A pesar de que a estas alturas no sé como todavía hay debate alguno sobre quién es en la actualidad el mejor jugador de fútbol del mundo, supongo que aquí también encaja el dicho de: “Depende del cristal con el que se mire”. Por ejemplo, la gran mayoría de simpatizantes del Real Madrid, no me cabe la menor duda que dirán que Cristiano Ronaldo; mientras que los seguidores del Barça seguramente elegirán a Lionel Messi.
Pero hagamos un análisis detallado del juego de ambos, desde un punto de vista más o menos neutral. Por un lado está el portugués, jugador habilidoso como pocos, sobre todo en los lanzamientos a balón parado y tiros de media distancia; asimismo, algo muy característico de Ronaldo es su famosa “bicicleta” antes de encarar a un contrario; sin embargo, en un gran porcentaje de ocasiones esa jugada típica del portugués no pasa de ser simplemente algo que le ayuda a dar espectáculo, pero sin llegar a ser determinante a la hora de anotar o dar un pase de gol. Otro de los puntos fuertes de Cristiano es su habilidad para rematar los centros que llegan al área de la portería rival, ya sea de cabeza, con el pie o con cualquier otra parte del cuerpo permitida por el reglamento. En cuanto a sus debilidades, una de las que más se le ven en cada partido es su falta de camaradería con el resto del equipo a la hora de recuperar balones ya que él prefiere levantar los brazos y pedir enseguida la falta cuando le roban la pelota, en vez de tratar de levantarse rápidamente e intentar recobrar el balón.
Pasemos ahora a analizar a Lionel Messi, futbolista de baja estatura y juego endiablado, quien parece que llevara la pelota pegada a sus pies cuando encara a los contrarios. Además, “la pulga”, como es conocido cariñosamente el jugador argentino, siempre está atento a la demarcación de sus compañeros en la cancha; mientras Messi va regateando a sus rivales, su mente ya está dibujando el pase para el mejor ubicado de cara al gol o tratando de ejecutar la triangulación, para terminar él mismo la jugada, como muchas veces hace. Otra de las facetas destacadas de Lionel, son los lanzamientos de falta desde fuera del área grande, muchos de los cuales los envía ajustados a la escuadra y suelen terminar en el fondo de la red contraria. Pero además, al rosarino no le preocupa nada su baja estatura y en más de una ocasión ha hecho goles de cabeza anticipándose a los marcajes de defensas mucho más altos y corpulentos que él.
Y en lo que sí existe una diferencia bastante marcada, con respecto a Ronaldo, es a la hora de intentar recuperar balones ya que, rara es la vez que Messi se queda en el suelo con los brazos en alto pidiendo la falta, cuando el árbitro no la sanciona. Al contrario, él siempre trata de continuar la jugada y recuperar la pelota para ayudar a su equipo. Como todo fenómeno del balompié, Lionel también tiene sus partidos para olvidar, pero estos son muy escasos y además, en cualquier momento realiza una de sus genialidades y resuelve el partido. En definitiva, me declaro neutral en cuanto a ser seguidor de sus respectivos equipos, pero “prefiero la moto de Messi antes que la bicicleta de Ronaldo”…
No Hay Comentarios