Roger Milla. Samuel Eto’o. Patrick Mboma. Rigobert Song. A bote pronto son esos cuatro los nombres que mejor representan la historia del fútbol camerunés a nivel de selecciones. Una vez más los Leones Indomables se han clasificado para una fase final aunque esta vez nadie brilló a nivel individual si se exceptúa el último partido de las eliminatorias contra Túnez, donde un futbolista de banda menos conocido que muchos de sus compañeros se encargó de dar buena cuenta de las Águilas de Cartago. Su nombre, Benjamin Moukandjo.
El fútbol de Camerún venía padeciendo un bajón importante en los últimos tiempos. Fuera de las últimas ediciones de la Copa de África, la clasificación para el mundial parecía depender de un golpe de fortuna en el sorteo de la eliminatoria definitiva. Lo cierto es que no se sabe si gracias a algún hechicero o simplemente a la divina providencia, cayó en suerte Túnez, el más flojo de los cabezas de serie. Un enfrentamiento con Ghana, Costa de Marfil o Nigeria, selecciones en mucha mejor forma, hubiera complicado mucho las cosas.
El partido de ida disputado en el estadio 7 de noviembre de Radès no disipó las dudas y terminó con empate a cero. Pocas ideas de Túnez y un fútbol plano y sin pólvora en los metros finales por parte de Camerún aplazaron la resolución para la vuelta. Un mediocampo con Matip y Eyong como tapones, Makoun por delante y Song y Eto’o más cerca de las bandas se vio incapaz de generar oportunidades ante la portería tunecina. Sin duda su técnico alemán, Volker Finke, prefirió asegurar el cero en su casillero antes que buscar un intercambio de golpes.
Y llegó el 17 de noviembre. En Yaundé, Finke dispuso un conjunto con varios cambios con respecto al partido de ida. Retrasó a Song colocándolo como pivote más atrasado y sentó a Matip. En banda derecha la novedad era Benjamin Moukandjo, futbolista de 25 años que juega en el Nancy francés. Llegaba la hora de la verdad.
Durante los primeros 15 minutos apenas se dejó sentir la presencia del nuevo extremo. De hecho Camerún cargó el juego sobre la banda izquierda, donde Samuel Eto’o asegura oficio y posesión pero ya no desborda. Así y todo llega el primer gol, fruto de un error mayúsculo de la zaga tunecina, que Pierre Webó se encarga de hacer subir al marcador. Gol de pillo que no reflejaba los minutos de tanteo que se vivían sobre el terreno de juego.
Es entonces cuando Finke decide intercambiar a sus dos extremos, pasando Moukandjo a banda izquierda. Y es en este tramo de partido en el que llega la exhibición. Encarando a pierna cambiada, Benjamin muestra todas sus virtudes. Una potencia en carrera espectacular con el balón pegado al pie, que le lleva a ganar línea de fondo en varias ocasiones. Su capacidad para proteger el cuero cuando se encuentra pegado a la banda también es notable en este tramo de partido. Pero la jugada en la que todo el estadio se pone en pie llega en el minuto 30. Moukandjo arranca y combina una serie de recortes y cambios de ritmo que dejan sentados a varios zagueros tunecinos, para terminar con un disparo seco que se cuela en la portería rival. Un muy buen gol que situaba a su selección a las puertas de Brasil. No fue esa la última arrancada del jugador del Nancy, de hecho todo el peligro de los cameruneses en el primer tiempo pasó por sus botas.
Curiosamente, tras el descanso, el técnico decide devolverlo a la banda derecha, donde sus apariciones no fueron tan destacadas. Todavía disfrutó de una clarísima ocasión de gol en los minutos finales pero la continuidad en su juego desapareció y el protagonismo quedó para otros compañeros, como M’Bia y Makoun, que anotaron los dos tantos que cerraban la goleada por 4-1 y sellaban el pasaporte a Sudamérica.
Pero Benjamin Moukandjo se mostró como el futbolista más desequilibrante de Camerún en esta eliminatoria. Su fútbol indomable apareció durante media hora, rompiendo la monotonía en la que con frecuencia caen los Song, Eyong o, en menor medida, Makoun.
Pensando en el futuro inmediato se antoja complicado pensar que Camerún pueda superar la fase de grupos en Brasil. Con la primera plaza del grupo A casi adjudicada de antemano al anfitrión, la segunda estará muy reñida entre las otras tres selecciones, si bien los Leones Indomables probablemente partan en las apuestas por debajo de México o Croacia. Pero sus opciones pasarán por evitar las concesiones defensivas y aprovechar las ocasiones que se presenten frente al marco rival y en este sentido Moukandjo puede convertirse en el gran tapado. Su capacidad de desequilibrio no la posee nadie más en su selección y sistemas defensivos como el croata o el mexicano, que utilizan laterales de largo recorrido, podrían sufrir más de la cuenta ante un futbolista con su potencia y su cambio de ritmo.
De todas formas su titularidad no está nada clara a día de hoy. Habrá que prestar mucha atención al amistoso que en pocas semanas disputarán los Leones Indomables ante Portugal para tratar de adivinar las intenciones de Volker Finke. Pero visto el perfil del resto de jugadores que maneja el técnico parece toda una temeridad prescindir de sus servicios.
Camerún necesita capacidad de sorprender en ataque y no parece que haya muchos futbolistas con cualidades para romper un partido atascado. Samuel Eto’o ya no puede mantener el despliegue físico que ofrecía hace 5 años y sus apariciones destacan más por la astucia y la inteligencia que por la chispa. Sin lugar a dudas Benjamin Moukandjo puede complementar esta carencia. En Brasil habrá muchas posibilidades de ver a esta fiera galopando por la banda.
No Hay Comentarios