El domingo 3 de noviembre a las 4 de la tarde, en un Cardiff City Stadium abarrotado, se jugará el primer derby galés en la historia de la Barclays Premier League inglesa. Los aficionados de Swansea ya deben estar organizando el viaje. Por supuesto en España no se sabe qué día se jugará el Clásico. Si sábado o domingo y ya ni hablamos de la hora, porque ahora parece que Roures lo quiere poner a las 12 del mediodía, pero mañana igual se le ocurre que mejor a las 12 de la noche.
Todo el mundo sabe que la final de la FA Cup se jugará el sábado 17 de Mayo a las 5 de la tarde en Wembley. Mismo horario y estadio que la final de la Capital One Cup que se jugará el domingo 2 de Marzo. Aquí no se sabe aún ni la ciudad. No es que no se sepa aun, es que no se sabrá hasta pocas semanas antes de la fecha de la final. Este año por lo menos se sabe la fecha, de momento.
El jueves 26 de diciembre a las 3 de la tarde (¡¡todos a la misma hora!!!) con los estadios llenos de familias se juegan al unísono los 10 partidos de la jornada en el tradicional Boxing Day. Dos días después repiten. Pero no contentos con eso (están locos estos ingleses) el día de año nuevo y otra vez a la misma hora vuelven a jugar para que los niños inmersos en vacaciones escolares puedan ir al futbol tranquilamente. Aquí, por supuesto la Liga está parada y los jugadores de vacaciones. No vaya a ser que se enfaden y convoquen una huelga que retrase el inicio de la Liga y luego no haya fechas para jugar esas jornadas.
Esto son sólo tres ejemplos de la diferente forma de organizar la competición, de cuidarla, que tienen los rectores de la liga inglesa y la española. Mientras que en una se sabe desde el día del sorteo cuándo, dónde y a qué hora se van a jugar TODOS los partidos de Liga, aquí no se sabe hasta 15 días antes. En una Liga bien organizada se intenta unificar horarios para que los aficionados se familiaricen con ellos, ponerlos a horas decentes para que los niños puedan ir a los estadios (siempre llenos, por supuesto) mientras que en otra se juegan partidos desde el viernes a las 9 de la noche hasta el lunes a las 10, sin repetir ni un solo horario con el lío que ello conlleva. Eso, si no te cambian el horario una semana antes.
Pero no acaba en los horarios la odiosa comparación con la Premier. El reparto televisivo es más equitativo en la Premier, que vende sus derechos de televisión de manera colectiva, lo que contrasta con la Liga Española donde los clubes venden sus derechos de manera individual. Este reparto se hace en 3 fases: la mitad del contrato con Sky se reparte por igual entre los 20 clubes. Otra parte se paga en función de la audiencia de los partidos, con los clubes más grandes recibiendo más dinero al ser, lógicamente, los que más audiencia tienen y una última parte que se reparte en función de la clasificación final. Por último, también el dinero que pagan las televisiones extranjeras se divide entre los 20 equipos por igual.
Obviamente los clubes españoles también tiene su parte de culpa. Muchos de ellos han vivido muy por encima de sus posibilidades sabiendo que no les iba a pasar nada. Y es que a nivel europeo, de todos los clubes que se han acogido a la Ley Concursal, sólo uno, el Porstmouth inglés, fue el único que descendió. Jugadores que no cobran, estadios semivacíos por la aberrante política de precios y horarios intempestivos… son algunas de las responsabilidades que están en manos de los clubes.
Las consecuencias de este desastre se están empezando a ver con el éxodo de futbolistas y entrenadores, con la denegación de licencias UEFA a Málaga y Rayo Vallecano (los dos únicos en toda Europa) con una Liga bipolar, etc..
Si una cosa tengo clara, es que la Liga española, organizativamente, no es ni de lejos la mejor liga del mundo.
No Hay Comentarios