Verona, situada al norte de Italia, es popularmente conocida como la Ciudad del Amor gracias al trágico y legendario romance literario entre Romeo y Julieta, escrito por Sir William Shakeaspeare y publicado en 1597. Cuatro siglos y algunos años después, esta hermosa población está siendo testigo de una nueva historia de amor pasional e irracional, la que une a Toni con el gol, al gol con Toni.
El idilio de Luca con el gol surgió hace ahora dos décadas, en 1994, año de su debut con el equipo de su provincia, el Módena. Desde entonces, esta especial relación ha sobrevivido a pesar de haber sufrido hasta quince mudanzas, que les ha llevado a recorrer la extensa geografía del país de la bota, la Baviera muniquesa y hasta un exótico viaje de ida y vuelta a la tierra de los Jeques en Dubai.
En esta, como en todas las relaciones sentimentales, también ha habido momentos difíciles, crisis, discusiones e incluso hasta separaciones temporales, principalmente provocadas por las recurrentes e incómodas lesiones. Pero en la vida, los momentos buenos siempre quedan por encima de los malos, y en esta pareja los hay a montones. Como en 2004, cuando en su décimo aniversario consiguieron el ascenso a la Serie A con el Palermo. O en 2006, cuando fruto de este noviazgo pudieron celebrar el Capocannoniere, la Bota de Oro y el Campeonato del Mundo. Y qué decir de aquel invierno eterno de Munich en 2008, en el que cosecharon un doblete de liga y copa. Y sobre todo, las 271 veces (hasta hoy) que se han encontrado en un campo de fútbol.
Durante los últimos años habían atravesado una mala racha que nos hacía atisbar el final de este matrimonio en el que estaban viviendo una rutina de cifras y resultados muy por debajo de lo habitual en ellos.
Sin embargo, con el fichaje por el Hellas Verona en esta 2013/14, han recobrado la pasión. Parecen dos adolescentes que comienzan a descubrir lo que es el amor, necesitan verse todos los días, a cualquier hora, en cualquier lugar. Prueba de ello son los 13 tantos y 7 asistencias en 22 partidos disputados de liga, haciendo gala del repertorio habitual que les ha unido a lo largo de los últimos veinte años: con la cabeza, de penalti, desde fuera del área, aprovechando un rechace… Sin lugar a dudas lucharán hasta el final por cumplir el sueño de alzarse con su segundo título de máximo artillero del Calcio.
Pero si hay un sueño que desean cumplir por encima de cualquier otro, ese es el de celebrar su vigésimo aniversario viajando a Brasil, al Mundial. Saben que es difícil, casi imposible, pero agarrados a los números en los que se manejan este año, todo es posible.
Como suele decirse, el amor todo lo puede.
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