La relación entre entrenador y futbolista, no siempre es lo profesional y y cuidada que debería. Aquí en España, parece que ya hemos olvidado a Luis Aragonés como entrenador del Mallorca cogiendo del pecho a Samuel Eto’o y zarandeándolo. Pocas cosas se me ocurren que den menos miedo que Luis Aragonés enfadado gritándote a medio metro de la cara mientras te agarra del pecho. Pero Eto’o aguantó como un machote. Un episodio similar ocurrió con Djalminha e Irureta en A Coruña.
Como siempre, entra en juego el análisis tras el suceso, quién dijo qué, quién provocó a quién, cómo debería haber reaccionado el uno, si habrá sanción para el otro, si la sanción la pondrá el club o la federación y demás. Generalmente, con unas disculpas públicas suele bastar. Pelillos a la mar, y ya veremos en verano quién se queda en el equipo, si tú o yo. Pan casi de cada año. Los seres humanos son caprichosos, y en el fútbol jugar un poco más o un poco menos puede significar mucho dinero para el jugador. Y hay que pagar las letras del coche y la casa.
Todo esto viene a raíz de algo. Hace poco, Delio Rossi, entrenador de la Fiorentina, tenía un altercado en el banquillo con Adem Ljajic. Bastante serio además. Aquí teneis las imágenes por si vivís en Marte y aún no las habeis visto.
Lo que yo veo aquí es al típico jugador disconforme con el cambio reprochando el cambio al míster, y al míster volviéndose loco y dando puñetazos al jugador por protestar. Una forma un tanto desmesurada de reaccionar a una crítica. O al menos, es lo que veía antes de saber qué es lo que realmente pasó, claro. Porque más tarde empezaron a llegar informaciones que hablaban de que Ljajic le había gritado a Rossi desde el banquillo algo así como ‘Eres más retrasado que tu hijo’.
Y ahí, mi visión del suceso cambió. Es un hombre dedicado a su familia y a su trabajo siendo increpado por un nñato de 20 años y cuestionando su trabajo. Y mira tú, entiendo a Rossi. Esto es una opinión personal, no tiene porqué ser la misma que la de esta página. Pero Rossi se ha quedado corto con Ljajic. Tenía que haberle dado puñetazos hasta volverle imbécil. Para que siga siendo así de irónico y de vacilón. Los ultras de la Fiorentina han dictado sentencia, mostrándose del lado del técnico y llamando a Ljajic niñato que se merecía un par de bofetones. Yo, personalmente repito, justifico la acción de Rossi. Y digo más, las disculpas me parecen innecesarias. Más mano dura para los niñatos, por un futuro mejor.
2 Comentarios
A mi me pasó exactamente lo mismo, al verlo por primera vez dije, a este tío se le va la pinza, pero al enterarme de lo que le dijo el jugador está para mi justificado, hay cosas que son intocables, pienso que el club debería sancionar también al jugador, multándolo fuertemente o suspendiéndolo de empleo y sueldo.
Ninguna agresión es justificable, pero estoy de acuerdo contigo.
Saludos desde La Escuadra de Mago