Es así. A mí ya no se me ocurre cómo calificar a este equipo. Acostumbrados a ver finales donde el miedo a perder es lo que prima, donde las marcas son el principal argumento de los contendientes, donde las ocasiones de gol brillan por su ausencia, aparece este Barcelona.
Ya no se trata de que llevemos 3 años disfrutando semana a semana de un espectáculo inigualable, no es cuestión de que estos futbolistas lleven marcado a fuego un estilo de juego único e incomparable, ni siquiera de que palpemos que como grupo humano también parecen los mejores. Es que encima llegan los partidos más importantes de su historia como club y todos esos atributos los elevan al infinito. Hace más o menos año y medio escribía aquí mismo sobre un lugar en el Olimpo reservado para el Barça de Guardiola y lo que ahora me parece es que el Olimpo puede quedársele pequeño. No es un tema de resultados (es imposible ganar siempre como ya vimos el año pasado) sino que aquí lo que hay es un proyecto madurado día a día, semana a semana desde hace ya más de 2 décadas donde las individualidades siempre están al servicio del conjunto y no al revés.
Se habla mucho de que cuando se vaya Xavi se acabará este Barça y yo, sinceramente, lo dudo mucho. Es cierto que no existe otro Xavi pero yo estoy seguro de que sabrán adaptarse a su ausencia y buscarán la manera de jugar con otro futbolista (¿quizá Thiago?) que aportará virtudes diferentes para conseguir la misma excelencia. De hecho, este año ha faltado mucho un puntal como Puyol y las soluciones de Guardiola han sido tan sorprendentes como exitosas.
Lo de Messi, en cambio, ya es otro tema. Para él si que no existe ni existirá recambio porque su calidad y su talento son de otra galaxia. No sé si será capaz de ganar un mundial con su selección pero hay algo de lo que no tengo ninguna duda: es el mejor futbolista que he visto en un terreno de juego y donde esté él yo no quiero ni a Maradona ni a nadie. Creo que es una tarea del seleccionador argentino ofrecerle a Leo un contexto adecuado para que pueda sacar a relucir lo que tiene dentro, hemos visto que nunca se arruga en los partidos importantes y la exhibición de Wembley a mí no me parece de este mundo. No puedo ocultar que lo que me transmite este futbolista jamás lo había sentido, solo espero que podamos seguir disfrutando del privilegio de ver la alegría y la genialidad de su fútbol cada semana durante muchos años.
Me alegro muchísimo también de los goles de Villa y Pedro, ambos llevaban un par de meses de mucho estrés y me parece muy justo que sus nombres queden grabados en la historia de esta final. No se puede dejar de lado que enfrente estaba el Manchester United, un equipo que además de ser un grande, venía en una línea ascendente de moral y juego. Pero en Wembley el United pareció un equipo casi insignificante ante el vendaval de fútbol que tuvo enfrente. Sólo el genio de Rooney pareció en algún momento oponer algo de resistencia pero la tarea resultó completamente imposible. Cuando Iniesta, Xavi y Messi dirigían la orquesta al United no le quedaba otra que ir retrocediendo poco a poco hasta hincar la rodilla casi en cada jugada.
Y es que de verdad que, al igual que el United en Wembley, me encuentro totalmente hipnotizado por este grupo de futbolistas del que no me quiero perder ni los amistosos. Porque yo soy un gran aficionado a todos los deportes pero sólo cuando veo a este equipo para el que ya se me acaban los adjetivos me doy cuenta de que el deporte más grande que existe es el fútbol.
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