La falta de gol ha sido el principal problema del Deportivo de la Coruña desde hace prácticamente una década. Demasiados años han pasado ya desde que por Riazor campaban a sus anchas Roy Makaay, Diego Tristán o Bebeto. El gol y los éxitos se habían ido con ellos. Sin embargo, para acabar con la sequía coruñesa, llega desde tierras lusas un delantero que destila gol a cada movimiento que hace, con la portería siempre en mente, y con las cualidades necesarias para acabar de una vez por todas con las penas del lugar. Su nombre es Nelson Oliveira, el añorado.
Son demasiadas temporadas esperando por un jugador como él, de los llamados «hombre gol». Alguien que asegure una cantidad de goles superior a 20 por temporada. Y no es solo su olfato de cara a puerta, sino que aporta movilidad y velocidad a la zona ofensiva con sus excelentes movimientos tanto a la espalda de la defensa rival como a la hora de combinar con sus compañeros. El mínimo espacio es suficiente para armar su diestra. Un hueco diminuto es suficiente para regatear y avanzar. Un solo despiste del defensa es suficiente para él. Veloz, perspicaz y, lo más importante para este Deportivo, con mucha puntería.
Riki, Lassad, Xisco, Bodipo, Taborda… la lista de los delanteros que han pasado por el Dépor en los últimos años es muy amplia. Todos ellos tienen dos denominadores en común. El primero, la ya citada falta de gol. En un equipo que apenas generaba ocasiones, la precisión en el último toque antes de que el balón bese la red, es fundamental. El segundo, íntimamente relacionado con el primero, el bajo porcentaje de acierto en los mano a mano con el portero. Sin estadísticas en la mano pero sin temor a equivocarme, puedo afirmar que en los años que el Dépor se mantuvo en la Primera División del fútbol español hasta descender en la 2010/2011, sus delanteros eran incapaces de salir victoriosos en el 25% de sus enfrentamientos con el portero rival tras la salida de Tristán. La llegada de un nueve goleador era necesaria, y en su primer reto frente a un portero, muchos en Riazor han recordado las preciosas definiciones de Diego.
Por fin Valerón tendrá un socio al que dar pases en profundidad que podrá aprovechar. La visión de juego de Juan Carlos sigue intacta y como pasó con Makaay o Tristán, sus pases mejorarán las estadísticas de Nelson. Pese a que Riki ha comenzado la temporada como titular, no me cabe la menor duda de que el puesto de delantero al final de la presente campaña, pese a que sea solo por un año dada la condición de cedido con la que llegó desde el Benfica, tendrá un nombre propio: Nelson Oliveira.
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