Una de las grandes operaciones del mercado de fichajes de invierno, cerrado hace pocos días, fue el traspaso del español Juan Mata del Chelsea al Manchester United. Analicémoslo desde diferentes puntos de vista:
1. El club de origen, el Chelsea: Resulta complicado rechazar una oferta de 45 millones de euros por un jugador que no es titular habitualmente, sobre todo, cuando le has sacado un beneficio de 17 millones de euros en 2 años y medio. Lo que sorprende, por una parte, es que, después de haber sido un jugador decisivo en sus dos primeros años en el Chelsea, no lo haya sido estos últimos meses desde la llegada de Mourinho. Y, por otra, que el Chelsea lo deje ir para reforzar a un supuesto rival directo. Y digo “supuesto” porque, si bien este año el Manchester está lejos de la primera posición en la tabla, es de suponer que en años venideros peleará por el título y será, por tanto, rival del Chelsea.
2. Los traspasos entre “rivales”: Y esta reticencia a reforzar a rivales directos es algo muy ligado a la idiosincrasia de los países. Decía Mourinho hace poco que los fichajes entre equipos de la misma Liga no deben ser tabú, que pueden ser normales, pero es algo que se mira con una cierta reticencia en Inglaterra y que se miraba con muchísima en España. Y digo “se miraba” porque con la desigualdad que hay actualmente en la liga española, ni siquiera hay opción a eso: desde hace algunos años, desgraciadamente, jugador que destaca en la liga española (obviamente, que no sea de Real Madrid o Barcelona), jugador que acaba en algún equipo extranjero. El caso opuesto en Italia, donde se ve con una cierta normalidad este tipo de transacciones. Una de las más significativas de los últimos años fue que el Milan dejase ir a Pirlo, tras acabar su contrato, sabiendo que tenía una oferta de la Juventus (que por cierto, así les ha ido a uno y a otro desde entonces).
3. El jugador: Como decíamos, después de dos años de ser (casi) el jugador más decisivo del Chelsea, sus minutos con Mourinho se habían visto sensiblemente reducidos, con lo que su presencia en la convocatoria de la selección española para el próximo Mundial de Brasil corría bastante peligro, sobre todo, teniendo en cuenta que España tiene un superávit de excelentes jugadores en la posición de Mata. Desde este punto de vista, creo que el jugador acierta al cambiar Londres por Manchester.
4. La posición de Mata en el United: aunque Mata debutó en el Manchester United como segundo delantero, una vez definitivamente recuperados Rooney y van Persie, parece seguro que su puesto estará en el centro del campo, partiendo desde una banda, pero desplazándose con frecuencia al centro, sobre todo en partidos ante rivales teóricamente débiles, que permitan frecuentes subidas de los laterales mancunianos. La duda está en si Moyes apostará por un 4-4-2 con Rooney y van Persie como puntas claros o si retrasará un poco a Rooney para componer una línea de tres por detrás del holandés. Y otra cuestión a resolver será quien partirá desde la otra banda. Candidatos hay muchos: Valencia, Kagawa, Young o Januzaj. Si la decisión fuese mía, Kagawa o Januzaj estarían por delante de los otros dos candidatos. En todo caso, Kagawa/Januzaj, Mata, Rooney y van Persie son un cuarteto de ataque a la altura de los mejores equipos de Europa.
5. La gran laguna del United: A pesar de los 45 millones gastados en Mata el United no parece haber resuelto su gran problema: la creación de juego. Un problema que viene arrastrando hace ya varios años y que hizo que el propio sir Alex Ferguson probase soluciones que, ideadas por cualquier otro, hubiesen sonado disparatadas: recuperar a Paul Schoiles, una vez retirado, o posicionar a Wayne Rooney como cuarto centrocampista (esta opción incluso llego a funcionar en algunos partidos porque Rooney es un prodigio como jugador, pero le alejaba mucho del área, con lo que, atendiendo al popular dicho, “era peor el remedio que la enfermedad”). A principios de esta temporada, el United pensó en Ander Herrera (¡qué bien le hubiera venido!) pero acabó incorporando a Fellaini, otro gran mediapunta, pero sin capacidad para crear juego. El propio Ander Herrera o Ilkay Gündogan parecen soluciones más adecuadas para paliar esa falta de creatividad, de conexión con el ataque que sufre el United desde hace varias temporadas.
En conclusión, el fichaje es bueno para el jugador, que se revaloriza y tendrá muchas más opciones de estar en el Mundial de Brasil. Para el United, por su parte, le aportará mucho en ataque, de eso no hay duda, pero con la plantilla actual a uno se le ocurren mejores formas de invertir 45 millones de euros.
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