La isla de Mayotte es una pequeña posesión francesa situada en el archipiélago de las Comoras en el sureste africano, justo encima de Madagascar y rodeada por el océano Índico. Con más de 200.000 habitantes, la globalización todavía no se ha asentado con firmeza en este zona, a pesar de que el gobierno francés mantiene las ayudas hacia los territorios de Ultramar. De hecho, las Islas Comoras piden constantemente a Francia que se considere a Mayotte como terreno africano y no francés.
En lo que respecta al fútbol, muchos equipos de las colonias francesas pueden presumir de jugar en Francia o contra equipos galos en su propio territorio. La Copa de Francia les brinda la oportunidad de poder enfrentarse en una lucha étnica en un terreno de juego. Sin embargo, las competiciones locales dejan mucho que desear.
El pasado 20 de septiembre, el partido de la 18ª jornada de la División de Honor de Mayotte entre el FC Majicavo Koropa y el ASC Kaweni acabó en tragedia. Un arbitraje injusto derivó en un asalto al terreno de juego al finalizar el partido, donde varios hombres iban armados con cuchillos y «chombos» (machetes típicos de la isla). En total, resultaron dos heridos de gravedad, sin embargo pudo haber sido peor y obviamente no todo acabó ahí. Las rivalidades entre los jóvenes de los barrios de Majicavo y de Kaweni no datan sólo de aquel día pero, ese sábado, estas tensiones se convirtieron en un drama.
Esa misma noche, Kaweni se vio envuelto en un caos generalizado, incluso el alcalde de Mamoudzou (capital de Mayotte) tuvo que ir a hablar con los más exaltados para tratar de apaciguar los ánimos. Más de 100 jóvenes fueron partícipes de esta auténtica locura. Una veintena de «bangas» (casas de madera) fueron saqueadas y quemadas. La intervención de las fuerzas del orden fue clave para paliar el asunto. No obstante, uno de los casos más graves se produjo cuando un conductor fue agredido con un ladrillo en plena carretera. Jóvenes con bates bloqueaban el paso de los vehículos y lanzaban cócteles Molotov. El resultado fue de varios coches de la policía siniestrados y numerosos contenedores volcados y quemados. Si hablamos del número de víctimas totales fue de 15 heridos graves y 10 heridos leves. Una auténtica guerra civil, de la que probablemente no escuchemos la palabra muerte, ya que el gobierno se ha encargado de tapar este tipo de comentarios.
Las sanciones no se hicieron esperar. El comité de disciplina de la liga mayotesa de fútbol se reunió con urgencia. Y las multas fueron las siguientes:
- Anulación de todos los encuentros de esa jornada en la competición afectada.
- El terreno de juego del Majicavo ha sido cerrado en todas sus categorías hasta nueva orden. El del Kawéni ha sido clausurado sólo para las categorías senior y sub18. Además, se suspendieron a todos los jugadores convocados para el encuentro.
- El número 10 del Kaweni también fue sancionado por agredir al portero rival.
- El Majicavo ha sido descalificado de todos los encuentros oficiales.
- El Kawéni no se podrá desplazar con más de 19 personas en un encuentro contra el Majicavo.
Como de costumbre, el fútbol vuelve a ser castigado por los problemas políticos, sociales y culturales de un país. Un deporte que no se parece mucho técnicamente a lo que estamos acostumbrados en los países totalmente desarrollados, pero la mentalidad cavernaria sigue existiendo en todo el mundo.
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