Anoche regresó la Champions League y nos dejó dos partidos bastante entretenidos aunque previsibles. Las victorias de PSG y Barça a domicilio ante Leverkusen y Manchester City respectivamente, dejan la eliminatoria casi cerrada a falta de milagros sin precedente (según datos de @2010MisterChip en Twitter), y ambos estarán en ¼ de final.
Esta noche tendremos dos partidos más de la máxima competición continental de clubes. El Arsenal FC recibe en el Emirates al Super Campeón de Europa, el FC Bayern München, dirigido actualmente por Pep Guardiola, absoluto favorito a repetir los títulos del año pasado (del otro partido hablaremos unos párrafos más abajo). Yo, particularmente, no creo que el conjunto bávaro repita el triplete de Heynckes, aunque se pasee por la Bundesliga como un abuelo el domingo por el parque y esté en la final de Copa nacional, porque sigue siendo un equipo de Guardiola y el efecto sorpresa que su Barcelona aprovechó para conquistar tantos títulos ya está bien estudiado y aprendido, especialmente en Londres.
No me malinterpreten. Siguen siendo un equipazo, pero soy de los que creen que este deporte es una guerra infinita donde los mejores generales son aquellos capaces de anticipar al rival y esconder sus propias armas. La prensa mantiene que el Bayern de Pep es mucho más versátil de lo que su Barça pudo soñar y, en efecto, adivinar el once inicial de los bávaros es prácticamente misión imposible, pero no importa en qué zona del campo se desenvuelvan, la actitud de los jugadores y el estilo de juego que practican sigue siendo el mismo, previsible si eres inteligente y pragmático. Lamentablemente para los aficionados Gunners, Wenger no entra en esa categoría pues, como bien dijo José Mourinho, el francés es casi un “especialista del fracaso” luego de haber ganado la Premier por última vez hace 10 años.
Los argumentos principales de los detractores de Mou a favor de Wenger se centran en el presupuesto a disposición de ambos, ya que Chelsea gastó millones en jugadores de calidad mientras Arsenal apenas invirtió en jóvenes que luego emigraron a clubes de mayor jerarquía. Esa es para mí una excusa barata de perdedores. El Arsenal no ha ganado porque su entrenador no abre los ojos, como sí lo hizo Ferguson en su día, abandonando un estilo de juego que dejó de ser efectivo por otro más apropiado y cínico frente al rival de turno. No se explica que Wenger haya gastado 50M en un media punta que no necesitaba, como Özil, en lugar de defensores de mayor calidad o un gran 9 que no tienen, todo por mantener el estilo. Como bien dice Gianpiero Boniperti, mítico ex jugador de la Juventus, “vencer no es importante, es la única cosa que importa”.
El otro partido de la noche se jugará en un templo del fútbol mundial, el único estadio (y la única ciudad) que alberga dos clubes campeones de Europa: San Siro. Para los que puedan estar confundidos, el nombre oficial del estadio es Giuseppe Meazza, en honor al gran ex jugador de ambos clubes milaneses. El nombre original se debe a que el estadio se encuentra en el barrio de San Siro, al oeste de la ciudad de Milano. Sin embargo, Meazza es recordado con cariño por los Nerazzurri pues con esa camiseta obtuvo sus mayores éxitos, de modo que para los Rossoneri (entre los cuales me incluyo) el estadio “cambia” de nombre cuando son “nuestros” colores los que pisan el campo.
Volviendo al tema, el AC Milan recibe al Club Atlético de Madrid en un duelo que marcará, seguramente, la carrera de ambos entrenadores. Por un lado, se encuentra Diego Pablo “El Cholo” Simeone, entrenador argentino a quien considero uno de los mejores centrocampistas defensivos de su época, y hoy un entrenador con una enorme capacidad de gestión de grupo. Con lo poco que tiene en casa ha logrado mantener la lucha por el campeonato de Liga frente a los dos grandes de España, y ha llegado a octavos de Champions en su primer intento sin despeinarse. En el futuro próximo sería interesante ver de lo que es capaz el Cholo si tiene entre manos una plantilla con mayor calidad y la exigencia de victoria que un club de mayor prestigio impone. Éste sería el siguiente escalón en su ya maravillosa carrera como entrenador.
En la otra esquina se encuentra un viejo conocido de esta competición, Clarence Seedorf. Ahora, si todos conocemos al Atleti y al Cholo, nadie conoce a Clarence como entrenador pues, hasta hace un par de meses, era todavía jugador en activo, ficha del Botafogo brasileño. Es comprensible tener dudas sobre las aptitudes del holandés en su nuevo cargo, especialmente al ser el Milan un club tan prestigioso con un entrenador novato. Es algo muy inusual… ¿verdad?… ¡Falso! Hace 28 años Silvio Berlusconi se transformó en dueño y presidente del Milan, y contrató a un entrenador sin experiencia alguna en primera división, un tipo que ni siquiera fue jugador profesional. El desconocido entrenador logró ganar todos los títulos posibles con el club, gracias a una plantilla de altísimo nivel y a una gestión técnico-táctica que revolucionó el mundo. Ese entrenador sigue siendo luego de dos décadas el último en defender el título europeo y mundial. Su nombre es Arrigo Sacchi.
Si la memoria no nos falla, su reemplazo fue otro desconocido en los banquillos. Este sí que fue jugador en el pasado, y de los buenos, siendo incluso parte de la Azzurra habiendo anotado un gol para la historia en Wembley. Logró ganar el Scudetto en varias ocasiones, destrozó al DreamTeam de Cruyff por 4-0 en la final de la Champions y luego se dedicó a coleccionar títulos de Liga con todos los clubes que dirigió, además de entrenar selecciones de prestigio, como la inglesa. Su nombre es Fabio Capello. Como ven, sí hay precedentes alentadores en San Siro a que otorguen a Clarence un voto de confianza.
Pero eso no puede ser suficiente. Vuelvo a hacer la pregunta, ¿qué tan bueno puede ser Seedorf como entrenador? Para los que lo vimos jugar y hemos seguido su carrera, Seedorf es uno de esos jugadores que prácticamente nacieron para ser entrenadores. De hecho, lo era en su juventud dentro del campo, vestido de corto. Son varias las anécdotas que involucran a Seedorf discutiendo con compañeros o con su propio entrenador sobre los detalles tácticos del equipo. Una anécdota particular incluso cuenta que Capello, entrenador del Madrid en 1996 donde militaba Seedorf, le lanzó la chaqueta (saco o americana, dependiendo de dónde viva usted, querido lector) al holandés y le dijo que ahora era él el entrenador; Clarence estaba dando indicaciones tácticas a sus compañeros, algo que ante los ojos de Capello era responsabilidad exclusiva del entrenador. En Milanello, centro deportivo del AC Milan, a Clarence le conocen como “il Professore” (el profesor).
Antes de entrar en la parte más táctica del asunto, quiero dejar en claro una cosa: el Atlético de Madrid clasificará a los ¼ de final a menos que suceda una especie de milagro. Este Atleti es un equipo completo, formado y entrenado, con todas sus piezas a disposición (a diferencia de hace un par de semanas ante el Madrid en Copa del Rey) y un delantero formidable como Diego Costa. El Milan es un equipo en transición, no tiene las piezas necesarias aún para sostener con equilibrio el planteamiento que Seedorf propone y cuenta con numerosas ausencias para este duelo. Sin embargo, en caso de ocurrir ese extraño fenómeno milagroso, en caso de que los planetas decidan alinearse o que los extraterrestres tomen posesión de los jugadores, aquí analizaremos las alternativas que tiene el Milan de Seedorf para eliminar al Atleti.
Clarence Seedorf ha dirigido al club rossonero hasta ahora en cinco partidos, cuatro de Serie A y uno de Coppa Italia. Ha dejado bien claro que su intención es proponer un fútbol de ataque y velocidad a través de un 4-4-2 moderno, lo que se conoce como 4-2-3-1. Basándonos en sus declaraciones públicas y lo visto sobre el campo de juego, la defensa del equipo se mantendría bastante alta en todo momento, con los laterales que empujan por la banda y tiran centros al área; el doble pivote formado por piezas mixtas, un destructor y un creador, protegería la defensa al tiempo que buscaría soluciones de pase; una mediapunta central que hace el trabajo de organizar los ataques a campo abierto, acompañado por dos extremos que pueden hacer diagonales al área o ir al fondo para centrar; arriba, una punta que no permanece en el área sino que participa en la fase ofensiva, abriendo espacios.
En cierto modo, tanto el Milan como el Atleti, utilizan la misma disposición sobre el campo con una gran diferencia: la actitud. Mientras Simeone prefiere que sus jugadores esperen compactos detrás del círculo central creando un bloque para robar balones y salir a la contra, Seedorf exige a los suyos mantenerse bien arriba y atacar los 90 minutos para robar balones lo más cerca del área rival posible. Evidentemente, el estilo de juego del Milan le sienta como anillo al dedo al Atlético de Simeone. El problema principal es que los colchoneros están más preparados para contener los ataques italianos de lo que éstos podrán detener las contras españolas.
Berlusconi ha preferido siempre que su equipo ofrezca espectáculo y goles, muchos goles, algo con lo que el entrenador nacido en Surinam coincide plenamente. De hecho, Seedorf ha sido uno de los favoritos de Silvio desde siempre, y la plena confianza que existe entre ambos asegura que el proyecto tendrá vigencia de mediano-largo plazo. Esta es una de las claves que ha establecido Clarence en sus declaraciones recientes pues, anticipando una probable eliminación (lo hizo en Coppa Italia y lo repitió en la vigilia de la Champions), ha mencionado que esto es una etapa transitoria y que están construyendo un futuro ilustre para el club. Eso nos hace pensar que hay una agenda privada con mucha gente detrás, preparando cambios en la plantilla tanto de jugadores como de equipo técnico.
La prensa italiana especula que Clarence prefiere no trabajar solo y, para ello, buscará la compañía de sus mejores aliados. Jaap Stam como preparador de estrategias defensivas, Hernán Crespo preparador de estrategias ofensivas y, posiblemente, Edgar Davids como mano derecha (sustituyendo a Mauro Tassotti, quien tiene 30 años en el club), serían el equipo completo del nuevo AC Milan 2014/2015. Una plantilla técnica especializada no se ve habitualmente en el fútbol europeo, es algo más típico de los deportes estadounidenses, pero podemos imaginar que con esto se compensaría perfectamente la escasa experiencia de Clarence. Debemos recordar que el holandés no es un simple ex jugador, sus conocimientos sobrepasan lo deportivo. Seedorf es un empresario completo, controla inversiones de varias índoles, habla cinco idiomas con fluidez y además es un atleta formidable que juega al fútbol como pocos. Su natural carisma y actitud “prepotente” lo hacen un gran motivador, lo suficiente para influir mentalmente en sus jugadores.
En cuanto a jugadores, es lógico que un entrenador mantenga el discurso interno de “sí podemos” hasta terminar la temporada, pues tiene una responsabilidad primaria de no caer más en la clasificación y subir los escalones que pueda. Una vez que llegue la última fecha del campeonato de Serie A empezaremos a ver las cabezas rodar por Milanello. Jugadores como Mexès, Zapata, Constant, Robinho, Muntari, Birsa, Bonera y Abbiati no son de primera categoría. Quizás los últimos dos permanezcan en plantilla como relevo para ayudar con su experiencia al desarrollo de nuevos talentos, especialmente contando con talentos juveniles que acaban de ganar el Torneo de Viareggio, entrenados por Pippo Inzaghi. Si el esquema 4-2-3-1 será fijo, también será normal ver fichajes que se adapten perfectamente a esa conformación, pero principalmente lo que debe cambiar es la calidad de los nombres. Un club de prestigio necesita jugadores de prestigio, campeones que levanten la barra de exigencia. El Milan apenas tiene a Kaká en esa categoría.
Mientras tanto, Clarence debe improvisar como pueda un once titular que logre crear problemas al Atleti en Champions. Según sus propias declaraciones, De Sciglio se exprime mejor que nadie en el lateral derecho, dejando a Emanuelson como lateral por izquierda. En el centro de la defensa, Rami ha demostrado poseer buenas capacidades técnicas y sabe utilizar su portentoso físico para desplazar a los delanteros en el área, algo muy útil frente a Diego Costa, por ejemplo. Su pareja será el eslabón débil, pues ni Mexès ni Bonera dan la talla. Debido a acumulación de tarjetas, ni Montolivo ni Muntari podrán jugar esta noche, así que Essien y De Jong formarán probablemente la pareja del medio. Sin embargo, en vista de las ausencias de Robinho (lesión) y Honda (no elegible por haber jugado con CSKA en Champions) existe la posibilidad de que Clarence modifique hoy su 4-2-3-1 a favor de un 4-3-2-1, al más puro estilo Ancelotti.
Tanto Poli como Cristante son buenos jugadores, perfectos para acompañar a De Jong y Essien en el trío del mediocampo, dejando arriba dos mediapuntas en lugar de tres. Uno será Kaká, capitán y líder esta noche, quien deberá desempolvar sus mejores golpes de efecto con el balón si quiere darle al Milan una pizca de esperanza. Sabiendo que Balotelli jugará seguro, siendo éste el jugador que Seedorf ha responsabilizado con el trabajo de cargarse el equipo al hombro y evolucionar de “gran jugador” a “jugador grande”, el misterio es quién lo acompañará en ataque, si otro delantero o una mediapunta. Las opciones son dos: Taarabt o Pazzini. Las estadísticas muestran que Balotelli funciona mejor y anota más si lo acompaña otro delantero, pero Clarence prefiere no quedarse sin alternativas en la banca si se quema una de sus dos puntas.
Esto lleva a pensar que será Taarabt, recién llegado en el mercado invernal, quien acompañe a Kaká detrás de Balotelli. El jugador marroquí mostró en Serie A sus habilidades para driblar y crear desequilibrio en velocidad con la pelota en los pies, algo que al Milan le hace falta como el aire. Las dificultades ofensivas del equipo en los partidos recientes se debían a la posición de Honda quien, desde la derecha y siendo zurdo, no ofrece el mismo rendimiento que cuando juega por el centro, donde Kaká es intocable. Esta vez, al jugar Poli más retrasado por derecha en el mediocampo, las incursiones en ataque serán más inesperadas y podrían crear mayor peligro, tal como lo hacía Seedorf desde la izquierda en el esquema de Ancelotti.
En caso de resultado adverso, sería normal ver un cambio a partido en curso, Pazzini entrando por uno de los mediocampistas para desplazar a Balotelli a la media punta izquierda. Lo cierto es que, sea cual sea la conformación táctica del Milan, será probable que la escasa preparación, debida al poco tiempo trabajando juntos y a la limitada capacidad técnica de muchos elementos en la plantilla, ceda paso al rival de turno, hoy el Atlético de Madrid. Por su parte, el once colchonero deberá ser el equipo de lujo con la ausencia de Filipe: (4-4-1-1) Curtois; Juanfran, Miranda, Godín, Insúa; Koke, M. Suárez, Gabi, Arda; R. García, D. Costa.
Veremos esta noche un partido emocionante por muchas razones. Koke tendrá espacios para correr si Emanuelson avanza por el carril zurdo y Miranda tendrá que dar apoyo a Juanfran cada vez que Taarabt corra con la pelota por la misma zona, pero arriba Diego Costa será una amenaza constante ante cada pelota robada por Gabi o Mario Suárez, especialmente si Bonera o Mexès hacen una “a la Demichelis”. Los jugadores del Atlético no están acostumbrados a visitar templos europeos como San Siro, Old Trafford o Anfield, siendo para ellos normal visitar Bernabéu o Camp Nou en Liga. Para que el Milan logre el milagro serán necesarios dos factores principales: que San Siro logre intimidar a los rojiblancos para que el Atleti juegue blando, como lo hizo frente al Madrid en Copa, y que Kaká y Balotelli brillen como nunca en sus carreras, sacando goles del sombrero que nadie se espera, como hicieron Kaká en Old Trafford 2007 y Balo este sábado ante el Bologna.
El nuevo Milan de Clarence Seedorf está apenas en etapa preliminar, ni siquiera ha empezado la construcción de las bases, pero en un futuro podría regresar a ser lo que debe ser, el único club que puede mirar de frente al Real Madrid sin sonrojarse. Les dejaré mis pronósticos a través de Twitter cuando sean oficiales los onces titulares. Hasta entonces. Que ruede la pelota.
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