No es ninguna sorpresa si digo que la Liga Adelante es una de las más difíciles de pronosticar, los que jugamos a la quiniela sufrimos en nuestras carnes cómo los resultados son prácticamente impredecibles, equipos como el Lugo pueden ganarle a todo un Zaragoza y luego perder estrepitosamente frente al Girona —situado en puestos de descenso— por 6-0.
Pero, en medio de esta tormenta de resultados, nos encontramos con un líder atípico, inesperado en todas las apuestas de candidatos al ascenso a la Liga BBVA: La SD Éibar. Un recién ascendido, aunque todo un clásico en esta división —de hecho, es el equipo que más años se ha mantenido en ella consecutivamente: 18—.
El equipo
El conjunto vasco se ha reforzado activamente de cara al salto a la nueva división pero, a pesar de ello, el equipo que dirige Gaizka Garitano no se ha gastado apenas un euro en traspasos; así han llegado jugadores como: Eizmendi y Yuri (Real Sociedad), Jota (Celta), Albentosa (Cádiz), Urko Vera (Alcorcón) o veteranos como Diego Rivas (Elche) —todo un trotamundos del fútbol—. La importancia de que prácticamente todo haya sido a coste cero le ha dado también un valor moral, algunos llegan libres y otros cedidos pero lo que es seguro es que los que están es porque querían jugar en este equipo, sin alardes ni golpes de talonario.
Arruabarrena es el máximo goleador del equipo con 7 goles.
La importancia de la humildad
Como ya he dicho, la Liga Adelante es impredecible, pero en los últimos años da mayores alegrías a los modestos que a los gallitos. A los equipos que bajan como Zaragoza, Deportivo, Hércules o Mallorca se les atraganta la categoría y en más de un partido hincan la rodilla contra todo pronóstico, es un fútbol más físico y de mayor exigencia, algo que los jugadores de toque que vienen de Primera División sufren muchísimo.
Equipos como el Eibar llegan a la división como si fuese un premio, con el objetivo de la permanencia y sin ninguna presión más, los resultados han ido llegando y el equipo se ve con confianza, el descenso se atisba lejano y los jugadores continúan disfrutando. Y ahí está la clave, equipos alegres que juegan sin presión y con toda la ilusión del mundo frente a plantillas millonarias que sienten la necesidad de subir sí o sí, ante el despropósito de la temporada pasada y una afición ansiosa por volver a la élite.
Que el Eibar esté arriba no es casualidad, es fruto de la constancia por mejorar, del trabajo bien hecho, del sacrificio individual y colectivo sin olvidar que, pese a estar en lo más alto, se sigue pensando en la permanencia y en el partido tras partido.
Cambio en el estilo de juego
Muchos tendrán en la cabeza al Eibar como un típico equipo vasco, aguerrido, tosco, de patadón y juego directo, de campo embarrado y delantero tanque. Un equipo por el que parece no haber pasado página el calendario, de los que había a finales de los años 80 y principios de los 90.
Lejos de aquello, Garitano ha impuesto una nueva filosofía en Ipurúa; el portero saca el balón jugado desde primera línea, se buscan las bandas y ahí Jota (cedido por el Celta y ex del Castilla) tiene mucha parte de culpa. Es el jugador que desde el flanco zurdo da ese toque de calidad y oxigenación que necesita el Eibar, evita que el partido sea un correcalles y que la posesión se quede en poder del equipo armero.
Los laterales se incorporan, los extremos se pegan a la cal, el equipo ya no espera las segundas jugadas sino que las elabora, numerosos ex-compañeros que se enfrentaron al Eibar en la fase de ascenso quedaron sorprendidos porque no era el mismo equipo que ellos habían dejado, era otra filosofía, otro estilo en el que Garitano ha dado continuidad en la Liga Adelante.
El Eibar juega al toque pero también puede adaptarse a otros estilos de juego
Factor campo
Aunque hemos dicho que el Eibar es un equipo que ha cambiado su estilo de juego, también sabe adaptarse a las necesidades, reconoce sus puntos débiles y en Ipurúa puede mostrarse en ocasiones si el partido lo requiere un equipo camaleónico. Pese a su fútbol alegre, su mediocentro lo suelen componer Dani García y Morales, centrocampistas defensivos, en las bandas tiene buenos centradores, centrales altos… Todo lo necesario para jugar a otro fútbol si se tercia. Ipurúa recuerda a un típico campo inglés de la Segunda División, pequeño a veces en demasía, un aforo de unos 5000 espectadores pegados a la línea de cal. Se respira fútbol del antiguo, donde los equipos de toque lo pueden pasar mal si no están acostumbrados a las dimensiones.
Gol Average
Y si hablamos de posible ascenso, no olvidemos que el Eibar ha sido capaz de ganar en el Nuevo Colombino (1-2) y al Deportivo (2-1), rivales directos por la lucha en el ascenso.
Estadísticas
Partidos |
Ganados |
Empatados |
Perdidos |
Casa |
8 |
2 |
3 |
Fuera |
5 |
4 |
4 |
Lleva 33 goles a favor por 37 en contra. El máximo goleador del equipo es Arruabarrena con 7 goles.
En definitiva, un equipo sorpresa, con el que nadie contaba y que, por méritos propios, se ha situado al frente de la tabla. Veremos si se mantiene su buena racha o se queda en algo efímero.
1 Comentario
¡Hola!
Por suerte para el Éibar los goles encajados son 21 y no 37. Sería curioso que con más goles en contra que a facvor estuviese líder de segunda división a estas alturas.
Un saludo,