero antes que la defensa se reacomode.
Dos serán los jugadores que tendrán protagonismo y podrían cambiar el destino del partido, dos que no jugaron en el Calderón: Eden Hazard y Arda Turan. Jugando en posiciones especulares del campo, serán la principal amenaza de la defensa rival si esa pérdida de balón finalmente se concretiza. Una vez que caiga ese primer gol, no habrá vuelta atrás y el partido estará cerrado. No creo que el resultado pase del 1-0 o el 0-1, y esa es mi duda, ¿quién anotará ese único gol? Bien dijo Mourinho en la rueda de prensa previa al encuentro que el partido se resolverá por pequeños detalles y un solo gol podría ser suficiente para decidir todo. No podría estar más de acuerdo.
De ganar el Atlético sería una histórica y única final entre dos equipos de la misma ciudad, en cuyo caso habría que considerar seriamente tallar el rostro de Simeone en la estatua de Neptuno, o como mínimo cambiar el nombre de alguna plaza madrileña por el de “Plaza del Cholo”. Si por el contrario es Chelsea el que pasa a la final podremos ver un último duelo entre José Mourinho y Carlo Ancelotti buscando un récord histórico y convertirse en el segundo entrenador junto a Bob Paisley que gana 3 trofeos continentales.
Resumiendo, creo que veremos un partido cerrado, con pocas ocasiones pero suficientes para mantenernos pegados al asiento durante 90 minutos, y un solo gol que decidirá todo. Mi pronóstico es 1-0 para Chelsea, simplemente porque confío más en el talento de Oscar que en el de Raúl García. Lo importante es que, sea quien sea el vencedor, lo tendré como favorito para ganar la final ante el Real Madrid, jugando a la contra y por el mismo resultado de 1-0. De ser así habrá ganado el trabajo colectivo, el del día a día, el de partido a partido, habrá ganado el Cholismo. Que ruede la pelota.
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