Estaba viendo este pasado miércoles el partido aplazado por la tercera jornada de la liga, entre el Betis y el At. de Madrid, y no me quedó ninguna duda respecto a que, los dirigentes del balompié internacional, deberían realizar algunos cambios en sus reglas. Por ejemplo, me parece sumamente injusto que un equipo sea sancionado con un «penalti» y, además, el jugador que lo comete reciba tarjeta amarilla o roja; creo que esto va en detrimento del espectáculo ya que, si sucede al principio del encuentro, el conjunto sancionado se verá obligado a jugar muchísimos minutos con un jugador menos. Bajo mi punto de vista (que no el de Helenio Herrera, quien decía que con 10 se juega mejor), por lo general, cuando un equipo se queda en inferioridad numérica, su entrenador tiende a sacrificar a un atacante para reforzar la zaga o el medio-campo con lo cual, el fútbol ofensivo y vistoso es el que sale perdiendo, y por ende, también los espectadores.
Volviendo al partido del miércoles, entre el Betis y el Atleti, creo que el resultado final no hubiese sido el mismo, si ambas escuadras hubieran disputado los 90 minutos con 11 jugadores. En cuanto a mi propuesta para modificar el reglamento, tal vez un castigo menos severo para esos casos sería que, aparte de la pena máxima, el que la provoca fuese sancionado con irse al banquillo por algunos minutos; algo similar a lo que sucede en el «waterpolo». Y es que para mí, en reglamentos como el de «penalti» y tarjeta, el fútbol es injusto…
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