Existe una máxima en la vida que dice que la suerte hay que buscarla. Al mismo tiempo, la raza humana tiende por defecto a esperar sin un mínimo atisbo de hacer un esfuerzo por moverse, que esa suerte llegue por cuestión de azar. El destino le llaman. Lo que parecemos no aceptar es que ese «destino» que se piensa en ocasiones predeterminado, no es más que un cúmulo de decisiones, erróneas o acertadas, que nos llevan a crear nuestra propia suerte.
Que filosófico ¿no?. Tranquilidad, ya voy con el fútbol. Recibía en el día de ayer de buen agrado las palabras que estaba esperando de un amigo madridista que suele ser crítico con su equipo cuando lo merece. Me hablaba de la suerte que tuvo el Barça. Por primera vez en mucho tiempo, no estaba nada de acuerdo. Si el Barcelona ganó en el Bernabeu no fue por suerte, fue por su dominio abrumador, por su capacidad de sortear la presión adelanta y el constante empuje hacia la portería de Casillas. Tiene sentido que, si juegas al borde del abismo, la pelota acabe cayendo en la red, aunque sea de rebote. Muy superiores los blaugranas, una vez más.
Luego me recordó lo extraño que fue el partido del Deportivo. Raro porque estuvo a punto de empatar el Numancia sin hacer nada, pero los de Oltra tuvieron la suerte de que Julio Álvarez mandó a las nubes el penalti. ¿La suerte?. Errar una pena máxima tiene muchos conceptos detrás como el psicológico o la técnica de golpeo, pero no la suerte. Casi 30.000 persona presionaron al gallego visitante, las cámaras enfocaban a alguien tragando saliva como si fuera a correr la peor de las suertes, valga la redundancia. Julio se acercaba al punto de penalti como si fuese a tirar contra su propia portería, como si de un castigo se tratase. Hay quien ante un estadio lleno manda el cuero a las nubes, hay quien marca a lo panenka… eso es lo que diferencia a los grandes de los no tan grandes.
Y menos mal que se está abandonando el concepto de «la lotería de los penaltis». Un penati es lo menos azaroso del mundo. Existen estudios que aseguran que, estando perfectamente preparado a nivel psicológico, las probabilidades de marcar un penalti son del 100%. Mi capacidad de asociación me hace dudar de este alto porcentaje, pues mi mente me lleva a pensar que el portero también se habrá preparado en todos los aspectos para tener mas opciones de detener la pena máxima, pero es evidente que si vas pensando en lo que pasará en caso de marrar, lo más seguro es que el balón corra la peor de las suertes.
No deja de ser paradójico hablar de suerte en una web llamada «El Fútbol es Injusto», cuando las injusticias se relacionan directamente a la suerte en la mayoría de las ocasiones. Pero esto es otro tema del que otro día hablaremos. Este post simplemente trata de recordar que si tienes «mala suerte» es porque quieres. Lo que algunos llaman «destino» es lo que se encarga de devolverle al Dépor la Liga que merecía. No se nace con estrella, sino a base de esfuerzo, insistir y trabajar, llegará una oportunidad. La suerte está echada.
3 Comentarios
Ay, Dani, qué términos utilizas para esta entrada. Las dos grandes mentiras del fútbol moderno (y sí, del viejuno también): la suerte y la justicia.
A mi, y no es porque Mourinho lo citase, me parecen dos excusas con las que se evita un análisis más profundo y a la vez simple de por qué no se llega a un objetivo. Hace unas temporadas Pellegrini con el Villarreal ganó un partido en Gijón por 0-1 tirando una sola vez a puerta y aguantando un chaparrón del Sporting. En la rueda de prensa soltó, de las últimas que he escuchado, la frase que si no es la mejor, es de las que con más precisión resume el fútbol de hoy en día, ‘no hay justicia ni injusticia, sólo acierto o error’.
Y es cierto. El fútbol no atiende a lógicas, incluso su propio reglamento decide a partir de su interpretación los medios por los que no puedes ver una jugada.
Con la suerte (tanto la buena como la mala) siempre la he querido asociar al trabajo diario. Las faltas directas suelen ser el perfecto ejemplo de lo que quiero explicar. No se tiene un talento natural, son muchas horas de entrenamiento para conseguir una mecánica de tiro buena. Y así en todo, un central pule la manera en la que se desliza con la práctica y un delantero va perfeccionando su remate día tras día. Luego existen ciertos talentos como el oportunismo o la visión de juego, que parecen innatos pero que también aparecen o son mejorados con el trabajo diario. Sólo hay que ver, sin salir del Clásico, los partidos de Xavi hace cinco o seis años y los de ahora.
Sobre el gol de Xavi, bueno, seguro que Marcelo seguía algún tipo de instrucción para estar en una posición tan centrada, o venía ‘de arrastre’ de una jugada anterior. No quiero decir que Xavi disparase a cosa hecha para que el balón rebotase en el brasilero, pegara al palo y entrase, pero la posición de los jugadores y el contrapié de Casillas, vienen por un posicionamiento trabajado para tapar una jugada… que podía producir como efecto secundario lo que pasó. Para que os hagáis una idea de lo que quiero decir, es como cuando Riquelme metía esas faltas laterales con bote dentro del área pequeña y todo el equipo ‘empujaba’ hacia esa zona para ‘provocar el error’… ¿o debería decir ‘buscar la buena suerte’?
Saludos
No podrías estar más de acuerdo en todo lo que comentas compañero.
Recuerdo cuando Deco tiraba una y otra vez desde larga distancia, rebotaba en alguien y entraba. Algunos hablaban de suerte, en cambio otros ya estaban empezando a pensar si lo habría entrenado de alguna forma.
Está claro que el azar forma parte de muchos juegos. Personalmente, creo que no es un término que se deba usar en el fútbol, pues si un balón golpea en el palo y se marcha fuera, primero, que de al palo no es mala suerte, ya que has golpeado el balón de tal manera que se marcha a la madera, y segundo, si se marcha despedido después de golpear en el palo es porque la trayectoria del balón y el lugar del poste en el que impacta no es el indicado como para que el cuero entre.
En definitiva, usar el término suerte en el fútbol, es injusto
Saludos crack!
Yo lo que creo es que el fútbol es un juego donde la probabilidad manda. Si tú haces más méritos para ganar es más probable que ganes aunque no es seguro. El sábado el Madrid pudo ganar pero no hay duda de que las probabilidades por méritos eran mayores para el Barça. Es peligroso que cada vez que el Madrid pierde con el Barça Mourinho se refugie en las excusas puntuales (suerte, arbitrajes) porque sin que esté mintiendo está omitiendo una parte de verdad que tiene gran importancia. Si tanto se le llena la boca con su sinceridad que lo diga todo, no solo la parte que le interesa. Y esconder los errores no es la forma de corregirlos en una próxima ocasión.
Un saludo