Austria jamás se ha clasificado para disputar la fase final de una Eurocopa, solo ha disputado una: la edición de 2008, y porque era junto a Suiza el país organizador. En aquella Eurocopa que coronó a la España de Luis Aragonés cayó en la fase de grupos. Tampoco ha tenido mucha más suerte en los Mundiales, donde su mejor participación se remonta a 1954 donde fue tercera en el Mundial de Suiza y desde 1998 no ha vuelto a aparecer por ninguna fase final. Eran años dorados con los Prohaska, Krankl, Polster, Rodax o Herzog.
Sin embargo una hornada de buenos jugadores curtidos en la Bundesliga alemana y la ampliación del número de participantes en la próxima Euro de Francia han hecho que el país centroeuropeo sueñe con clasificarse por méritos propios para una fase final por primera vez en su historia. Austria lidera el grupo G con dos victorias y un empate en los tres partidos disputados hasta la fecha y aventaja a Rusia y Suecia en dos puntos. Estos tres equipos se van a jugar las dos plazas que dan acceso directo a la Euro y el tercero irá a la repesca. Austria recibe este domingo a Rusia en el Ernst Happel Stadion de Viena con la posibilidad de dar un paso de gigante en la clasificación si es capaz de doblegar al equipo de Capello.
Marcel Koller ha armado un equipo serio con multitud jugadores curtidos en la Bundesliga alemana y con la base del Red Bull Salzburg. Nada menos que doce de los habituales convocados por el técnico suizo juegan en Alemania con David Alaba como máximo exponente y seis más en el campeón y líder de la Típico Bundesliga austríaca.
El fenomenal jugador del Bayern es el icono de la nueva Austria; juventud, calidad y experiencia en grandes ligas le avalan y sobre él gira el juego de la selección. Fue Koller el primero en colocarlo como mediocentro, que es donde juega en la selección, y Guardiola mejoró la idea. Ante Rusia será baja por lesión y su vacío será imposible de llenar.
El once tipo lo conforman Almer (suplente en el Hannover 96) en la portería, dos laterales muy profundos como son Klein (Stuttgart) en la derecha y Fuchs (Schalke 04) en la izquierda y una joven y potente pareja de centrales formada por Dragovic (Dinamo de Kiev) y Hinteregger (Red Bull Salzburg). Baumgartlinger (Mainz 05) pone el orden y el equilibrio en el doble pivote y por delante la fantasía de Harnik (Stuttgart), Junuzovic (Werder) y la la clase de Arnautovic (Stoke City). Quizá el punto más débil sea el delantero centro donde Mark Janko (Sydney) sigue siendo el hombre referencia.
Es precisamente Janko con 31 años el más veterano de una selección con una media de edad de 25 años en la que sólo cuatro de los habituales convocados llegan a los 30 años (dos son porteros). Aparte de Alaba (22) sobresalen las joyas del Salzburgo Lázaro (18), Sabitzer (20), Hinteregger (22) o Ilsanker (25). Dragovic y el fenomenal extremo del Aston Villa Weimann (23) y el genial pero irregular Arnautovic (25) constituyen el prometedor futuro de la selección. El seleccionador ha reclutado una base de futbolistas que están en su madurez y aportan ese equilibrio y experiencia necesarias en las grandes citas conformando una mezcla más que interesante. Los Prödl, Baumgartlinger, Fuchs, Kavlak, Kleine, Junuzovic, Harnik o Leitgeb son los que en momentos de duda ponen el orden y el concierto.
Tras el partido de Rusia le llega el turno de disfrutar con la visita de Brasil a Viena el próximo martes donde habrá que medir cuán lejos se encuentra Austria del primer nivel mundial. La selección dirigida por Koller jamás ha vencido a la canarinha en sus ocho enfrentamientos.
En la capital del antiguo Imperio Austrohúngaro sueñan con una gesta que les vuelva a meter en la vanguardia del fútbol mundial de la que hace mucho tiempo desaparecieron.
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