En los últimos días hemos visto como unas declaraciones del padre de Falcao provocaron una gran polémica, y a la vez grandes críticas hacia el jugador cuando no tenía culpa ninguna.
Dicen que la familia es lo mejor que tiene uno, pero no quiero pensar que estará pensando Falcao de su padre, o que habrán pensado otros jugadores cuando vivieron esto en primera persona. Entiendo que ninguno lo hace por mal, o no debería, pero realmente el que termina afectado por las palabras es quién menos merece las críticas.
De Falcao se dice que quiere jugar en el Real Madrid, o que de no ser posible le gustaría hacerlo en otros “grandes” de Europa como el Manchester City. Puede ser, tampoco voy a ser yo el que lo niegue, pero esas palabras no han salido del jugador. Sin embargo, como es el padre el que lo dice, ya nos sirve para pensar que es lo que el delantero quiere. En el seno del Atlético se guarda tranquilidad, pero en algún que otro sector de la afición las críticas no tardaron en aparecer, y muchos criticaron e insultaron al mismo jugador que dos días antes estaban idolatrando.
Lo cierto es que Falcao ha demostrado su compromiso con el Atlético de Madrid, ha jugado uno de los mejores partidos de la historia de la SuperCopa a nivel individual, y ha conseguido que el club madrileño sueñe con poder ganar algún que otro título. Pero como decía al principio, esto no es un caso aislado, y en el propio Atlético de Madrid hemos visto como familiares del Kun Agüero o de Folrán hacían declaraciones similares.
El problema está en que la familia puede llegar a ser perjudicial para los futbolistas sin necesidad de hacer declaraciones públicas. Y esto es así, sobre todo, en el caso de jóvenes futbolistas que inician su carrera y que, debido a su juventud e inexperiencia, carecen de la calma y la tranquilidad necesarias para afrontar los grandes retos del fútbol. Jóvenes que necesitan que terceras personas aporten cordura y serenidad en medio de la vorágine que puede existir en el ambiente.
Casos de grandes promesas que se quedaron en nada porque en casa alimentaron el ego en vez de controlarlo. Si, sé que la culpa de que esto pase también es de los medios de comunicación o de los propios clubes, pero nadie me puede negar que si en casa a uno le enseñan a mantener los pies en el suelo será más fácil de que eso se pueda conseguir.
Finalmente quiero hacer una reflexión, un tanto loca, pero creo que con una base algo fundamentada: a partir de ahora los futbolistas tendrán que vetar las posibles declaraciones de sus familiares o, en caso de que estos la realicen, “embargar” las grabaciones y revisarlas antes de que vean la luz. Y nosotros, aficionados y medios de comunicación, deberíamos a tomarnos esto como simples palabras y no busquemos polémica donde no debería existir. Mientras un jugador no exprese sus pensamientos, no debemos considerar más que lo que vemos.
1 Comentario
Totalmente de acuerdo. El padre un bocazas, y Falcao de lujo rectificando.
Saludos desde La Escuadra de Mago