Blanco, El Once de Blanco - Llegó el año pasado, sorpresa mayúscula entre las miles de promesas incumplidas de Calderón, un nuevo holandés a la pila de los ya merengues, un jugador distinto. De suplente en el Ajax a capitán, la misma operación sucedió en el Hamburgo, entender el juego de sus equipos era entender a Rafael, el iniciaba la transición y finalizaba la jugada, absorbía todo el fútbol ofensivo de sus equipos, en el Ajax tras la marcha de Snejder asumió también el rol de este, creció como futbolista hasta cotas insospechadas, paso de ser un finalizador en llegada a ser un 10, un mediapunta con caída a banda, gol, 1×1, capaz de bajar a recibir al medio sin perder enteros en ataque.
Su principal problema lo vimos nada más llegar a Madrid, no sabe ser suplente, poco a poco comenzó a arrastrarse por el campo a dejar uno o dos recados que atestiguaran su calidad, problemas con el míster, problemas con sus compañeros… Robben recibía los elogios, el ex del PSV era la única nota de color según la prensa, ya nadie recordaba todo lo dicho sobre Van der Vaart, pasó a ser el odiado, la parte discordante de un equipo que no acababa de funcionar. Ramos no tenía tiempo para mimarle, decidió olvidarle, Rafael quería la salida, de los cinco holandeses el único que hubiera firmado con una sonrisa en los labios allá por febrero-marzo su salida era él.
La vida da muchas vueltas, llegó la nueva presidencia, los problemas de salud de su mujer, el nuevo equipo necesitaba hacer cash, pero el factor humano y el cariño hacia Rafael fueron notorios, lo apoyaron, haberle puesto en la lista de transferibles hubiera sido tenerlo haciendo kilómetros en verano cuando lo que más necesitaba y quería era estar en esos momentos aciagos con su esposa. Se fueron Snejder, Robben y Huntelaar, a priori a él también le hubiera toca y quizás Snejder o Robben hubieran seguido en Madrid…
Todo esto el holandés no lo olvido, volvió renacido al fútbol, quería pelear por un puesto, pero son la altanería que le acostumbraba, se sentía en deuda con una entidad que le había tratado casi como a un hijo más. La lesión de Kaka’ le dio la alternativa, comenzamos a ver un nuevo Van der Vaart, hacia lo que el equipo necesitaba, tal y como hizo en su momento en la selección holandesa, si necesitaban más recuperación Rafael comenzaba a presionar, absorbía balón, transiciones, poco a poco finalizaba, el grande había vuelto. Luego llegó la lesión, el salir del once, pero no perdió las esperanzas no se desanimó, ahora es parche, cambio de esquema, el jugador número 12, talento, regate, improvisación y sacrificio hacen de Van der Vaart un hombre clave para este Real Madrid y esta segunda vuelta, estamos comprobando como puede jugar con Kaka’ sin eclipsarlo, sabe adaptarse, el Madrid está de enhorabuena…
Un abrazo.
4 Comentarios
Van der Vaart siempre ha sido un jugador distinto, es magico lo que hace con el balon y lo alto que lleva a sus equipos cuando le permiten capitanearlo, nunca entendi porque ha sido despreciado desde que llego en el madrid, pero el tiempo le dio la razon y las circunstancias le han permitido mostrarse y lograr la continuidad que precisaba para poder aspirar a la titularidad como tu dices sin eclipsar a kaka', muy buenas palabras amigo, un saludo grande, te invito a pasar por mi blog
Yo creo que Kaká ya nunca volverá a ser el del Milan, mientras que Van der Vaart se joderá de no jugar y perderá ritmo de competición y es una pena porque es un muy buen jugador.
Creo que en lo poco que ha tenido de acción Van der Vaart, ha hecho más que Kaká.
Saludos.
Talento es equipo. Superación, sacrificio, ilusión, llegada, gol…
Saludos desde La Escuadra de Mago