El histórico triunfo conseguido por el Manchester City en Old Trafford por 1-6 certifica que los hombres de Mancini son aspirantes al título y, además, que puede producirse un cambio de ciclo en la Premier si el Manchester United no se recupera de este duro golpe recibido.
LOS PLANTEAMIENTOS
Ambos entrenadores demostraron con sus alineaciones que acudían a la cita sin miedos ni complejos. Ferguson y Mancini apostaron por sendos 4-4-2, olvidándose de tácticas más conservadoras reforzando el centro del campo para protegerse de su rival, lo que no sería ninguna sorpresa ya que lo tienen hecho más de una vez. Salieron a por todas desde el principio, algo que es de agradecer por el aficionado.
Álex Ferguson apostó por De Gea en la portería. En la línea defensiva llamaba la atención la ausencia de Phil Jones (estaba en el banquillo) y de Vidic, eligiendo a Evans para acompañar a Río Ferdinand en el centro de la zaga con Smalling en la derecha y Evrá en la izquierda. En el centro del campo actuaron Anderson y Fletcher con Nani en la banda derecha y Ashley Young en la izquierda. Y en la delantera contó con Wayne Rooney y siguió apostando por el joven Danny Welbeck, dejando a Javier Hernández en el banquillo.
Por su parte Mancini alineó a Hart en la portería. Por delante de él actuaron Richards en el lateral derecho, Clichy en el izquierdo y Kompany y Lescott en el centro. En la medular jugaron Barry y Yayá Touré con Silva escorado a la izquierda y Milner a la derecha. En punta apostó por Balotelli en detrimento de Dzeko para acompañar al Kun Agüero.
Como vemos alguna que otra sorpresa en los onces iniciales que al final resultaron determinantes. La presencia de Evans acabó por romper el partido con su expulsión al comienzo de la segunda mitad. Mientras que Balotelli fue clave al anotar los dos primeros goles y provocar la expulsión del propio Evans.
De inicio el Manchester United dominó el encuentro. Al City no le importa ceder la pelota al contrario, se encuentra cómodo en esa situación. Este aparente dominio era totalmente ficticio. Cuando los hombres de Ferguson tenían el balón apenas creaban peligro ante un City perfectamente situado en el campo. Les faltaba creatividad en el último tercio del campo. Ni Fletcher ni Anderson consiguieron darle sentido a su ataque. Sin embargo cuando los visitantes se hacían con el balón la sensación de peligro cuando pisaban campo contrario era palpable. La clave: Silva y un mayor apoyo en el centro del campo a Barry y Touré.
DAVID SILVA EJERCIÓ DE VON KARAJAN
El jugador canario partía de la banda izquierda, pero casi nunca se quedaba allí. Se movió con total libertad por todo el campo, liderando el ataque de su equipo. Su juego creaba desequilibrios en los medios centros y la zaga rival. Mancini le da mucha libertad a los cuatro jugadores de arriba, moviéndose constantemente e intercambiado sus posiciones, y apoyando a Barry y Yayá Touré que suelen mantener sus posiciones en el medio sin aventurarse en el ataque. Sin embargo ambos siempre podían contar con Agüero, Milner y, sobre todo, Silva para ofrecerles varias posibilidades de pase. Cuando conectaban con Silva, lo que ocurría muy a menudo, el peligro se disparaba. Con una claridad de ideas y una visión del juego fuera de lo común siempre elegía la mejor opción. Así en los dos primeros goles conectó con Milner (una vez por banda izquierda y otra por banda derecha) para que éste asistiera en las dos ocasiones a Balotelli. Ya en la recta final de partido, jugando de segunda punta detrás de Dzeko, anotó el cuarto gol y le brindó el quinto al bosnio con un excelente pase entre los dos centrales del United.
El juego solidario del City no se vio en el United. Sus jugadores estuvieron bastante estáticos, sobre todo Nani y Ashley Young que rara vez se aventuraron fuera de su posición, dejando muy solos en el centro a Fletcher y Anderson, que fueron totalmente superados por Barry y Yayá Touré con la colaboración de Silva, Milner o Agüero. En los locales sólo Rooney trataba de apoyar en el centro del campo.
LA EXPULSIÓN DE EVANS Y LA HUMILLACIÓN FINAL
A pesar de irse al descanso con ventaja en el marcador y jugando mejor el City no podía tener la tranquilidad asegurada en Old Trafford. Los diablos rojos no suelen caer en el desánimo y casi siempre reaccionan. Ese intento de reacción se vio cortado de raíz por la expulsión de Jonny Evans a los dos minutos de la reanudación. El central norirlandés no consigue dejar de ser una joven promesa para convertirse en una realidad. Incluso los recién llegados Smalling y Jones están rindiendo a mejor nivel que él. Balotelli le ganó la partida y su decisión de derribarlo acabó con el United. Una jugada que puede marcar su futuro en Old Trafford.
Como no podía ser de otra manera ambos técnicos reaccionaron ante la nueva situación. Ferguson colocó en el lateral derecho a Fletcher pasando a Smalling al lugar que ocupaba Evans. El hueco que dejó el escocés en el centro del campo fue rellenado con Rooney, que por segunda semana consecutiva acababa jugando de medio centro como ya hizo en Liverpool. Estos cambios debilitaron todavía más la medular del United. Fletcher no lo estaba haciendo del todo mal tratando de hacer frente a sus rivales, con su paso al flanco derecho la medular se debilitó. Por un instante los locales sí crearon peligro. Heridos en su orgullo y espoleados por su afición se acercaron con algún peligro por las inmediaciones de la meta de Hart. Todavía con aire en sus pulmones eran capaces de crear peligro. El problema llegaba cuando tocaba defender.
Y les tocó defender. Mancini no se acorazó atrás. Intentó rematar el partido para impedir una desagradable sorpresa que con 0-1 y ante el United podía llegar en cualquier momento. Colocó a Richards casi de extremo derecho, convirtiendo la banda izquierda de los locales en un desfiladero por el que llegaban fácilmente hasta su portería. Silva, Milner y Richards machacaron por ese costado a un Evrá al que nadie ayudó. Así llegó el segundo gol de Balotelli en el minuto 60 que dejó moribundo al United.
Seis minutos después Ferguson movió el banquillo. Entró Phil Jones por Anderson y Javier Hernández por Nani. Jones se fue a la defensa y Fletcher recuperó su posición en el centro del campo. Por su parte el “Chicharito” se ubicó en la punta del ataque pasando Welbeck a la banda izquierda. Estos cambios no solucionaron el problema de su banda izquierda. Tres minutos después (69´) Richards se coló hasta la línea de fondo y su centro lo remató Agüero poniendo el 0-3 en el marcador.
Entonces Mancini movió ficha. Entraron Dzeko por Balotelli y Nasri por Agüero, pasando Silva a ocupar una posición más adelantada junto al delantero bosnio. Fletcher anotó su gol más triste con un gran disparo desde la frontal del área una vez reubicado en su posición. Fue el preludio a la humillación. Dzeko y Silva rompían una y otra vez a la defensa local buscando con voracidad aumentar la ventaja en el marcador. La victoria no bastaba, había que humillar al eterno rival.
En un córner Dzeko remató sin oposición rival, era el minuto 89. Contrariamente a las señas de identidad del United habían arrojado la toalla. En el descuento les cayeron otros dos goles hasta el histórico 1-6 (Silva y Dzeko). Aquí se demuestra que no es lo mismo perder por uno que por seis. Si el United no hubiera bajado los brazos en los instantes finales el partido se resumiría con una derrota por 1-3 con la coartada de haber jugado con un hombre menos toda la segunda mitad. Pero con el 1-6 el golpe de efecto protagonizado por el Manchester City puede cambiar el viejo orden establecido en la Premier League.
1 Comentario
Esclarecedor artículo un placer leerlo