Bienvenidos a la pizarra del Clásico, donde analizaremos las posibles variantes de Ancelotti y Martino para tratar de ganar el partidazo del Bernabéu. Dentro de la gran cobertura que le estamos dando en El Fútbol Es Injusto al Clásico de la Liga BBVA, que incluye un reportaje muy completo de Yasser Tirado (@memoriasdeunbar) titulado El Clásico del planeta fútbol, me toca a mí analizar el aspecto táctico del encuentro.
A diferencia del partido de ida, donde el FC Barcelona se llevó los 3 puntos luego de un partido muy desordenado e improvisado, el de esta noche será más bien un encuentro bastante complejo. En el Camp Nou se vieron dos equipos falsos, ambos un conjunto de buenos jugadores que seguían tratando de interiorizar las ideas del nuevo entrenador mientras perseguían el fantasma de lo que habían aprendido a lo largo de varios años con sus respectivos entrenadores precedentes, Mourinho y Guardiola/Tito.
Ahora, luego de varios meses entrenando juntos y más de media temporada a nuestras espaldas, podemos ver la mano de Ancelotti y del Tata en el funcionamiento de ambos clubes. Sin quitarle mérito a la victoria blaugrana de aquel partido en la ciudad condal, este será el verdadero Clásico de la temporada.
Del lado local habrá pocas sorpresas, especialmente después de que Carlo Ancelotti haya decidido anunciar en rueda de prensa el once titular que disputará el partido. El Madrid saldrá al campo con el habitual 4-3-2-1 de Liga: Diego López en la puerta; Carvajal, Pepe, Ramos y Marcelo en defensa; Modrić, Xabi Alonso y Di María en el centro; Bale y Cristiano en la media punta, y arriba un Benzema ya recuperado de las molestias que lo forzaron a salir del campo la jornada anterior.
Hasta ahora el equipo merengue se ha caracterizado de la mano del italiano por buscar el equilibrio entre la posesión de la pelota y la transición rápida en contragolpe, y la tabla demuestra que ese equilibrio ha dado resultados, así como el hecho de haber clasificado a ¼ de final en la Champions League. Arriba, la potencia goleadora de las individualidades que visten de blanco son suficientes para maniatar a la mediocre competencia en Liga donde usualmente los rivales no logran aguantar más de 30 minutos antes de cometer algún error defensivo, eventualmente concediendo una contra mortal, marca registrada de Chamartín.
Sin embargo, unos pocos clubes, a pesar de perder el partido por errores defensivos y poca puntería frente al arco, lograron meter al Madrid en dificultades durante un período del partido. El punto débil del conjunto merengue es evidentemente la defensa. El tan aclamado equilibrio de Ancelotti funciona siempre y cuando el equipo rival no decida salir a presionar la salida de balón y luego hacerlo circular con velocidad una vez recuperado. La clave del equilibrio se encuentra en la posición de Di María. El argentino, jugando en formato Albiceleste, ofrece llegada por sorpresa al área contraria desde la zona izquierda y aumenta el potencial ofensivo del equipo, pero a pesar de su dinamismo y entrega física el Fideo no es un jugador destructor y siempre dejará espacios que compliquen a Marcelo y Ramos.
Di María es una espada de doble filo, y junto a Cristiano es el principal arma del conjunto merengue, pero ante un rival como el Barcelona que sin lugar a duda dominará la posesión de la pelota, veremos el equilibrio ancelottiano frente a su examen más difícil hasta ahora. En la ida, Ancelotti decidió utilizar a Ramos como mediocampista defensivo improvisado y el experimento resultó desastroso, como bien lo explicó nuestro disparatado Javier Ferrer (@disparatedejavi) en su análisis. Tengo curiosidad de saber de qué forma buscará el Madrid robar balones al Barça sin tener en el once titular un solo jugador con esas características destructivas.
Por su parte, el Barcelona representa hoy un misterio, pues Gerardo Martino ha decidido experimentar a lo largo de toda la temporada con posibles variantes, ninguna de las cuales ha dado el resultado que el entrenador argentino esperaba, así lo demuestran los resultados. Sin embargo, observando la trayectoria del conjunto culé hasta ahora esta temporada podemos imaginar que Martino elegirá una de dos opciones.
La primera sería un once “guardioliano”, el de la casa: 4-3-3 con Valdés en la puerta, Alves, Piqué, Mascherano y Alba en defensa; Busquets, Xavi e Iniesta en el trío del mediocampo; arriba Alexis o Pedro por derecha, Neymar por izquierda y Messi de falso 9. Ese equipo es bastante ofensivo pero cuenta con las virtudes y defectos habituales del Barcelona que conocemos. La característica principal es la posición central de Messi, alrededor del cual gira todo el entramado blaugrana. Si Messi queda fuera de la ecuación, todo se cae. Para suerte del Barça, el Madrid no cuenta con un jugador capaz de anular al argentino como ya mencionamos.
La otra alternativa que ha mostrado Martino es más bien un disparate suyo, un ataque de entrenador, como diría Javi Ferrer, esa pequeña pizca de su propia sal que le ha podido meter al equipo. Dejando la misma defensa de cuatro, ubicaríamos a Busquets y Xavi un poco más juntos como en un doble pivote mixto; luego estaría Cesc delante de ellos, algo recostado a la izquierda, con Messi unos metros más adelante y algo más a la derecha. Por la banda derecha estaría Neymar jugando efectivamente de ala mientras que por izquierda estaría Iniesta en formato Selección. Este 4-2-4 ultra ofensivo en apariencia, realmente busca adelantar las líneas de presión para robar balones más cerca del área contraria, so pena de abrir espacios para la contra rival a espaldas de los laterales.
El 4-2-4 ha sido utilizado por el Tata en los partidos más importantes de la temporada, particularmente en ambos duelos de Champions ante el Manchester City. Esa formación le permite al Barça jugar de forma más extrema, con un ritmo más acelerado, algo que en mi opinión sería fatal ante un Real Madrid que se siente más cómodo mientras más veloz gire la esférica. No sé si la presión mediática sobre Martino será un factor para que su equipo salga más a la ofensiva, luego que él mismo declarase que este partido es la última oportunidad de ganar la Liga. Yo sólo puedo decir que si el Barça quiere evitar la derrota hoy en el Bernabéu debe a toda costa mantener la posesión y bajar el ritmo del partido siempre que pueda, o sufrirá las consecuencias.
Javi Ferrer en su reportaje especial del Clásico, titulado Derbi de ciencia o fe, también expresa sus dudas acerca de los disparates tácticos de Martino y coincide conmigo (¡una novedad!) en el posible 4-2-4 con la inclusión de Cesc en detrimento de Pedro o Alexis. Particularmente, el canario es uno de los jugadores más indispensables e insustituibles del equipo a nivel deportivo, así lo piensa Javi quien es su fiel defensor, y yo lo apoyo.
Creo que será un partido entretenido, como siempre, pero más que todo espectacular tanto desde el punto de vista pasional, por los aspectos explicados por Yasser y Javi, como a nivel táctico gracias a las posibles variantes que acabo de mencionar. No haré pronósticos hasta ver el once titular del Barça. Entonces les avisaré por Twitter lo que pienso será el destino del Clásico, y posiblemente, La Liga. Que ruede la pelota.
1 Comentario
Para mí, Martino le ganó la partida táctica a Ancelotti. Al Madrid le cogieron la espalda con mucha facilidad, y el centro del campo fue del Barça. El Madrid vivió de las arrancadas de Di María y Bale.
Un saludo