Bélgica es un país complejo: lingüísticamente divido, el 60% de su población, principalmente al norte en la región de Flandes, es de habla flamenca; mientras que cerca del 35% habla francés, en la región de Valonia, al sur, y en la Región de Bruselas-Capital, una región oficialmente bilingüe que acoge también una minoría de hablantes de neerlandés. Menos de un 1% de los belgas vive en la Comunidad germanófona donde hablan alemán, al este del país. A menudo, esta diversidad lingüística (en Valonia no se habla flamenco y en Flandes no saben francés) lleva a conflictos políticos y culturales, y se refleja en el complejo sistema de gobierno de Bélgica y en su historia política. Es tan especial que se batió el récord de días consecutivos, con 541, sin un gobierno formado para dirigir el país y la cosa funcionaba.
La zona valona es probelga mientras que la región flamenca es nacionalista y coquetea con la independencia. Bruselas, en el centro, hace equilibrios para mantener el orden. Bélgica nació en 1831 tras el triunfo de la Revolución Belga que la independizó de los Países Bajos en un lugar donde nunca antes había existido ninguna entidad política similar. Se tuvo que inventar una bandera y una forma de gobierno que derivó en una monarquía constitucional, con Leopoldo I como primer Rey. Es pues, una nación joven donde aparece una tercera variable: la inmigración. Los hijos o nietos de inmigrantes de las colonias belgas como Congo o Marruecos ya no se sienten valones o flamencos, son 100% belgas y están creando una identidad de país de la que hasta hace poco carecían.
Para no ser menos la Jupiler Pro League tiene un sistema de competición sin igual en toda Europa. Comienza con una liga regular de 16 equipos que se enfrentan entre sí a doble vuelta. Es a partir de aquí cuando comienza el baile. De esos 16 equipos, los 6 primeros van a un playoff por el título enfrentándose a doble vuelta otra vez entre sí, arrastrando los puntos conseguidos en la fase regular, pero dividiéndolos por dos. El campeón irá directo a la Champions League, el subcampeón jugará le previa, el tercer clasificado va directo a la Europa League y el cuarto va a la previa de la Europa League. El quinto y el sexto se quedan sin premio, pero no así los clasificados del 7º al 14º puesto. Estos se dividen en dos grupos de 4 equipos y juegan también una liguilla a doble vuelta pero parten de cero, sin arrastrar la puntuación de la fase regular. El campeón de cada grupo disputa la fase previa de la Europa League, de modo que el quinto y sexto clasificado no van a Europa pero es posible que el 13º y 14º sí. Cosas de Bélgica. Pero esto no todo, porque los dos últimos clasificados (OH Lovaina y RAEC Mons) tampoco descienden directamente, juegan una eliminatoria a doble partido entre ellos y el que pierde, ahora ya sí, desciende de categoría.
Así pues, este fin de semana, tras la disputa de la final de Copa que ganó el KSC Lokeren el sábado pasado, arrancan los playoffs con especial interés por el que decidirá el campeón belga. Standard Lieja parte como líder con 34 puntos (67 en la fase regular) seguido del Club Brujas con 32 y el vigente campeón, el RSC Anderlecht con 29. Zulte- Waregem, KSC Lokeren y Racing Genk completan el cuadro de equipos pero tienen escasas opciones de pelear por el título.
El playoff comienza fuerte con el gran clásico de Bélgica que enfrentará este domingo a las 18:00 al Standard con el Anderlecht en el Stade Maurice Dufresne de Lieja. Es el partido de máxima rivalidad en el país del cómic, del gofre y los mejillones con patatas fritas, debido a las profundas diferencias geográficas, históricas, lingüísticas y políticas. Lieja es la segunda ciudad más importante de Valonia tras Charleroi, pero el Standard es el equipo más representativo de la región ya que el Sporting Charleroi nunca fue un grande y la capital de Valonia, Namur, ni siquiera cuenta con un equipo de fútbol en las grande ligas belgas. El Anderlecht, aunque pertenece a la región de Bruselas-Capital ha estado ligado tradicionalmente a la comunidad flamenca. Además el carácter proletario e industrial de Lieja choca con la metrópoli burguesa y centro del poder político y económico de la Unión Europea que representa Bruselas. El Anderlecht es el club más laureado de Bélgica y único junto al Racing de Malinas que posee títulos europeos. El Standard de Lieja, que ganó su última Liga en 2009 con jugadores de la talla de Witsel, Fellaini, Defour o Mbokani, es el tercer equipo con más ligas belgas, con 10 (si descontamos al Union Saint-Gilloise, actualmente en la Tercera B y que ganó 11 títulos antes de la Segunda Guerra Mundial) por detrás de Anderlecht y Club Brujas que acumulan 32 y 13 respectivamente.
El fútbol belga está muy de moda, como lo demuestra su selección, y de la Jupiler Pro League están saliendo infinidad de jugadores de nivel en los últimos años: Kompany, Lukaku, Biglia, Fellaini, Witsel, Courtois, Perbet, De Bruyne, Mbokani, Benteke, Dembélé o Simon Mignolet. Se ha convertido en un foco habitual para los ojeadores de los grandes clubes europeos. A pesar de este éxodo masivo aún quedan un buen puñado de jugadores que habrá que tener en cuenta como los portero Ryan (Club Brujas) y Kawashima (Standard Lieja), los defensas Mbemba (Anderlecht) o Mounier (Club Brujas), los centrocampistas Odidja-Ofoe (Club Brujas) y Thorgan Hazard (Zulte-Waregem), hermano de Eden y mejor jugador de la Liga, los extremos Lestienne (Club Brujas) y Andy Najar (Anderlecht) y los delanteros Mitrovic (Anderlecht), Vossen y Mboye (Racing Genk), Batshuayi y Ezekiel (Standard Lieja).
En definitiva que, como decía el gran Luis Aragonés, lo importante son los 10 últimos partidos de Liga y eso los belgas lo siguen a rajatabla.
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